Política aldeana

0
1146

El exdiputado Samuel Rodríguez Martínez y el expresidente de la Junta de Gobierno del Congreso del Estado, el actual legislador Jaime Bueno Zertuche, quien lo relevó en la presidencia ante su renuncia, y Marcelo Torres Cofiño, quien se desempeñó en el cargo un año después, siguen callados y a la vez “cómplices” ante la violación a la ley de adquisiciones del Estado de Coahuila que cometió su homólogo Emilio de Hoyos Montemayor, al adjudicar un contrato a la empresa MKF de Occidente S.A. de C.V. por un millón 392 mil pesos por servicios de guiones para anuncios de televisión y radio que no existen.   

Marcelo Torres Cofiño y Emilio de Hoyos Montemayor

 Los legisladores del PRI, PAN, MORENA y los otros partidos de la “chiquillada”, cuestionan a quienes ocuparon la presidencia porque a ocho meses de que Emilio de Hoyos del partido Unidad Democrática de Coahuila, cometió esta grave irregularidad no lo han cuestionado a pesar de que no existe ningún anuncio difundido por el Palacio Legislativo a través de televisión o radio a través de su portal de Internet.

 De Samuel Rodríguez no se extraña de que exhiba a de Hoyos Montemayor, quien es el discípulo del decadente diputado federal y líder moral de la UDC, Lenin Pérez Rivera, porque durante su gestión en el Congreso se distinguió siempre de administrar los recursos a su manera y de realizar todo tipo de transacciones al margen de la ley.

Solo tienen que preguntarle a la exdiputada Azucena Ramos, y actual secretaria de Turismo, o bien a las legisladoras, Diana Patricia González Soto, Boreque Martínez, Esperanza Chapa así como a Lilia Gutiérrez. El ex diputado Samuel Rodríguez siempre las definió como mujeres no aptas para desempeñar el cargo que ostentan. El diputado Jaime Bueno prefirió apoyarlo y no decirle nada a pesar de las inconformidades que le platicaban las cuatro diputadas.

  El lagunero Marcelo Torres tapó todo o lo que logró hacer Bueno Zertuche, porque desde entonces a la fecha sigue alardeando de mantener una camaradería con el gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís. Al igual que Samuel Rodríguez, hizo lo que quiso con las finanzas del Palacio Legislativo, porque siempre quedó bien con sus “amigos” no solo de Saltillo sino también quienes viven principalmente en Torreón, porque asegura ser el próximo alcalde de Torreón y relevar al actual edil Jorge Zermeño Infante.   

 Se entiende por qué Emilio de Hoyos en esos tiempos también mantuvo la boca cerrada sobre todas las ilegalidades que se enteró y supo maniobrar y negociar para llegar a la presidencia de la Junta de Gobierno. Solo que este último debe tener presente que dos legisladores, uno del PAN y otro del PRI, le jugaron sucio y lo exhiben cada vez que pueden como un legislador corrupto.

Samuel Rodríguez Martínez

  Samuel Rodríguez, Jaime Bueno, Marcelo Torres y el acúñense Emilio de Hoyos olvidaron por completo que quien tiene pruebas documentales que los comprometen es el Auditor Superior del Estado (KGB) Armando Plata Sandoval, quien a su vez le informa o lo que quiere reportar al Ejecutivo Estatal. El exdiputado y los tres legisladores actuales siguen tan confiados porque pregonan ser intocables en el periodo del gobernante lagunero.

   Las historias de abusos, corruptelas y filtración no terminan en el Congreso del Estado, porque el nombre que tiene apellido de metal vuelve a relucir, dado a que desde hace años tiene un “soplón” que aporta no solo documentos y tarjetas informativas. Incluso, no se descarta que esté contactado con personas que realizan espionaje telefónico en dicho inmueble.