Las vicisitudes de Rubén Moreira

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José Guadalupe Robledo Guerrero.

En las elecciones del pasado 6 de junio, en las que la coalición Va por México (PRI-PAN-PRD), logró que Morena y sus aliados no consiguieran la mayoría calificada para realizar reformas constitucionales, que fue a final de cuentas lo que se perseguía. Va por México sorprendió a tirios y troyanos al obtener el triunfo en 9 de las 16 alcaldías de la Ciudad de México, lo que hasta la fecha no ha podido superar AMLO, razón por lo cual responsabilizó de su derrota a los periodistas críticos y a la “manipulada” clase media mexicana, a los que no ha cesado de denostar en las mañaneras.

Como resultado de las elecciones, el 18 de junio el PRI que dirige Alejandro Moreno “Alito”, convocó a los diputados federales ganadores para elegir al próximo Coordinador de la bancada priista en la Cámara de Diputados, recayendo el nombramiento en el exgobernador Rubén Moreira Valdez que fue electo con 70 votos de los 71 legisladores.

Inmediato al nombramiento de Rubén Moreira, comenzaron a fluir infinidad de comentarios en los periódicos y en las redes sociales, donde las fobias que circularon muestran la desconfianza sobre la actuación de los diputados priistas coordinados por Rubén, pues se teme, incluso se asegura, que la bancada priista apoyará las iniciativas presidenciales, para reformar constitucionalmente al INE, desaparecer los legisladores plurinominales y realizar la reforma eléctrica.

En respuesta, Rubén concedió entrevistas sobre el particular, una de ellas a Carlos Loret de Mola, en donde salieron a relucir los votos que Rubén Moreira ha dado a favor de las iniciativas presidenciales: guardia nacional, datos biométricos, periodo extraordinario para reformar la ley de adquisiciones y la desaparición de los fideicomisos. Rubén aceptó no ser el único de su bancada que había votado en favor de esas iniciativas.

Pero dejó en claro, que en la próxima legislatura la bancada priista se convertirá en una oposición real a Morena, y rechazarán la iniciativa para modificar el INE y por supuesto, para evitar la desaparición de los plurinominales. También hizo ver que tenían compromiso con el PAN y PRD, con los electores y con su partido, el PRI.

Independientemente de las filias y fobias y de las especulaciones sobre la futura actuación de Rubén Moreira, lo cierto es que el exgobernador de Coahuila no es un improvisado en el análisis político, ni mucho menos en las cuestiones electorales, tampoco es un ignorante, conoce la historia y la realidad del momento político, lo que hace suponer que sea cual fuere su futura participación quedará claro cuáles fueron sus motivaciones en estos momentos cruciales de la política.

Seguramente Rubén Moreira tiene ya una lectura de lo importante que es su participación en la Coordinación de la bancada priista, porque no hay duda que es un miembro influyente en su partido. Rubén sabe que la clase media salió a votar para detener la actitud dictatorial del presidente López Obrador, y que de lograrlo fortalecerá a su partido para las próximas elecciones: en 2022 las elecciones gubernamentales en Hidalgo y Oaxaca, en el 2023 las de Coahuila y el Estado de México y en el 2024 las elecciones presidenciales.

El exgobernador coahuilense también debe haber evaluado el desgaste que ha sufrido en dos años y medio la 4T, los presidenciales favoritos de AMLO y el presidente López Obrador. Rubén Moreira debe tener un pronóstico sobre lo que habrá de experimentar la política nacional, y sabe que para la clase media, los empresarios, periodistas, intelectuales, científicos, organismos civiles y para muchos trabajadores industriales, su futura actuación será determinante, para que su partido recobre algo de lo mucho que perdió en 2018.

Por eso, de la bancada que Rubén coordinará, está supeditado el renacimiento de la confianza en el PRI, porque de los diputados priistas depende que Andrés Manuel López Obrador no logre las reformas constitucionales que pretende. No hay que olvidar que la bancada priista es la única que le puede proporcionar a AMLO la mayoría calificada, y lo menos que podemos pedir es congruencia con el momento histórico del país. Rubén sabe lo que se juega, por eso el beneficio de la duda.

Política aldeana

Los priistas aldeanos siguen siendo un club de halagos mutuos, que sin razón ni méritos, mucho menos autocrítica, le hacen reconocimientos a los suyos, tal es el caso del exgobernador Eliseo Mendoza Berrueto, a quién la Facultad de Contaduría y Administración de Torreón, con el voto de la Comisión de Honor y Justicia del Consejo Universitario de la UAdeC, lo hicieron Master Ad Vitam, porque según el rector Salvador Hernández Vélez “Es un hombre visionario y trabajador, ejemplo para las nuevas generaciones”. Seguramente por el paso del tiempo, se les olvidó que Mendoza Berrueto fue un gobernador corrupto, abusivo, inmoral, que saqueó a Coahuila a través de Jesús García López “El tesorito” y otros más de su pandilla, y que durante su sexenio hubo muertes que nunca se aclararon, como el asesinato del líder magisterial Eliseo Loera Salazar. Pero cada quien se hace tonto como Dios le da a entender. Allá ellos.

Pregunta huérfana

Por su enojo con la clase media mexicana, Andrés Manuel López Obrador prometió que crearía una nueva clase media. ¿Habrá inventado AMLO una fábrica que produzca clasemedieros o tiene una varita mágica para crearlos? Para vergüenzas no paramos. Allá él.