Sor Juana Inés de la Cruz, icono de libertad y derechos de las mujeres

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“No estudio para saber más, sino para ignorar menos”.

José Luis Rodríguez Flores.

Mujer visionaria y rebelde, Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, nacida en San Miguel Nepantla estado de México, el 12 de noviembre de 1648 conocida como SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ, en su breve paso por la corte virreinal, y su vida monástica, rechazó tres veces ser la abadesa; versada en todas las métricas, (estrofa, verso y el poema)y géneros de la literatura, alcanzó con humildad, y tenacidad en el estudio, destacó en el siglo XVII, cuando no había cabida para las mujeres llegó a ser una de las mayores exponentes del siglo de oro de la literatura hispanoamericana; descollando en letras, ubicándose entre los más grandes poetas del orbe, citada metafóricamente como el “Fénix de América” y “Décima Musa”, fallecida el 17 de abril de 1695; este año se cumplieron 325 años de la muerte de Sor Juana Inés, con la modestia que le caracterizaba se imaginó,   como “LA PEOR DEL MUNDO”; comparación solo hecha con el gran filósofo Sócrates que dijo yo solo sé que no sé nada 

Según la versión de la mitología griega, eran nueve musas, hijas de Zeus y Mnemosine, (que nacieron en las nueve noches seguidas de amor entre ellos) Calíope, Clío, Erato, Euterpe, Melpómene, Polimnia, Talía, Terpsícore y Urania, la tradición indica que la musas acompañaban a los filósofos y artistas, por tanto las musas, han sido representadas en multitud de piezas artísticas durante toda la historia del hombre. Sor Juana Inés, logró con humildad, tal sabiduría y tanta estima, que los versados, tanto literatos, escritores, y el vulgo, exaltaron a Sor Juana Inés de la Cruz, a la categoría legendaria, pero muy  merecida, concediéndole el sobresaliente mote de la décima musa, comparándola a con  deidades o ninfas de la mitología griega.

 En 1664, Sor Juana ingresó a la corte del Virrey Antonio Sebastián de Toledo Marqués de Mancera, y sería la Virreina Leonor María Carreto la mecenas de Sor Juana, que con su desinteresado apoyo favoreciera la excelsa y más profusa producción literaria de Sor Juana Inés; entonces en el año 1665, intentó  ingresar a la Universidad, pero debido a la prohibición a la mujeres de inscribirse a la Universidad, Sor Juana, en su anhelo de obtener los estudios superiores, se vio obligada por la  necesidad a vestirse de hombre, para entonces, así poder ingresar a la Universidad.

Tan extensa es la obra literaria de Sor Juana Inés, que el espacio de este artículo queda corto, para nombrar sus publicaciones, me referiré solo a algunas obras de su vasta producción literaria, el primer libro Inundación castálida. Neptuno Autos Sacramentales, el Divino Narciso, el Cetro de José, el mártir del sacramento. Dos comedias u obras dramáticas, los Empeños de una Casa; y Amor es más Laberinto.  No puedo dejar de mencionar la sobresaliente respuesta dada magistralmente por Sor Juana Inés en la Carta Atenagórica réplica contra las recriminaciones, que entonces le hizo el obispo de Puebla Manuel Fernández de Santa Cruz, bajo el seudónimo de Sor Filotea de la Cruz; Sor Juana Inés hace una encendida defensa de su labor intelectual y en el que reclamaba, los derechos de la mujer a la educación, en seguida cito algunos extractos de sus  párrafos:

“Y esto es tan justo que no solo a las mujeres, que tan por ineptas están tenidas, sino a los hombres, que por solo serlo piensan que son sabios, se había de prohibir la interpretación de las Sagradas Letras, en no siendo muy doctos y virtuosos, y de ingenios dóciles bien inclinados; porque de lo contrario creo yo han salido tan sectarios y que ha sido la raíz de tantas herejías, porque hay muchos que estudian para ignorar, especialmente los que son de ánimos arrogantes, inquietos y soberbios, amigos de novedades en la ley (que es quien las rehúsa); y así hasta que por decir lo que nadie ha dicho, dicen una herejía, no están contentos. De estos dice el Espíritu Santo; in malevolam animan non intoribit sapientia. A estos más daño les hace el saber, que le hiciera el ignorar” y en otro extracto dice: Pues, Señor, ¿cómo la madre de los hijos del Zebedeo, os pide las sillas, y no se las dáis? Porque no saben lo que piden, y en Dios mayor beneficio es no dar, siendo su condición natural, porque no nos conviene, porque dar siendo tan liberal y poderoso”.  

En el ámbito nacional, con asombro, y preocupación, he visto, obvio en sus justos reclamos, el desdén que tienen algunas mujeres en su lucha feminista contra el recito de Derechos Humanos y contra el arte; además, comprendo su desilusión y comparto su frustración de no ser escuchadas, y atendidas, por lo que, sin justificar algunas de sus acciones, algunos grupos feministas, han provocado desmanes; pero hasta hoy, no me ha tocado verlas que sustenten su lucha de válidas, en su gran mayoría pretensiones, apoyarse en mujeres valiosas como Sor Juan Inés, y en lugar de dañar los cuadros de don Francisco I. Madero prócer de la democracia, y otros ilustres ciudadanos, deberían tener algún cuadro de Sor Juana Inés…. ¡Sin embargo  aquí cabe el dicho¡: “que el que obra mal, se le pudre el tamal”, ya que la toma del edificio de los derechos humanos, se debió a que probablemente se violó el estado de derecho, al nombrar a su presidenta Rosario Ibarra Piedra, sin reunir algunos requisitos previstos en la ley, como el de no haber participado reciente en algún partido político, obvio no estoy en contra de que se nombre a una mujer para presidir los Derechos Humanos, pero sí debe llenar los requisitos de las normas en la materia.

Es triste ver que en nuestra máxima casa de estudios, la UNAM, estén sucediendo atroces atropellos en contra de las mujeres, con casos de misoginia como los hechos suscitados por el Profesor de química, Mario Chin, de la catedra de química Unan, diciendo a la muchacha que la llamaban: la Mufla de Oro, porque era la que más novios tenía y la más ardiente de todos. Luego el mismo maestro Mario Chin, lanzó otro nefasto comentario sobre la mujer, comparándola con una bolsa de hielos, ¿saben por qué? Dijo: Porque al golpearla contra el suelo, afloja como la bolsa de hielo que tiene que golpear par que se aflojen los hielos. 

Casi simultáneamente, otro maestro de la UNAM Arturo Zentella, estando en clase virtual, le dice faltando el respeto  a su alumna, “que no le puede pedir sexo”, porque los están viendo sus compañeros, en la clase virtual.

Debemos, todos los ciudadanos en el país, cooperar, poniendo cada quien a su nivel, su valioso “granito de arena”, con opinión, o acciones, y sobre todo, respeto en la casa a nuestra esposa, hijas, hermanas, etc., para que no siga habiendo abusos, ni crímenes contra de las mujeres.

joseluisrf1@hotmail.com