La Zona Arqueológica de Santa Cecilia Acatitlan es un sitio fascinante situado en la vecina localidad de Tlalnepantla de Baz. En la antigüedad, Acatitlan era un altepetl (entidad política independiente) menor sujeto al altepetl mayor de Tenayuca, sede real de los pueblos indígenas provenientes del norte del Valle de México que se asentaron en las llanuras y laderas de la Sierra de Guadalupe.
Se especula que sus habitantes pudieron provenir de Teotihuacan, que es mucho más antigua, pero para el año 1299 los Tepanecas de Azcapotzalco estaban exigiendo tributo en la zona, que debían recolectar los guerreros mexicas, quienes todavía no se habían consolidado en Tenochtitlan. En la década de 1430 afianzaron su poder y gobernaron ambas ciudades hasta la conquista de los españoles, en 1521.
La pirámide que ha sobrevivido hasta el día de hoy fue el núcleo de un gran centro ceremonial. Hasta su descubrimiento, en 1923-1924, yacía bajo tierra, y no fue hasta 1961 cuando la Dirección Federal de Arqueología, precursora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), comenzó a inspeccionar la zona.
El centro ceremonial de la Pirámide de Acatitlan estaba principalmente dedicado a la adoración de Huitzilopochtli y Tlaloc, al igual que en Tenochtitlan. La construcción de la pirámide tuvo lugar en ocho etapas sucesivas. En el siglo XVI le fueron extraídas algunas estructuras y materiales externos para construir la cercana Iglesia de Santa Cecilia Virgen y Mártir, que aún conserva su estructura original, aunque fue renovada en el siglo XVIII.