Iván Nájera Agüero.
ed. 354, agosto 2018
Lo normal desde 2004 era un enfrentamiento entre los medios y la oposición, sobre todo la prensa contra López Obrador. El 1 de julio y hasta una semana después, eso cambió: lo que vivimos durante pocos días era una prensa unificada en torno al virtual presidente electo; era las ganas de creer en el nuevo gobernante, pero, cuando el INE dio a conocer la multa de 197 millones de pesos por irregularidades en el manejo del fideicomiso creado por López Obrador para ayudar a los damnificados de los sismos de septiembre del 2017. Se vino una cargada de los medios de comunicación, dando tal vez por terminada la luna de miel entre éstos y el futuro presidente de México.
Así, que de la misma forma que se le ha pedido prudencia a AMLO en su actuar, bien haría la prensa y la opinión pública informada en general en ser más pacientes y cautelosos en lo que se dé por parte de él, de aquí en adelante.
No se trata de censura; la mesura en este caso no es sinónimo de cobardía o vasallaje. Consiste en entender que a nadie, a ningún mexicano nos conviene un gobierno, un líder, un Estado debilitado. Por el contrario, lo que le conviene a López Obrador, le conviene a México. En estos momentos (que se escribe esta columna) más que nunca, bien haríamos en entenderlo.
Ya aceptó el camino de la institucionalidad. AMLO, sí, está siendo institucional; el problema es que inicialmente no lo fue: se metió indebidamente con el INE y calificó de “vil venganza” la multa a Morena. Los medios no deben de actuar de manera semejante; no es conveniente que caigan del otro lado de este perverso juego.
Para tomar en cuenta: de acuerdo con un análisis de la encuestadora Parametría, estos son los datos destacados del perfil de los 30 millones de personas que votaron por el fundador de Morena, también respaldado por el PT y el PES en la coalición Juntos Haremos Historia
1.- La mayoría de sus votantes es hombre (65%) y mujer (49%). Mientras tanto, Meade (12% vs 19%) y Anaya (21% vs 23) tuvieron mayor electorado femenino.
2.- Sus votantes tienen entre 18 a 25 años (55%), 26 a 35 años (63%), 36 a 45 años (56%), 46 a 55 años (56%) y 56 a más (55%), en Anaya, su rango es de 18 a 25 años (18%), 26 a 35 años (25%), 36 a 45 años (23%), 46 a 55 años (22%) y 56 a más (20%). Los de Meade son de 18 a 25 años (11%), 26 a 35 años (8%), 36 a 45 años (15%), 46 a 55 años (17%) y 56 a más (24%), el bronco obtuvo su mayoría de votos entre los jóvenes de 18 a 25 años (16%), 4%, 6%, 5% y 1%, respectivamente.
3.- El 65% de sus votantes tiene una mayor escolaridad (universidad, maestría, doctorado). Los de Anaya mayoritariamente tienen educación primaria, y los de Meade, “nada”.
4.- López Obrador obtuvo el voto de personas con ingresos de entre 15,000 y 20,000 pesos. Los votantes de Anaya y Meade en promedio tienen ingresos de 785 pesos o menos.
Nota metodológica: Parametría. Encuesta realizada a salida de urna el 1 de julio de 2018 a personas de 18 años en adelante con credencial para votar a escala nacional que emitieron sufragio. Aplicación de encuesta: persona a persona. Marco muestral: Secciones electorales reportadas por el INE. Método de recolección de datos: Boleta llenada en secreto y depositada en una urna portátil. Número de encuestas: mil 321. Margen de error: (+/-) 2.7 por ciento. Nivel de confianza estadística: 95 por ciento.
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