Sócrates A. Campos Lemus.
Son muchos los gobiernos que se vienen a dar cuenta de que los medicamentos utilizados para combatir al coronavirus pueden ser muy baratos en su producción, de acuerdo a los análisis de especialistas éstos no deberían tener un costo superior al dólar, sin embargo se venden por las grandes empresas farmacéuticas en más de treinta o cuarenta dólares, y este es uno de los enormes negocios que tienen las empresas de tal suerte que ahora especulan mucho sobre la posibilidad de que tal o cual laboratorio internacional ya tendrá la vacuna en contra del coronavirus en tales fechas, y esto hace que sus acciones lleguen a tener mayor valor, es decir, les vale madre la salud de las gentes, les interesa, a los dueños de esas empresas farmacéuticas, los dineros y el valor de sus acciones y el de sus productos.
Hemos dicho desde hace meses que en las farmacias se da también el mismo sistema, se va especulando y calculando la demanda de determinados productos y se les van aumentando los precios mes a mes sin que alguna autoridad ponga un alto al enorme aumento de los precios de los productos para los enfermos crónicos o los que van operando con el manejo de “gratificaciones” a los médicos, que recetan tal o cual producto a sus pacientes y con el cuento de que les dan a los clientes tarjetas de “descuento” pues se tienen sus datos y cada vez que se compra algo solicitan las recetas o inmediatamente las cargan a los médicos “premiados” con tales temas, y para ello se habla mucho del valor y de la ética de los médicos y solamente vemos que no la tienen, es más, en muchos sitios cuando uno ocurre a los hospitales oficiales pues ahí el médico que les atiende normalmente lo hace de mal modo y de forma inadecuada, por ello, hay muchas quejas, claro no son todos, pero de que los hay los hay y lo primero que dicen es que no tienen los medicamentos adecuados y que les darán los de la tabla a ver si les hace algún bien, pero si quieren mejorar pues no hay más remedio que acudan a sus consultorios particulares o a sus clínicas y ahí ya tienen un nuevo cliente al que explotan a más no poder, incluyendo, sin duda, operaciones que no necesitan, pero en fin, la desesperación de los enfermos para sanar los hace ir a todas.
Hace años en Monterrey cuando quise comprar un medicamento para control de la presión pues éste siempre ha sido caro y aumenta todos los meses, y algún ofrecido me dijo, pues no sé para qué le hace tanto al cuento si esos medicamentos se pueden conseguir con uno que surte los medicamentos que se roban del Seguro o de las clínicas o del ISSTTE y lo venden a mitad del precio y comentaba que, además, él como un enfermo de diabetes pues eso es lo que hacía y se ahorraba el cincuenta por ciento de los productos que tenía que comprar mes a mes, claro que lo mandé a volar y fui a comprar mi medicamento al precio alzado al que lo vendían en la farmacia.
Todo esto es del conocimiento popular, lo cuentan incluso médicos y enfermeras en forma de chiste y algo gracioso, pero existe, y lo curioso es que no hay autoridad que investigue y ponga orden con el cuento de que los “sindicatos” generarán problemas y conflictos si se les toca sus nichos de poder y ahí es donde la burra tuerce el rabo…
Y sin duda, si las escaleras no se lavan de arriba hacia abajo pues las cosas siguen igual, por esa razón hemos visto que los funcionarios de compras de los medicamentos en muchas instituciones son de las gentes de mayor confianza de los directivos, porque son los que les llevan las comisiones porque ellos dan las autorizaciones, solamente bastaría conocer la lista de los encargados de las compras en los años recientes de las farmacias, hospitales y centros de salud para ir a ver cómo viven y cómo se han enriquecido, eso no tiene pierde, pero por supuesto que hablamos mucho pero no hacemos nada y queremos que de un día para el otro AMLO y su gente controle y cambie una institución como la de salud que viene desde hace muchos años torcida y llena de corruptelas, el tema de los conflictos y problemas que se dan en este sector no son sencillos y no tenemos la menor duda de que en muchos campos de la comunicación los operadores de “relaciones públicas” de los grandes empresarios de la reventa de medicamentos y laboratorios gastan una muy pequeña pero significativa parte para alentar con sus “chayos” y publicidad a muchos para que generen desinformación y provoquen dudas sobre las acciones que se realizan en este sector tan importante.
Creo que AMLO no entiende que para que lo dejen debe llegar a la raíz de esos grupos y ponerles un orden y llamarles a las investigaciones sobre sus enormes utilidades y de las formas que mantienen sus niveles y caminos de corrupción que hoy con la pandemia pues hace su “agosto” en abril…
Uno de los graves problemas en Oaxaca, por ejemplo, es el que se enfrenta en el sector salud, donde por años, los “coyotes” empresariales que tienen las relaciones de compadrazgo y negocio con políticos operan las compras de medicamentos y equipos para el sector, y el asunto más grave es el que se ha concedido en los tiempos de Gabino Cué y de su socio Jorge, “El Coco”, Castillo, con su compadre, uno de los altos funcionarios del CCE recomendado para los negocios por el ex presidente Peña Nieto, y ahí dejaron en las compras por medio de sus primos y compadres un hueco financiero en el sector de diez mil millones de pesos, y ahí está el tema, por esa razón es lógico que desde hace años las corruptelas se dan en forma “normal” en el sector y de ahí también los conflictos “laborales” que solamente llegan a proteger a los que han “comprado plaza” en los sindicatos, y por ello, la forma en que siempre mantienen al sector en conflictos y crisis… algo debería investigar realmente AMLO para entender mejor el tema y poner orden y llevar a los responsables a la justicia, porque es lo que toca y ya…