Zedillo, el protector de AMLO

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por Sócrates A. Campos Lemus.

En el hotel Four Season, un lujoso y céntrico hotel en la capital del país siempre en desayunos, cafecitos, comidas reúne a muchos políticos de alto nivel y pedorraje, como diría el Tío Lolo, refiriéndose a los políticos mexicanos que han superado aquellos tiempos del puro, sombrero tejano, las botas tipo Fox, de las carteras repletas, de las charolas y de las pistolas al cinto, hoy, en vez de charolas cargan las compu de última generación, en vez de pistolas usan celulares de alta tecnología, en vez de sombreros, muchos, saliditos del closet, usan diademas o polveras según sea el caso, en fin, lo cierto es que desde que “entramos a la ruta crítica, perdimos la ruta de la “Robolución” y, la tecnocracia, desplazó a los políticos en forma alarmante, de tal suerte que hoy en día, la verdadera lucha es entre los grupos de políticos incrustados al lado de tecnócratas en Morena, contra los tecnócratas de los demás partidos, y así, al parecer, existen nuevas rutas de incorporación de los viejos grupos políticos que bien le hayan servido a los Estados Unidos, y es por tal motivo que la gente de Carlos Salinas y de Ernesto Zedillo, se van incorporando desde atrás del telón al nuevo equipo de Andrés Manuel, que al parecer, entendió que sin ellos no sería posible llegar al poder, total, el poder no es ahora propiedad de un hombre: el presidente, sino es propiedad de un equipo y para ello, están los que llegan para tomar partido, y otros, para tomar venganzas, y para esto se ha incorporado José Córdova Montoya, al equipo de AMLO, por parte de su verdadero jefe, Ernesto Zedillo, el cual es ahora un gran promotor de los grupos empresariales que lograron superar la crisis en los tiempos de Salinas y de Zedillo, y ahora, son los grupos mandamases del poder económico en el país del cual, al final de cuentas, Alfonso Romo será el coordinador como Jefe del Gabinete, es decir, una especie de vicepresidente que controla el poder económico y reparte y comparte los jugosos contratos y el uso de los recursos públicos para hacer sus negocios privados, total, es lo normal, ya que el Peje jamás se ha comprometido a realizar un cambio de sistema, sino de la relación de fuerzas y de poder en el país, evitando, dice él, la corrupción, no las transas en el camino del poder.

La fuerza que nuevamente acumula José Córdova Montoya será definitiva.

Así, en su columna Dinero y poder, Víctor Sánchez Baños nos recuerda: “Zedillo fue el impulsor de López Obrador. Metió el hombro por él luego de perder la gubernatura con el movimiento en contra de Roberto Madrazo a quién le exigió renunciara a la gubernatura a lo que, el que fuera después líder del PRI y candidato presidencial, amenazó con romper el Pacto Federal. Al fallar, el entonces presidente del IFE, José Woldenberg le otorgó a López Obrador credencial de elector con residencia por 5 años, para lograr la jefatura de Gobierno del Distrito Federal”…

Así, Zedillo y sus gentes de confianza lograron evitar que Madrazo que era un pésimo candidato, pudiera avanzar para alcanzar el poder, y mejor lo dejaron en un “cambio” coordinado y operado desde el poder presidencial por parte de Zedillo y en favor de Vicente Fox, y en esta nueva historia, es donde se tiene que comenzar a investigar cómo vamos cambiando de rumbo y de cómo los cambios están siempre dirigidos a mante- ner los intereses de los grandes inversionistas nacionales y extranjeros y, sobre todo, el sometimiento de los mexicanos a los dictados e intereses de los Estados Unidos, si por algo desde hace años, el Secretario de Estado de los Estados Unidos declaraba que: a México, no tenía que imponerse un presidente a la fuerza, sino que se debería educar a los hombres más inteligentes y ambiciosos en sus escuelas, para que ellos lograran el cambio en favor de los intereses norteamerica- nos, y de ahí, la famosa escuela de los tecnócratas formados en los Estados Unidos, con la llegada de Miguel de la Madrid, con Salinas de Gortari, con Ernesto Zedillo, con el gerente de la Coca-Cola, Vicente Fox, con el borrachín de Calderón y con los cambios y modernizaciones realizados en el provecho de los gringos, por parte de Peña Nieto, y bueno, antes de que exploten las gentes por el encabronamiento y el hartazgo, prefieren dar el poder a un hombre que puede controlar a las masas y dejar pasar el tiempo para que no estalle un movimiento insurreccional en el país con consecuencias desastrosas por la violencia que generaría.

Así que AMLO es el mejor candidato para controlar a las masas, y a lo mejor, para darles un poco de migajas de los recursos públicos que se utilizan para controlar a los grupos civiles en el país…. y por ello, el grupo de poder está revuelto con izquierdistas y financieros, que comandados por muchos ex funcionarios del zedillismo, ahora guiarán la economía nacional, así, el regreso de Marcelo Ebrard, mostrará que tan grande y afilado es el sable que servirá para cortar las cabezas de los políticos que siempre se han opuesto a López Obrador, y con la fuerza y la intención de los votos, esa fuerza no se debe ni puede descontrolarse porque entonces causaría grandes males, y no creo que AMLO permita que esto suceda, a menos que la burbuja que desde hoy le rodea tenga más poder que él.

Claro que la fuerza que nuevamente acumula Córdova Montoya será definitiva, porque a pesar de lo que digan, él conoce la forma de gobierno socialista y lo que se puede decir “populista” que no sería otra cosa que el nuevo rescate del nacionalismo revolucionario, y así pues, no hay más seguridad de que seguirán los grupos del poder utilizando los bienes y los fondos públicos para hacer grandes negocios privados, porque no les queda de otra, o frenamos la economía de golpe… y al frenón, el empujón… y las caídas… Por lo pronto ya salvaron la cárcel Gabino Cué y su socio, Jorge “El Coco” Castillo, y no por la voluntad de AMLO sino por otras transas y andanzas… pero así es la política, unos abajo y otros arriba y, después, la caída y la levantada…