Sócrates A. Campos Lemus.
ed. 354, agosto 2018
Además de los robos, saqueos y corruptelas generados por la privatización y el neoliberalismo, aplicado gracias a la indiferencia de los mexicanos cuando dimos el poder a los “educados” en el extranjero para que nos vendieran y nos robaran y saquearan y les mantenemos en la impunidad, tenemos que entender y, ellos también lo entienden, que ganó AMLO, porque ellos además de todo sembraron el desaliento, la desconfianza, el resentimiento de las mayorías y el encabronamiento total y, antes de que estallaran las cosas y fueran incontrolables, mejor, aceptaron dejar a AMLO con un criterio social liberal para que tomara el poder y equilibrara las tensiones sociales pero, además, esto les permite a los grupos de poder que al final son los grupos gobernantes, eliminar a una serie de vagos y pillos que ya nada tienen que hacer en el control neoliberal, porque en vez de apoyar el saqueo y el robo nacional generan solamente encabronamiento y resentimientos sociales que pueden estallar y, ¿qué mejor que usar el nuevo esquema del poder para eliminar a toda esa basura nacional?
Y es así que para lograrlo se requiere a un buen elemento, Manuel Bartlett Díaz, quién desde los tiempos de Echeverría conocía ya los intestinos y los anos del poder, ya que, cuando Moya Palencia, era uno de sus cuadros más importantes en una de las direcciones de Gobernación y su ascenso ha sido claro llevando esa mano fuerte, sin ser mano amiga, de muchos en el poder, y siendo incluso su “enemigo” contra algunos presidentes, logró sobrevivir a ese enorme caos que es la derrota política y no hay duda que si Andrés Manuel es necio, en Manuel se encontró a su pareja, y para combatir a la mafia del poder en la CFE no se necesita a los “intelectuales” de manos suaves y modales sencillitos y cursis, se requiere a un hombre de hierro que, además, al paso de sus años no le hagan pentonto ni tenga necesidad de robar sino de salir limpio y demostrando que todo lo que se ha dicho de él era parte de las confrontaciones con el poder y los poderosos, ya que los dueños de la electricidad en el país son, además de las empresas extranjeras, muchos políticos como Felipe Calderón y los grandes empresarios del sector eléctrico y la familia Salinas de Gortari, y ahora, si podemos entender la andanada en contra de Manuel Bartlett, cuando se anuncia que tomará las riendas de la CFE, para combatir el robo y la corrupción que existe en el sector y que afecta a todos los mexicanos.
Por ello es bueno recordar lo que en el acto de la nacionalización de la industria eléctrica, el Presidente Adolfo López Mateos, el 27 de Septiembre de 1960, dijo al pueblo de México:
“Les devuelvo la energía eléctrica, que es de la exclusiva propiedad de la nación, pero no se confíen porque en años futuros algunos malos mexicanos identificados con las peores causas del país intentarán por medios sutiles entregar de nuevo el petróleo y nuestros recursos a inversionistas extranjeros. Ni un paso atrás, fue la consigna de Don Lázaro Cárdenas del Río, al nacionalizar nuestro petróleo. Hoy le tocó por fortuna a la energía eléctrica. Pueblo de México, los dispenso de toda obediencia a sus futuros gobernantes que pretendan entregar nuestros recursos energéticos a intereses ajenos a la nación que conformamos. Una cosa obvia es que México requiere de varios años de evolución tecnológica y una eficiencia administrativa para lograr nuestra independencia energética; sería necio afirmar que México no requiere de la capacitación tecnológica en materia eléctrica y petrolera. Pero para ello ningún extranjero necesita convertirse en accionista de las empresas públicas para apoyarnos”.
“Solo un traidor entrega su país a los extranjeros; los mexicanos podemos hacer todo mejor que cualquier otro país. Cuando un gobernante extranjero me pregunta si hay posibilidades de entrar al negocio de los energéticos o a la electricidad, le respondo que apenas estamos independizándonos de las inversiones extranjeras que nos vaciaron el país. Pero que en tanto los mexicanos sí queremos invertir en el petróleo americano o en su producción de energía eléctrica, por si quieren un socio extranjero. En México la Constitución es muy clara; los recursos energéticos y los yacimientos petroleros son a perpetuidad propiedad única y exclusiva del pueblo mexicano. El resto de las especulaciones al respecto son traición a la Patria. Industrializar el país no implica una subasta pública de nuestros recursos naturales ni la entrega indiscriminada del patrimonio de la patria” Presidente Adolfo López Mateos.
Y así, al apendejarnos y olvidar nuestro nacionalismo, dejamos que nos robaran y saquearan entregando nuestros bienes nacionales a los inversionistas privados y extranjeros, gracia a esos traidores a la patria de los que nos alertó López Mateos y, nos olvidamos, por dejarnos, acobardados, para que ellos modificarán las leyes y vendieran al país. Si despertamos después de la gran joda que nos han puesto, tenemos que recuperar, con inteligencia y valor, lo que es de todos y no dejar entrar a esas intrigas que sólo buscan defender los intereses de políticos vende patrias como Felipe Calderón y otros más que saldrán en las listas de los dueños de este enorme negocio que daña la economía de todos los mexicanos.
Así que demos un tiempo a Manuel Bartlett que los conoce a todos para mostrar su valor y lealtad a un proyecto que no es solo de AMLO, es de todos los mexicanos: salvar y reconstruir a México. No dejemos que los traidores sigan usando los fondos y bienes nacionales para hacer sus negocios privados…