Fernando Rangel de León.
Basta recordar que el movimiento del 68 se inició por el pleito por una paleta entre unos estudiantes de dos preparatorias cerca de la Ciudadela (fortaleza de los sublevados contra Francisco I. Madero, el 9 de febrero de 1913, cerca de Gobernación); y culminó con la masacre del 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco; para tener presente que cualquier manifestación en contra del Gobierno puede ser la chispa de un estallido social en México; lo que debemos de evitar a cualquier costa.
Son muchas las provocaciones de grupos contrarios al Gobierno de la Nación, para que emplee la represión, que fue el principal motivo del movimiento del 68, que se han estado llevando a cabo desde el día 1° de diciembre de 2018, en que por primera vez en la historia llega un candidato del pueblo a la Presidencia de la República; a quien no han dejado gobernar y administrar bien al país.
Hay están algunas manifestaciones feministas manipuladas, la oposición al Aeropuerto Felipe Ángeles (Santa Lucía), al Tren Maya, a la Refinería Tres Bocas, a la supresión de fideicomisos con los que lucraban unos cuantos, a la eliminación de intermediarios en estancias infantiles, a programas de salud, de educación, agropecuarios, etcétera; las caravanas automotrices, el veneno que destilan algunos articulistas y la mayoría de los que manejan las redes sociales, para enfrentarnos a los mexicanos unos a otros, poniendo de pretexto al Presidente de la República.
Lo último son las provocaciones de los manifestantes en contra de la muerte de Giovanni López Ramírez, el albañil de 30 años, a manos de policías municipales que el 4 de mayo, lo detuvieron por andar en la vía pública sin cubrebocas en el pueblo rabón de Ixtlahuacán de los Membrillos, Jalisco; y en contra del asesinato de un norteamericano de color por un policía blanco en Minneapolis, Minnesota, en Estados Unidos, detenido porque había pagado en un establecimiento comercial con un billete falso de 20 dólares.
Las protestas aquí en México contra esos dos abusos de autoridad, con asesinato, por parte de policías; están siendo orquestadas por los mismos grupos contrarios al Gobierno Federal, que a toda costa quieren provocarlo para la represión.
Los mexicanos todos no debemos caer en esas provocaciones para no desestabilizar al país que ahorita en estos tiempos nos necesita unidos por la salud y la vida de todos.