Sócrates A. Campos Lemus.
No tengo la menor duda de que el candidato que con mayor esfuerzo va subiendo en la contienda presidencial es José Antonio Meade, no solamente lucha contra sus contrincantes, también contra muchos traidores, no de los que van y traen, no de los que apuñalan por la espalda, y esos, muchos de ellos están a su lado aparentemente, son los funcionarios que buscan encontrar mecanismos para su sobrevivencia, son los que no quieren dejar el puesto y el presupuesto y están dispuestos a dejar solo a su “gallo”; mientras éste les garantizaba una buena existencia con los puestos que les diera durante su paso por las muchas secretarías y los puestos políticos en la administración pública, con ellos, pensó en un momento, salir adelante y, bueno, todos se equivo- can y al parecer pesan más los intereses y las ambiciones personales que las lealtades.
José Antonio Meade tiene que luchar en contra de la impresión real que existe entre los ciudadanos de que este gobierno los robó y los engañó, al parecer, se tendría que dar cuenta que muchos de los exgobernadores incluyendo, por ejemplo, al mismo hampón de Gabino Cué y su pandilla, que robaron más de treinta mil millones de pesos a Oaxaca, fueron dejados para que, sin supervisión y sin información, pudieran hacer sus despojos a los recursos federales y estatales, y en ello, no hay duda, existe una enorme responsabili- dad de los funcionarios de Gobernación, Cisen y la SHCP, al igual que la misma Auditoría de la Federación, de los Diputados que dejaron hacer y deshacer esos hurtos y de los Senadores que se hicieron como el Tío Lolo pensando que, al final de cuentas, tendrían la “lealtad” de los pillos, porque sabrían de sus corruptelas, pero no ha sido así.
La realidad es que la situación económica es grave y que las familias mexicanas están cansadas de ser extorsionadas y exprimidas por las autoridades hacendarias y los pillos estatales, porque saben que al final de cuentas, los recursos públicos, solamente se utilizan para hacer negocios privados, y esta situación sin duda es un enorme lastre en contra del candidato “independiente” del PRI, José Antonio Meade.
Por esas y otras razones se sabe, por las filtraciones que se reciben en los medios de comunicación y por medio de los altos niveles de la política y la administración y los acuerdos que se tejen con los empresarios y banqueros que además, decíamos, ahora, José Antonio Meade, sufre la traición de muchos que consideran que como “van perdidos” porque no han hecho su labor y talacha, porque dejaron que se controlara al PRI con tecnócratas que no conocían los procesos electorales ni a las bases del partido, lo mejor sería dejar a Meade como los vaqueros solititito, e irse a refugiar en los faldones del PAN, ni siquiera de la alianza tan rara que impulsa a un pillo como Anaya, para resguardarse en la administración pública, y es por ello que, dándose cuenta de esos juegos perversos de los políticos oportunistas y corruptos que viven de la administración y de la política, Meade, cambia y exige que se le deje a un hombre de su confianza y de mayor experiencia electoral el mando del PRI, y es como llega al poder el “Negro” Juárez Cisneros, pero no puede quedarse con ese esquema de niños bien y de tecnócratas que saben hacer rutas críticas pero no empolvarse los zapatos en una campaña, que debe convencer para vencer, y los debe, como dirían los viejos priístas: mandar a la chingada, porque la batalla no está perdida y menos se dejará perder por los oportunistas, cínicos y desleales, porque se debe entender que: La política es de hombres, no de cobardes y agachones.
Sin duda, muchos aspiran a que sea el último año del PRI, así se podrían repartir el poder con los puestos y presupuestos todos aquellos que buscan enriquecerse utilizando los bienes y los fondos públicos para sus negocios privados, y en ello, para la sobrevivencia del partido, también existen muchos buenos priístas, y podríamos poner como ejemplo, en Oaxaca, a Jorge González I, el cual lucha contra viento y marea para posicionar a los cuadros de su partido y es que tiene la convicción de que su partido vale y por ello no le abandona cuando hace algo de agua.
Muchos hombres y mujeres del PRI son gentes honestos y de buenas intenciones, y sin duda, esos cuadros con otros muchos hombres y mujeres que tienen experiencia, no dejarán que el PRI muera, sin dar la pelea en las condiciones tan difíciles que hoy tienen, ya remontaron en otras ocasiones porque el famoso cambio en el gobierno con el PAN, solamente mostró que eran peores y más malvados y corruptos que por todos los ejemplos que anteriormente mostraron para que perdieran sus cuadros.
Hoy, como dicen muchos, es lógico que ganará AMLO, pero AMLO es un nuevo político que aprendió por medio de las derrotas y la jugó solitito, ahora, está acompañado de muchos pillos, de oportunistas y de gentes que no son ni de aquí ni de allá, y en esa “bola”, a lo mejor ganan, pero será muy difícil el gobernar, y él lo sabe, a pesar de que cuenta con alguna experiencia, olvidando que los tiempos cambian y que cuando hay muchas expectativas, se exigen cambios de inmediato, y muchos de ellos no se podrán dar, y se generará la desilusión y aparecerán los resentidos que acelerarán y reclamaran los cambios, y para ello, pueden llegar a la violencia y a la desobediencia de su actual jefe. Por esto, los viejos priístas, deben entender que se la deben jugar hasta el final y no darse por derrotados como opinan los entreguistas que buscan alianzas con el niño canalla…