Javier López Medina.
Cristóbal Colón describió en su diario de abordo, el “paraíso” que había encontrado en el nuevo mundo, con lo cual daría inicio a la conquista.
Durante su viaje, Colón escribió un diario, que se conoce como “diario de abordo”. En él escribió el día a día de lo que fue viendo, percibiendo, y soñando de acuerdo a su cosmovisión del universo, sus deseos, sus intereses personales y políticos.
El diario de abordo, es el único documento existente de aquel viaje, prueba indudable de que se había descubierto un nuevo mundo y que ese mundo era tal como Colón lo dibujó en su memoria y lo plasmó en su diario.
El diario, era el elemento clave que habían pedido los reyes de España, como una prueba irrefutable de que Colón, había descubierto ese nuevo mundo, de que Colón había estado ahí.
En cuanto Colón llegó a España, esa prueba desapareció para siempre de sus manos. Los Reyes se lo pidieron por un momento, pusieron a dos escritores a que lo copiaran, cuando se lo devolvieron a Colón, le devolvieron la copia elaborada por los escribanos, el cual ahora se conoce como el escrito a dos manos. El original nunca más lo volvió a ver.
La reina le hecho la suerte, le dijo a Colón que el manuscrito original, nunca más lo volvería a ver. Y así fue.
Hoy lo que existe para la historia es una copia de la copia, la cual rescató el hijo de Hernán Cortés por un lado y Bartolomé de las Casas por otro lado. Pero del original nada se supo, después del siglo XVI.
A partir de ahí la historia del diario de abordo, se convirtió en un misterio, en una leyenda, en un mito.
En ese diario de abordo, Cristóbal Colón describe las bellezas naturales de América, las analogías geográficas que había entre España y el nuevo mundo descubierto; el mismo clima, las mismas estaciones del año, los mismos cantos de los pájaros, las mismas lluvias, lugares ideales para embarcar y transportar los productos; materias primas; oro y plata que encontrar y pueblos sumisos que conquistar.
Las similitudes entre España y el Nuevo mundo eran tantas para Colón que, para él, el nuevo mundo no era más que una extensión de la propia España.
Pero a 500 años de la conquista el autor del libro Cristóbal Colón. Diario de abordo. Edición Chistrian Duverger. Cimbra los cimientos del diario de abordo Cristóbal Colón. Lo cuestiona, lo interroga, lo acorrala, lo pone “contra las cuerdas” y lo hace tambalear.
Pone en la mesa del debate los intereses políticos y personales de Colón para escribir un diario a modo, el cual, según el autor, no siempre se apega a la realidad o a veces le parece muy lejos de la misma.
Se pregunta por los intereses de Cristóbal Colón, se interroga ¿porque describió una realidad a veces inexistente o a veces exagerada? Encuentra razones alejadas del romanticismo y muy cerca de la gloria y el poder.
Reflexiona, ¿porque Colón, después de haber descubierto el nuevo mundo se entrevista primero con los reyes de Portugal en lugar de ir a Sevilla? En un escenario donde había una batalla entre los dos países por la conquista de los mares, los territorios y el comercio.
El autor, crítico, agudo, suspicaz, cuestiona ¿por qué Colón, iba poniendo nombre a todo lo que veía? “No hay una bahía, un cabo, una sierra, un lago, una punta, una playa que no haya recibido del descubridor su bautizo”. Le adjudica un papel de conquistador, más que de geógrafo.
Escudriña de manera meticulosa y fría la ruta de viaje de Cristóbal Colón, revisa los tiempos, las fechas, los días y las noches y concluye que las “cuentas” no le salen, al prestigiado historiador.
Afirma que Colón nunca estuvo buscando las Indias, porque Colón dentro de su visión “intenta describir las indias como si fueran una extensión de España”.
Sostiene la hipótesis de que Colón, ya tenía antecedentes de a dónde iba a llegar, dice; en su viaje, nunca se perdió, nunca dudó y llevaba justo lo que lo que les iba interesar a los habitantes del nuevo mundo; vidrio y metales. Pero no llevaba textiles porque en el Nuevo Mundo, no los usaban.
La mirada del autor sobre el diario de viaje de Cristóbal Colón, es fresca, atrevida, audaz, y punzante, golpea con dureza datos, los contrapone, los contradice. Y se sostiene.
El texto del autor se divide en los siguientes apartados:
Apartado I: Introducción. Lectura del diario de abordo
Apartado II. El primer viaje del almirante. Cristóbal Colón
Apartado III. Diario de a bordo del almirante Cristóbal Colón. Primer viaje.
Apartado IV. Carta a Luis de Santángel.
Apartado V. Cronología.
Apartado VI. Bibliografía.
El libro del autor es un libro que juega, arriesga contradice. Un autor que ve el “diario de abordo” con otra mirada.
*Esta reseña se escribe en el marco de los 500 años de la conquista. Que se cumplirán el 13 de agosto del 2021.