Samuel Cepeda Tovar.
Siempre cualquier crédito que suponga endeudamiento a largo plazo es preocupante, sobre todo si éste se ha manejado en la opacidad. Y es que según consta en el acta 45 del cabildo de Allende, el municipio ha recibido del cabildo la autorización para la contratación de una línea de crédito de hasta por 23 millones de pesos para adquirir lámparas led para el sistema de alumbrado público; el problema, es que no hubo una sola nota en la prensa escrita o virtual sobre el tema, tal cual sucede con la casi totalidad de los actos que al ayuntamiento le gusta promocionar en redes y medios noticiosos.
El municipio ha recibido del cabildo la autorización para la contratación de una línea de crédito hasta por 23 millones de pesos.
Hasta el acto más simple como lo es una efeméride es publicitado en las redes sociales del ayuntamiento; por ello sorprende el hermetismo y opacidad con que se ha manejado este acuerdo de cabildo en el cual se pretende endeudar por 10 años, es decir, tres administraciones consecutivas, a los ciudadanos allendenses bajo criterios igual de opacos para un rubro sobre el cual se han presentado pocas quejas al respecto.
Y es que uno de los principios básicos del endeudamiento es sin duda la necesidad de inversión; es decir, que sea una necesidad imperante, apremiante, que sea en palabras coloquiales: “un reclamo constante de los ciudadanos”; lo cual no parece ser éste un caso de clamor social.
El agua, la inseguridad, el pavimento sí son necesidad y reclamos constantes de la sociedad; por ello llama la atención la intención de endeudarnos en un rubro que no presente mayores grados de inconformidad o exigencia social.
Pero regresando a los criterios técnicos sobre el endeudamiento, las finanzas públicas de todo orden de gobierno deben obedecer al concepto de disciplina fiscal y esta disciplina debe estar sustentada en tres aspectos básicos:
1.-Capacidad de gestión financiera; el cual se basa en la disponibilidad de ingreso propio, en la eficiencia de la recaudación, lo cual es bastante cuestionable en el actual gobierno municipal, un marco jurídico actualizado, el cual se basa en los mismos reglamentos de siempre y un nivel profesional de los funcionarios, lo cual también es bastante cuestionable la actual administración. 2. -Controles presupuestales fuertes, formales y explícitos; basados en la definición a priori del ingreso, límites de gasto y límites de endeudamiento, lo cual tampoco existe. Y, 3. Gestión de la deuda; basado en la capacidad de pago, al menor costo posible, con el más bajo nivel de riesgo posible, transparencia en todo el proceso tanto de aprobación del endeudamiento, adquisición del crédito, pago al proveedor, etc., sistemas integrales de información y seguimiento y control permanente.
Si elaboráramos una lista de cotejo basado en estos tres grandes aspectos, difícilmente el municipio aprobaría el examen de disciplina fiscal con fines de endeudamiento. La gestión de la deuda no solo se trata de aprobar la contratación y conseguir el banco que preste el dinero; sino de todo un proceso de planeación que implica resolver varias incógnitas: ¿con cuánto me puedo endeudar?, ¿en qué términos me conviene más endeudarme?, ¿cuál es la opción menos mala que me ofrece el mercado?, ¿cómo voy a administrar la deuda?, ¿cómo la voy a pagar?, ¿cómo voy a pagar los intereses, como el capital?
Y nada de esto aparece en la solicitud ante el cabildo que presente las razones para el endeudamiento basado en un proyecto que justifique y contemple la respuesta a las interrogantes presentadas. En pocas palabras; es una iniciativa basada solo en un proyecto que a alguien se le ocurrió sin el menor criterio técnico y que pone en jaque las finanzas de un gobierno que no ha sabido solucionar los problemas de la comunidad y hoy pretende acudir al peor remedio para mostrar resultados.
