José Luis Rodríguez Flores.
“La ignorancia conserva un dominio funesto en las masas y no cede su puesto hasta que la ilustración avanza y se apodera del espíritu de las sociedades, en esa lucha de las sociedades de la luz contra las tinieblas, del pasado y del porvenir”
General Felipe Ángeles.
El pasado febrero reviste vital importancia en la vida nacional debido a que se rememoraron 107 años del triste episodio de intrigas funestas acaecidas durante la decena trágica, conspiración iniciada el día 9 de febrero de 1913 culminando con la aprehensión el día 19 de febrero del Presidente Francisco I. Madero y del Vicepresidente José María Pino Suárez, culminando con su trágica muerte ejecutada vilmente por el traidor Mayor Francisco Cárdenas en la prisión de Lecumberri el día 29 de febrero de 1913.
Mucho se hablado de los que fueron fieles al usurpador Victoriano Huerta, como el Gral. Félix Díaz y el Gral. Bernardo Reyes, iniciadores del Motín o sublevación que sería propiciado por la ambición desmedida de varios malos elementos del ejército mexicano, obvio traidores de la patria y del entonces Presidente Francisco I. Madero, que esgrimieron un conjuro con gobiernos extranjeros, como el pacto de la embajada de los Estados Unidos, pactado con el embajador norteamericano Henry Lane Wilson, que habría de sumarse en el traición al presidente Madero, junto al funesto embajador de España Bernardo J. Cólogan Cólogan que personalmente le exigió su renuncia al presidente Madero el 13 de febrero de 1913, poniendo en contra al embajador de Inglaterra Francis W. Stronge y al de Alemania Contralmirante Paul Von Hintze.
Los Estados Unidos además mandaron barcos de guerra a desebarcar en Veracruz para exigir la renuncia de Madero, que además fue solicitada por algunos senadores que fueron convencidos por el entonces Ministro de Relaciones Exteriores Pedro Lascurain quien también solicitó la renuncia de Madero, pero Madero valiente primero se negó y entonces bajo presiones de muerte fueron obligados a firmar sus respectivas renuncias, aunque eso no bastó y fueron asesinados.
Los principales cabecillas del motín fueron 6 a saber: el traidor Victoriano Huerta, Gral. Félix Díaz, Gral. Bernardo Reyes, Gral. Manuel Mondragón, Gral. Aureliano Blanquet que fue nada menos el que hizo prisionero a Don Francisco I. Madero, y el traidor Mayor Francisco Cárdenas, quien como judas traicionó a Jesús por unas monedas, este orate dio muerte al presidente Madero en la cárcel de Lecumberri por una paga de 18 mil pesos; por desgracia para México, no solo fueron los traidores conspiradores mexicanos los que fraguaron la caída del presidente Madero, ya que se le sumaron los ataques por el Sur de Emiliano Zapata que se desesperó al no ver resultados con la restitución de la tierra a favor de sus simpatizantes; con la caída de Porfirio Díaz, ya que él quería que hubiera sido más rápido por lo que se alzó contra Don Francisco I. Madero.
¿Cómo se dieron los hechos de la decena trágica? En las primeras escaramuzas del motín en defensa del presidente Francisco I. Madero y del Vicepresidente José María Pino Suárez, estaba el Comandante Militar del Palacio Nacional, el General “Remington” mote como se conocía al Gral. Lauro Villar, que aquel 9 de febrero de 1913 rechazaría los ataques de los insurrectos contra el presidente Madero. En la refriega el Gral. Villar daría muerte a uno de los principales traidores al Gral. Félix Díaz, pero recibiría una herida de bala en el hombro.
Relatan que entonces Don Francisco I. Madero partió solo en su coche al sentirse defraudado, sin oír recomendaciones de lo peligroso de ir a Cuernavaca, Morelos, a invitar al General Felipe Ángeles, en sustitución del herido Gral. Lauro Villar, ya que había encomendado al Gral. Ángeles detener los ataques de los zapatistas en Morelos; y no obstante que Madero nombró a Felipe Ángeles Jefe del Estado Mayor, los altos mandos del ejército secundaron a Victoriano Huerta y no hicieron caso al presidente Madero.
Don Francisco I. Madero fue advertido por Gustavo su hermano de la traición de Huerta, y debido a que el Gral. Felipe Ángeles fue respetuoso de la investidura de Huerta, y no quiso tomar por la fuerza el puesto de Comandante del ejército, entonces el Presidente Madero se vio obligado nombrar Comandante a Victoriano Huerta con las consecuencias ya conocidas por todos; y aunque el traidor Huerta solo duraría un año en el poder, ya que sería el Gral. Felipe Ángeles bajo las órdenes de Francisco Villa al mando del ejército del Norte que lo derrotarían con la toma de Zacatecas el 23 de junio de 1914, dando la estocada final a Huerta, ya que solo un mes duraría la presidencia espuria del chacal, hasta el 15 de julio de 1914. Huerta murió de cirrosis por alcoholismo y yace olvidado en una tumba en Evergreen cerca del Paso, Texas; en cambio Madero es Héroe y Mártir de la Democracia.
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