“El Paso de Piedras Negras”

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Rigoberto Losoya Reyes.
ed. 356, octubre 2018

Al terminar la guerra con Estados Unidos, el río Bravo se convirtió en la nueva línea fronteriza con Texas. En 1849 el “Paso del Águila” se convirtió en un lugar con un intenso tráfico comercial para los comerciantes texanos que ofrecían sus mercaderías a los pobladores de ambos lados de la frontera, lo que dio origen al contrabando exigiendo la atención de los pocos soldados que se encontraban asignados a las colonias militares de Río Grande y de Monclova Viejo. Los comerciantes se instalaron cerca del Fuerte Duncan y ofrecían todo tipo de artículos a los compradores de la región. Entre ellos surge la figura de Denis Meade, quien ofrecía inclusive a las colonias militares sus mercancías a crédito.

Lamentablemente las partidas de los soldados recibían con un gran atraso su paga y tenían que dedicarse a otras actividades como la agricultura y otros oficios para subsistir. Entre los vecinos y soldados se apreciaba un gran descontento por el abandono del gobierno federal.

Manuel Guerra de Luna (2009) señala que era tal la situación en esa zona fronteriza, que el rifle confería siempre la última palabra, como se había probado una y otra vez y fue así como el 12 de febrero de 1853, el comandante Menchaca se enfrentó a la autoridad del Subinspector de las Colonias Militares Juan Manuel Maldonado quien tuvo que salir huyendo de la región.

El mismo historiador agrega que los vecinos de Guerrero -entre ellos; Evaristo Madero- y los militares firmaron un acuerdo para restablecer el comer

cio extranjero a través de su aduana y una receptoría subalterna con un empleado y guardias respectivos en el paso de Piedras Negras (Guerra,2009, pág. 324).

En 1854 la Villa de Piedras Negras se convirtió en un paraíso para los esclavos negros que huían de sus propietarios texanos persiguiendo su sueño de alcanzar su libertad en suelo mexicano. Los dueños de las plantaciones en Texas. (Guerra, 2009, pág. 329).

En una entrevista realizada por el Federal Writer’s Project al antiguo esclavo Felix Haywood en 1941, él afirmaba: “no había razón para huir hacia el norte, todo lo que teníamos que hacer era caminar, pero caminar hacia el sur, donde obtendríamos la libertad tan pronto cruzáramos el río Grande [Bravo].

En México se podía obtener la libertad, no les importaba de qué color fuera tu piel, negra, blanca, amarilla o azul. De hecho, cientos de esclavos huyeron hacia México y les fue bien. Supimos de ellos y de que se hicieron mexicanos. Criaban a sus hijos para que hablaran solo mexicano”.
En octubre de 1855 la villa de Piedras Negras fue incendiada por filibusteros texanos al mando del capitán James Hughes Callaghan. Estos mercenarios se habían adentrado hasta más allá de la frontera para localizar a los esclavos negros que se habían fugado de las plantaciones texanas.

“Los texanos llegaron a Piedras Negras y pidieron la rendición de la villa y de una ruda casa de piedras salió el alcalde enseñando una improvisada bandera. Era un hombre chaparro, con ademanes graciosos y que notablemente nervioso les entregó las llaves de la fortificación, misma que utilizarían como cuartel. Los texanos se sirvieron piloncillo, tortillas y café. (Guerra,2009, pág. 333)

Fuentes consultadas:
1 Guerra, Manuel. (2009) Los Madero. La Saga Liberal. México: Siglo bicentario
2 ¿Sabían que a mediados del siglo XIX, miles de esclavos de Estados Unidos intentaron cruzar la frontera con México para obtener su libertad? Por: María Camila Díaz Casas, recuperado de: https://relatosehistorias.mx/nuestras-historias/sabian-que-mediados-del-siglo-xix-miles-de-esclavos-de-estados-unidos-intentaron