El club Bilderberg y el neoliberalismo

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1952

Augusto Hugo Peña Delgadillo.
ed. 355, septiembre 2018

 

En cuestiones hegemónicas, de poderes políticos y económicos mundiales, no pocas voces, muchas de ellas calificadas, han insinuado que el neoliberalismo, como otros hechos que han cambiado el mundo, son producto de conspiraciones, y sientan sus bases de esta apreciación: en la Teoría de la Conspiración, la que es un hecho que existe, que tiene sus funciones y que afectan la vida económica y política de los pueblos y sus gobiernos. Se compone de grupos y personas de gran poder político y económico. Su fundador fue el político polaco, Jósef Retinger, quien preocupado por el antinorteamericanismo que estaba creciendo en Europa Occidental, debido al Plan Marshall; se reunió con David Rockefeller, el príncipe Bernardo de Holanda, el Ministro belga Paul Van Zeeland, con políticos y financieros de Estados Unidos y Europa, incluyendo al capital inglés representado por la familia Rothschild, convocó a una reunión en el hotel “De Bilderberg”, en la ciudad de Oosteerberk, Holanda, el 29 de mayo de 1954  y se formó una cofradía de gente poderosa, la que se le conoce como el Club Bilderberg o Grupo Bilderberg, con miembros de la mayoría de los países del mundo, incluido México. Sus primeros socios en México fueron Antonio Madero Bracho, Agustín Legorreta, Juan Sánchez Navarro, más 34 multimillonarios mexicanos, como Lorenzo Servitje y Claudio X. González.

Mencioné el neoliberalismo, porque esta idea procede de Estados Unidos, del corporativo de David Rockefeller/ Henry Kissinger, y de Gran Bretaña, de la Casa Rothschild/George Soros, ya no para evitar que los países se contaminen de las ideas de izquierda, del socialismo, para que no haya posibilidades de mimetizarse con el comunismo. Ya la incomodidad del Plan Marshall había muerto, pero el Club Bilderberg sigue funcionando hasta nuestros días. En México los miembros de ese Club ya no son 37, son 50 y probablemente más, ellos están representados en El Consejo Mexicano de Negocios, de ahí que los más connotados miembros -Germán Larrea, Alberto Bailleres y Claudio X. González- del Club en nuestro país, intentaron, intentan y seguirán intentando, descarrilar el liderazgo de AMLO.

Es probable que alguno de los cuatro o cinco lectores de mis artículos, recuerden que López Obrador decía que los ataques a su persona, a sus obras y a sus propuestas, era un COMPLOT, o “compló” como lo decían sus detractores para burlarse de él, debido a la forma de hablar de los tabasqueños. Todos los complots contra AMLO se centraron en que era un “peligro para México”. Los miembros en México del Club Bilderberg, los del Consejo Mexicano de Negocios, “convencieron” a Carlos Salinas y a su títere Miguel de la Madrid, de la conveniencia de un fraude electoral para cerrarle el paso a Cuauhtémoc Cárdenas por ser de ideas de izquierda, e impusieron a Salinas, quien ya había sido “instruido” por Washington para aceptar las normas neoliberales. A continuación, explicaré en palabras simples y en ideas sencillas que es el neoliberalismo, para que sirve y a quienes beneficia.

El neoliberalismo es solo un nombre que a simple vista no significa nada, o bien, una manera diferente de la función pública en las naciones. Su primer paso fue privatizar las empresas de los Estados, y pasarlas a particulares, a miembros del Club Bilderberg sin importar a que nacionalidad pertenecen, ya que todos ellos son una fuerza económica tan formidable, que incide en los gobiernos para llevar a cabo sus cometidos. El cometido principal es: asociar el poder económico con el poder político, en todas y en cada una de las naciones. El segundo paso, es acotar los ingresos de los ciudadanos, particularmente de los asalariados, para darles ventajas y más poder a los grandes hombres de empresas. Para no ir lejos con mi explicación, eso nos está sucediendo en México a partir del gobierno de Carlos Salinas; los sueldos y salarios se fueron achicando al ritmo de que se fueron ampliando las utilidades de los ricos.

Claudio X González Laporte y Pablo González Guajardo

Se dijo que estos grandes empresarios, cuando ya hubieron consolidado su fortaleza económica, ayudarían a los pequeños y medianos empresarios, cosa que jamás se pudo lograr, por dos razones: una de ellas es la voracidad de la gente rica, la muy rica, como Alberto Bailleres, Germán Larrea, Claudio X. González y Carlos Slim entre otros. Dos, porque el plan “secreto” era que esto sucediera, con la intención de empobrecer a los pueblos y tener más y mejor control de las masas ya empobrecidas. El neoliberalismo ya cumplió su función, la de empobrecer más a los pobres y el de hacer más ricos a los ricos. En México este esquema de depauperar a las mayorías y enriquecer desmesuradamente a los ricos, funcionó de maravilla, y además enriqueció a la clase política y desvirtuó la cosa pública; ese también era un cometido del neoliberalismo, con el fin de mantener el control de gobiernos corruptos como el de Peña Nieto en México, el de Macri en Argentina y el de Temer en Brasil, por mencionar a algunos: la cosa es simple, por medio del neoliberalismo, producto de una conspiración no teórica sino práctica, se sometieron a los intereses de Estados Unidos a muchas naciones y a México sobre todo.

La praxis de la conspiración en México funcionó a mayor velocidad y con más alcance que en otras naciones porque nuestra clase política, desde hace 36 años, tornó la democracia en cleptocracia; el buen funcionamiento de las instituciones, en un saqueo y una rapiña sin parangón; la paz social en una guerra interminable; el bienestar de las familias en un suplicio; y el progreso y desarrollo, en un deterioro socioeconómico y político generalizados. Los últimos seis gobiernos -del de la Madrid hasta el de Peña Nieto conspiraron en contra de los mexicanos. ¿O no es acaso una conspiración el asunto de La Casa Blanca? Por poner un ejemplo; Peña Nieto y su secretario de finanzas, conspiraron con el señor Hinojosa, dueño de la constructora HIGA, compadre de Peña Nieto, para robar el dinero de los mexiquenses. Lo mismo hicieron Emilio Lozoya/Peña Nieto con la constructora brasileña ODEBRECHT para robarse miles de millones de pesos de PEMEX y no solo 18 millones de dólares que le dieron como soborno a Lozoya. Todo este sexenio se ha movido en base a conspiraciones para robar al erario. Entonces, analicémoslo, ¿La teoría de la conspiración existe o solo es pura imaginación?

Si en México todo se ha movido en torno a las conspiraciones, lógico es que, a nivel internacional, las conspiraciones existen, y creer que existe la teoría de la conspiración, no es descabellado. En estos momentos, Trump y sus allegados, conspiran contra el mundo, y para llevar a buen puerto los resultados de sus conspiraciones. Están deshaciendo los Tratados Multilaterales para convertirlos en negocios bilaterales ya que es más fácil negociar con alguien solo, más débil y tonto como el gobierno de Peña Nieto en México, que, con México y Canadá unidos, y no nos debe de extrañar que así como terminó este nuevo trato que se hizo entre México y EEUU, sea para que nuestro país resultara el perdedor. No nos debe de extrañar, reitero, porque desde hace 200 años, en todos los tratos que hemos hecho con Estados Unidos, hemos perdido algo, desde la mitad o más de nuestro territorio, hasta el Tratado de Libre Comercio México/EEUU/Canadá, pasando por deudas que hemos asumido como nuestras, en las no pocas invasiones norteamericanas en México. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?