Larrea vs Gómez Urrutia

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por José C. Serrano Cuevas.

El 19 de febrero de 2006, 63 trabajadores quedaron atrapados en la mina de carbón Pasta de Conchos, donde colapsaron varios túneles. La mina ubicada en la Región Carbonífera cercana a Sabinas y Nueva Rosita, Coahuila, era operada por el Grupo México, dirigido hasta la fecha por Germán Larrea Mota Velasco.

Germán Larrea y Napoleón Gómez Urrutia

Los trabajadores de la compañía minera más grande del país, laboraban en el turno de las 22:00 a las 6:00 horas; todos ellos quedaron atrapados por una explosión de grandes dimensiones y fatídicas consecuencias.

El 23 de febrero de 2006 fue localizado y rescatado el cuerpo de uno de los trabajadores fallecidos, Felipe de Jesús Torres Reyna; el 1 de enero de 2007 fue localizado y rescatado el cuerpo del segundo muerto en la explosión, identificado como José Manuel Peña Saucedo, vecino del cercano poblado de Palaú.

Días previos al funesto suceso, los mineros se habían quejado de la concentración masiva de gas metano, muy por encima de los estándares legales para poder trabajar. La patronal, el gobernador del estado de Coahuila, Humberto Moreira Valdés y las autoridades de la Secretaría del Trabajo a nivel federal, hicieron caso omiso de la advertencia.

El titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) en esa etapa del desgobierno del deslenguado Vicente Fox era Francisco Javier Salazar Sáenz, quien benefició al Grupo Industrial México debido a los intereses que integrantes de la Fundación “Vamos México” tenían en la mina Pasta de Conchos.

Entre los socios de la fundación de Marta Sahagún figura Valentín Díaz Modoro, asociado honorario, y presidente del Grupo Mevadi Internacional, empresa perteneciente al Grupo México. Así como este personaje hubo otros mojigatos, rezanderos y meones de agua bendita, vinculados a esta cofradía.

Salazar Sáenz benefició al Grupo México al ocultar las deficiencias en las inspecciones de Pasta de Conchos, así como las condiciones de seguridad de trabajo para los mineros. Los inspectores de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social realizaron recorridos en Pasta de Conchos una semana antes de la explosión, que terminaría con la vida de 65 mineros. No fueron eficaces para prevenir los accidentes.

El Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSRP), liderado por Napoleón Gómez Urrutia, también tiene corresponsabilidad en el caso Pasta de Conchos.

No todos los trabajadores fallecidos eran miembros del gremio, la mayoría estaba conformada por obreros subcontratados de una empresa denominada General de Hulla. Aquí la responsabilidad del sindicato es el permitir la intermediación de un subcontratista. Además, el sindicato tenía todas las facultades legales para emplazar a huelga a la empresa por las pésimas condiciones de seguridad en el trabajo, y no lo hizo.

El Tema relacionado con la tragedia de Pasta de Conchos recobra relevancia tras el anuncio del presidente Andrés Manuel López Obrador, mediante el cual ordena iniciar el rescate de los restos humanos arrumbados por trece años en el fatídico socavón.

Voces contestarias de coahuilenses consternados por la inacción de las instancias obligadas a emprender dicha búsqueda expresan que se debe enjuiciar a los directivos del Grupo México, a los ex integrantes de la burocracia dorada de la STPS de la era foxista y, de pasadita a los dirigentes del SNTMMSRM.

Del dicho al hecho hay mucho trecho. Mientras tanto, en el ring, el senador Gómez Urrutia y el multimillonario Germán Larrea hacen rounds de sombra.