Los cambios no se hacen con sermones

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Sócrates A. Campos Lemus.

En vez del discurso que todos esperaban, recibieron “el sermón de Macuspana” y esto es casi casi como el Sermón de la Montaña.

Genial, extraordinario, fabuloso, pues ahora nos anuncian que en la CDMX se instalarán “Guarderías para los adultos mayores”.

Y que bueno es esto de las guarderías para adultos mayores, por supuesto que la rueda de la vida nos hace regresar a los viejos tiempos cuando iniciamos la vida, no teníamos dientes para masticar y tomábamos leche, claro, de los pechos de las madres o de los biberones, y a lo mejor por ello se hicieron tan especiales y populares los implantes de pechos, nos hacíamos pipi y popo en los pañales y por ello teníamos la atención horrorizada de nanas o de padres, y bueno, en la edad adulta muchos pues tienen que utilizar esos pañales, no podíamos caminar hasta que nos fueron tomando con las andaderas o los rebozos de las nanas y nos obligaban a dar pasitos y de viejos pues andamos con andaderas o en sillas de ruedas, no podíamos hablar y de viejos preferimos callarnos por no poder escuchar o simplemente porque ya lo hemos escuchado todo y queremos silencio y tranquilidad, nos llevaban a las escuelitas, kindergarten, les decían, y ahora pues nos mandarán a las guarderías para adultos mayores, está bien, así no jodemos ni damos lata, nos podremos ver entre iguales: viejos y jodidos y a lo mejor pues cuando menos podremos echar a andar la máquina de los recuerdos y hablar de tonterías si es que recordamos, porque al paso de los años hasta eso perdemos, en fin, será sin duda una buena idea, a lo mejor funciona porque al paso que vamos cada día somos más los viejos y cada día pesamos más a los nuestros, ojalá, cuando menos dejemos de ser lata por algunas horas y lleguemos fastidiados y cansados a dormir a las casas después de que nos recojan de la guardería… Sin duda, una buena idea.

Y ahora que vemos los escándalos y los gritos y las protestas y los chiflidos que se muestran en manifestaciones de descontento en las reuniones que realiza AMLO, como la de Macuspana, pensamos que hay mucho mar de fondo. No todo es lo espontáneo que creemos, es la manipulación de los que andan buscando puestos, sí, sabemos cómo nos diría algún viejo amigo militar de cuando nos hablaba del 68, nos decía que gran parte del movimiento se gestó por los “De la banca”, y cuando protestamos porque pensamos que nos hablaba de los de la banca de los bancos, pues no, decía: “Muchos de los de la banca, que están en la desocupación pues no andan en la pendeja, piensan mucho más en cómo joder a los que están porque los que tienen chamba pues andan en lo suyo y los desocupados pues andan también en lo suyo que es joder y joder hasta que tiene en su favor “el quítate tú para ponerme yo”, porque no hay nada como continuar mamando de la chiche presupuestal”

Y esto lo intuyó el presidente entre gritos de “protesta” al grado de que estuvo a punto de dejar de hablar y dejar el famoso mitin, pero al final de cuentas, a pesar de que digan que pierde confianza, pues a lo mejor, pero no pierde adeptos, hay muchos resentidos sociales que ahora son atendidos de ladito, pero lo son, y esto les deja como “obligación” el de ser incondicionales y lo son, llegan incluso al dogmatismo y así pues no hay nada que hacer. Por ello, hemos insistido en que los clasemedieros pues se ocupan y preocupan pero no saben bien a bien cómo formar realmente una fuerza opositora, y es que no hay forma de enfrentar a las masas dogmatizadas y alocadas, manipuladas, y así pues todo parece tener otro sentido, es por ello que el presidente se lanza a dar un sermón, sí, un sermón, alegando que no deben permitir que los oportunistas que quieren tener puestos y presupuestos sean los que marquen los tiempos políticos y manipules a las bases y es que al final de todo, cuando uno hace un análisis de lo que viene sucediendo en las pugnas en MORENA, no hay más razones que las ambiciones de los que ahora están fuera y quieren mamar de los puestos y presupuestos por el simple hecho de que han estado en las malas, y ahora, quieren estar en las buenas. Muchos políticos se han dado cuenta de que en el pasado proceso electoral tuvieron que llenar los puestos con muchas gentes, incluyendo a fifís y parientes de grandes especuladores financieros y políticos chapulines para llenar los puestos, y para su sorpresa arrasaron y sin hacer absolutamente nada en las campañas pues de pronto eran funcionarios o políticos electos en las cámaras de diputados o senadores o en las presidencias municipales, y eso los ha motivado para pensar en que con solamente estar en las listas de MORENA pueden llegar a tener los puestos y los presupuestos, y les vale lo de la 4T, ellos quieren, muchos, continuar mamando del puesto y del presupuesto y esto se llama ambición y oportunismo, y por eso, en vez del discurso que todos esperaban en Macuspana, pues recibieron “el sermón de Macuspana” y esto es casi casi como el Sermón de la Montaña… las bases para el dogma.

Debe ser impresionante para un político el ver que en las buenas poco se acordarán de lo que se hizo, pero en las malas, todos se acordarán de los errores. Cuando la ocupación de las calles de Reforma muchos protestaron, pero el tiempo dejó que se fueran calmando las protestas y se fueran a sus casas, dejando solo, muy solo al gran “perdedor” y solamente existían protestas pero no acciones en contra de los que le robaron la elección, esto es una realidad, las masas, cuando no tienen ganador pues se van a sus casas, no quieren arriesgar nada a menos que estén en un movimiento de rebelión y bien organizado, pero mientras pues andan buscando el “pan de cada día” y por ello, en la política, digan lo que digan los que andan en esas tareas andan en busca de los puestos con presupuestos, no en la lucha por servir sino por servirse de los demás, ésta es la realidad y al tiempo que ya lo verá el presidente, no es sencillo cambiar el dogma y las ambiciones que están en el corazón de las gentes, cada uno lucha por lo suyo y no por el bien y apoyo a los demás… al tiempo, ya lo veremos, los cambios no se hacen con sermones… se necesita mucho más.