José Guadalupe Robledo Guerrero
A principios de noviembre de 1987, Carlos Salinas de Gortari (CSG) ya estaba “destapado” como candidato del PRI a la Presidencia de la República, y en ese mes también se destapó el pleito entre el candidato priista y el dirigente moral del Sindicato Petrolero, Joaquín Hernández Galicia (a) “La Quina”. CSG sostenía que en México se había terminado la época de los caciques, en tanto que “La Quina” afirmaba que la alta burocracia vivía muy bien mientras el pueblo sobrevivía miserablemente. Así empezó, lo que terminaría en una vendetta organizada desde “Los Pinos” en contra del poderoso líder petrolero que terminó encarcelado.
Con la decisión en favor de Salinas de Gortari, el Fondo Monetario Internacional, los financieros de Wall Street y las voraces transnacionales norteamericanas, finalmente habían elegido a CSG para cuidar sus intereses en México, lanzando a la oposición a la “izquierda priista” encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas. Por tal razón, antes de finalizar noviembre el PAN eligió como su candidato presidencial a Manuel J. Clouthier, y el PFCRN (Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional antes Partido Socialista de los Trabajadores) postularía a Cuauhtémoc Cárdenas como su candidato presidencial en el Frente Democrático Nacional en donde participaba el Partido Verde, el PARM, el PRS y otros partiditos.
Diciembre comenzó con un nuevo gobernador en Coahuila: Eliseo Mendoza Berrueto, quien ganó en unas elecciones plagadas de abstencionismo, violencia, corrupción y fraude. En aquel proceso electoral hubo de todo: golpeados, presos, acuerdos PST-PAN, siete candidatos a gobernador, enfrentamientos, heridos, venta de candidaturas, incendio de la Presidencia Municipal de Piedras Negras, anulación de las elecciones en Monclova y por supuesto elecciones extraordinarias, etc.
Los inconformes acusaban de la violencia y los fraudes a los priistas a Romeo Flores Caballero, Cervantes Acuña y a Marcos Espinoza Flores (entonces propietario del motel La Torre), a Mario Eulalio Gutiérrez (Presidente del PRI coahuilense), a su primo Alejandro Gutiérrez (Presidente del Congreso estatal), y obviamente a Mendoza Berrueto.
Cuauhtémoc Cárdenas
A principios de diciembre, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano visitó Saltillo como candidato presidencial. A solicitud mía, Francisco Navarro Montenegro, entonces influyente cardenista, me consiguió una entrevista exclusiva con Cuauhtémoc que realicé en la casa de Navarro. La entrevista fue publicada en El Diario de Coahuila.
En la entrevista, Cuauhtémoc se cuidó de no comprometerse en sus respuestas, pero insistí en preguntarle si como Presidente seguiría atendiendo las órdenes del FMI y las transnacionales que saquean nuestras riquezas naturales, lo cual le molestó y nada contestó. Por esa actitud critiqué a Cuauhtémoc Cárdenas en el texto de la entrevista.
Al día siguiente que se publicó la entrevista, Cuauhtémoc Cárdenas le reclamó a Navarro Montenegro los comentarios críticos que hice. Tiempo después, a principios del sexenio salinista, asistí en el Distrito Federal a un acto de protesta por la muerte de dos trabajadores de La Jornada, convocado por la Asociación de Periodistas Independientes que por aquel entonces lideraba Eduardo Valle (a) “El Buho”, exmiembro del Consejo Nacional de Huelga del movimiento estudiantil de 1968. Allí Cuauhtémoc Cárdenas mostraría su enojo conmigo.
En ese evento me encontré a Heberto Castillo, acompañado de Porfirio Muñoz Ledo y Cuauhtémoc Cárdenas. Me acerque a saludarlos, Heberto y Muñoz Ledo me extendieron la mano con fraternidad, Cuauhtémoc por su parte me negó el saludo y me dijo: estoy muy disgustado con usted. No me extrañó, a los izquierdistas tampoco les gusta que les señalen sus declaraciones acríticas. Ante el hecho, Heberto Castillo esbozó una sonrisa y movió la cabeza.
Por otra parte, a Salinas de Gortari se le acusaba de neoliberal, vendepatrias, ultraderechista y sirviente de los norteamericanos. Todo esto -se decía- era fomentado por “La Quina”, debido a que apoyaba a Cuauhtémoc.
En Coahuila, tanto Salinas como Cuauhtémoc querían ganarse la simpatía de los laguneros, por aquello del reparto agrario cardenista en estas tierras.
En 1988 por primera vez se enfrentarían en un proceso electoral dos proyectos ideológicos de nación, ambos emanados del PRI: la visión nacionalista de la Revolución Mexicana y la nueva moda de Wall Street: el neoliberalismo económico, que sin la rectoría económica del Estado quería mantener a México como su bodega de materias primas, mano de obra barata y un país de consumidores de artículos transnacionales. Todo esto respaldado por los mismos de siempre: empresarios, iglesia católica, transnacionales, grupos políticos, partidocracia, etc.
Línea de masas
Los Salinas de Gortari algo tenían que ver con La Laguna. Hugo Andrés Araujo de la Torre, quien fuera líder de Línea de Masas es compadre del candidato presidencial, Raúl Salinas, hermano de Carlos era líder y benefactor de Línea de Masas, organización maoísta que aglutinaba en el país a campesinos, colonos, estudiantes y trabajadores asalariados del campo y la ciudad. Incluso Raúl Salinas es ejidatario en Batopilas.
En Torreón, San Pedro de las Colonias, Francisco I. Madero, Gómez Palacio y Lerdo, Línea de Masas tenía combativas organizaciones. En Monclova, Línea Proletaria, también era parte de Línea de Masas, un militante de ésta, Virgilio Maltos Long había dirigido la sección 147 del Sindicato Minero que aglutinaba a los obreros de Altos Hornos de México (AHMSA). Asimismo, Línea de Masas se desarrollaba en otros estados de la República: Nuevo León, Chihuahua, Chiapas, Zacatecas, Durango, el Distrito Federal, San Luis Potosí, Guanajuato, Sonora, etc. Línea de Masas fue creada por dirigentes y activistas del Movimiento Estudiantil de 1968.
En octubre de 1976, en San Pedro de las Colonias, fueron detenidos por órdenes del gobernador Flores Tapia: Hugo Andrés Araujo, los sacerdotes Benigno Martínez, Jesús de la Torre, y el ex cura Armando Sánchez de la O. acusados de despojo. Después serían liberados por la intervención del Obispo de Torreón.
Algunos de sus militantes emigraron a Chiapas invitados por el Obispo Samuel Ruiz. Años después, el Primero de enero de 1994, de la selva alta chiapaneca (La Lacandona) saldría el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), cuyos líderes de tendencia maoísta declararon la guerra al gobierno mexicano.
Estuve cerca a Línea de Masas porque en los 70 milité en esa organización. Me integré con mi familia a una de sus colonias en Torreón, la Camilo Torres, integrada por obreros. Línea de Masas, que se decía maoísta y antiPRI, según se comentaba, era subsidiada por funcionarios públicos y empresas estatales, como “Las Truchas” en Michoacán.
El destape de Salinas de Gortari y las pedradas en San Pedro
Para principios de 1988, Línea de Masas era tema periodístico, a sus dirigentes ya no los acusaban de enemigos de las instituciones, ahora eran “los amigos del candidato presidencial”. Y Salinas presumía a su familia materna: los Gortari, cuyos miembros eran intelectuales, científicos, jacobinos y socialistas. Durante su campaña, CSG se empeñó en mostrar sus relaciones con los maoístas, por eso pernoctó en el ejido Batopilas, y en Monclova se reunió a platicar con Virgilio Maltos Long y Leticia Ramírez a ojos de todos.
Salinas de Gortari fue destapado por Línea de Masas en Monterrey antes que lo hicieran las fuerzas vivas del PRI. Para CSG La Laguna era una región difícil. Allá los ejidatarios recibían los apoyos económicos del PRI, para utilizarlos en apoyar a Cuauhtémoc Cárdenas, el hijo de quien les había dado sus tierras, durante el reparto agrario cardenista en 1936.
En La Laguna los cardenistas le lanzaron piedras al candidato priista. A principios del sexenio salinista, Jacobo Zabludovski informaba en su noticiero que Francisco Navarro Montenegro había sido el organizador de las pedradas que había recibido Salinas de Gortari en La Laguna.
Al día siguiente localicé a Navarro en su escondite. Estaba preocupado. Le dije que hablaría con Hugo Andrés de su caso. Según Araujo: el presidente Salinas sabía que Navarro había sido el agresor y estaba encabronado. Insistí que hablara con el presidente para resolver el asunto y lo convencí, pues temía por Navarro Montenegro. Días después Navarro se trasladó a México, la Presidencia le organizó una rueda de prensa con un guión hecho de antemano, y santo remedio. Navarro Montenegro había conseguido el perdón presidencial.
Le pregunté a Hugo Andrés cómo se había solucionado el asunto. Y a su manera me contestó: “Navarro le dijo a la prensa nacional que Carlos Salinas de Gortari era el mejor gobernante que México ha tenido desde Acamapichtli, por eso no podía ser él su agresor”. Las condiciones de Navarro cambiaron, y hasta logró notoriedad frente a su amigo Eliseo Mendoza Berrueto. Fue la época en que Navarro y Jaime Martínez Veloz se relacionaron con el Secretario de Desarrollo Social del salinismo, Carlos Rojas Gutiérrez, quien les abrió Sedesol para sus actividades asistenciales y populacheras.
El primer año del sexenio de Eliseo Mendoza Berrueto
Durante el primer año de “Los Nuevos Tiempos” como Eliseo calificó a su sexenio, Mendoza Berrueto se ocupó en tratar de quedar bien con el candidato presidencial del PRI. EMB debía corregir el error de haberse equivocado de candidato, le había apostado a Alfredo del Mazo. Luego de la anulación de la victoria electoral del priista Enrique Neávez Muñiz, el contratista de AHMSA, Benigno Franco Coronado, fue el priista elegido por AHMSA para gobernar Monclova.
Para entonces ya era Alcalde de Saltillo Eleazar Galindo Vara, compadre de Arturo Berrueto González, y desde finales de febrero la UAC tenía un nuevo Rector impuesto por Mendoza Berrueto: Remigio Valdés Gámez, mientras Roberto Orozco Melo era el Secretario Particular del Ejecutivo Y Humberto Gaona Silva secretario de prensa.
Por cierto, antes de que Eliseo tomara posesión de la gubernatura, Roberto Orozco Melo le informó a Flores Tapia que EMB lo había invitado a su gobierno como su Secretario Particular, a lo cual OFT le contestó: -Tú fuiste Secretario de Gobierno en mi administración, y lo que te ofrece Eliseo es menos de lo que ya tuviste.
Orozco Melo que se llegó a creer “El poder tras el trono” y Humberto Gaona sólo durarían un año en sus cargos: sus errores e intrigas no los sostuvieron. “El Tesorito” Jesús García desde la Tesorería estatal tenía más influencia que el resto de los lacayos mendocistas.
Antes de las elecciones presidenciales, en Coahuila comenzaron a surgir críticas contra los comunistas-salinistas. Para responder a los señalamientos, Hugo Andrés me concedió una entrevista en donde dijo: “Nos señalan de izquierdistas, pero no podrán acusarnos de inmorales o deshonestos”. “No aspiro a disputar cargos públicos, influencia o poder político”. “Queremos ser colaboradores y actores en un nuevo proyecto nacional de modernización”.
Semanas después realicé un reportaje en Batopilas, privilegiando la productividad del ejido y su organización administrativa, política e ideológica que publicó El Diario de Coahuila.
A mediados de mayo, Navarro acusó a José de las Fuentes de corrupto por el deshonesto manejo que tuvo la construcción de diez mil casas Meccano, en donde, también se beneficiaron Humberto Acosta Orozco (Tesorero de “El Diablo”) y Armando Castilla Sánchez (propietario de Vanguardia).
Por esos días un senador norteamericano pidió que el gobierno de EUA sancionara a México, económica y comercialmente, porque no estaba colaborando en la lucha contra el tráfico de estupefacientes. Salinas de Gortari contestó: “México no necesita certificado de buena conducta dictados por otros países. Los mexicanos no estamos dispuestos a permitir injerencias en nuestros asuntos internos. El narcotráfico tiene características multinacionales y para terminarlo se necesita la colaboración -sin presiones- de todos los países involucrados. Los norteamericanos sólo ven la paja en el ojo ajeno, sin darse cuenta de la viga que tienen en el propio: son los EUA los grandes consumidores de la droga, por lo tanto, son quienes promueven, con su insaciable mercado, que en otros países se organice el ilícito negocio de la producción de drogas”. Esta respuesta despertó simpatías por CSG, y se supo que para bien o para mal, Salinas cambiaría el país.
A mediados de abril, fue destituido el gerente regional del Banrural, Juan Manuel Grosso Montemayor, uno de los responsables de la corrupción que había en La Laguna con los créditos a los campesinos.
El 6 de julio de 1988, parteaguas de la política nacional, triunfó Salinas de Gortari en medio de un gran escándalo que acusaba al PRI de fraude. Según el secretario de Gobernación, Manuel Bartlett “Se cayó el sistema” y Salinas de Gortari se convirtió en el ganador, gracias a que Cuauhtémoc Cárdenas y el Frente Democrático Nacional se quedaron inmóviles, lamentándose del fraude sin que el Presidente electo los viera y los oyera…
(Continuará).
El nacimiento de El Periódico y el primer año de CSG…