Rufino Rodríguez Garza.
De la pequeña presa que se llama “Zacarías”, al igual que el cañón, me di a la tarea de dirigirme y subir al puerto, donde localizamos hace varios años esta extraña figura grabada.
El grabado es único, pues aunque en otros sitios de estas parcialidades hemos observado la interacción del ser humano relacionado con los venados, aclaro que a estas figuras o diseños se les llama: “Dibujos de Antropozoomorfos” el animal y su creación: el hombre!
En las inmediaciones de San Felipe, cerca de la comunidad de Alto de Norias pudimos localizar una asta de la que emerge una figura chamánica en forma de hombre. En el sitio que se le conoce como “Ojo Frío” se localiza una figura humana con lo que parece ser un extraño tocado en forma de asta de venado, cérvido que podemos identificar de la familia de los Cola Blanca. Este último a la orilla del arroyo de Patos, en las proximidades de Paredón. Debo hacer la aclaración que todos los antes mencionados grabados se encuentran en el Municipio de Ramos Arizpe.

El sitio está muy apartado, es localizado en un puerto no muy lejos de las pinturas del Cerro Frentón. Llegar por el lado de la presa Zacarías o por el lado del Cañón de las Lagartijas es toda una odisea, pues la maleza y lo pedregoso del terreno y la serranía, sin contar con lo empinado de la misma, hacen que se complique el acercarse al lugar del grabado. Las dimensiones son más bien pequeñas, solo llega a los 45 centímetros y la envergadura o lo ancho de los brazos-asta es de escasos 31 centímetros.
De los pocos visitantes que han estado en este escondido lugar es el maestro José G. Flores Ventura, el cual quedó impresionado de esta figura, al igual que el Lic. Ariel Colín quien manifiesta que esa figura es de sus favoritas dentro del extenso catálogo de grabados rupestres, pues “expresa la manifestación de la transformación de lo físico a lo espiritual transformando la materia en espíritu a través de la magia”.
El torso parece una navaja, aguda en la parte superior y rellena completamente. De la “cabeza” se desprenden las astas, que en este caso hacen las veces de los brazos del chamán y de la parte inferior se desprenden las extremidades inferiores que en este grabado son las pezuñas del venado. En lugar de los pies se le grabaron pezuñas bifurcadas; además podemos observar cuatro huellas en torno del grabado; de igual forma en la parte posterior de la roca se pueden observar dos grabados de huellas de bisonte.
El sitio es de por si antiguo, “temprano” dirían los arqueólogos, pues en los alrededores pudimos localizar algunos Átlatl’s y también algunos grabados de los que conocemos como “símbolos de territorialidad” o las temibles hondas. También es oportuno hacer notar la gran cantidad de proyectiles o navajas finamente grabadas que localizamos en el lugar.
Llegar al sitio no es fácil, pero bien puede uno no solo admirar el paisaje, sino que está relativamente cerca de las pinturas del Frentón. No hay vandalismo, pues lo alejado del lugar ha conservado el sitio.