“La Coneja” ¿Inocente?

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Augusto Hugo Peña Delgadillo.

ed. 356, octubre 2018

De última hora se supo que Alejandro Gutiérrez ha sido declarado inocente del robo de los 250 millones
de pesos, y solo le queda un delito por un millón 700 mil pesos, cosa que a Peña Nieto no lo arredra.
Se está aplicando para encubrirlo con la impunidad que caracteriza a los gobiernos del PRI.

 

Las leyes en México y la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de donde éstas emanan, son para el gobierno de Peña Nieto, rollos de papel del baño para sus cuates y cómplices. En la red circula el siguiente parte informativo, con fecha 28 de septiembre del 2018 (Notigodínez). El “juez” federal Marco Antonio Fuentes Tapia, quién dictó la sentencia condenatoria de 9 años de prisión y multa de 58 mil 890 pesos al “exgobernador del PRI”, Javier Duarte de Ochoa, alias “La Marrana”, ya había dejado impune a otro miembro connotado de los delincuentes del PRI, acusado de desvíos millonarios. La sentencia contra Duarte, acusado por el régimen del usurpador, de su jefe, cómplice y asesino de Atenco, Enrique Peña Nieto, de lavado de dinero y asociación delictuosa, es considerada ridícula y una burla absoluta para la justicia que demanda el pueblo veracruzano.

La otra nota es del Universal del 28 de septiembre de este año y reza en su encabezado: Sale de prisión en Chihuahua el priísta Alejandro Gutiérrez. El priísta se encuentra en un inmueble con un dispositivo electrónico de geolocalización; no es un revés para la justicia de Chihuahua, sino de México, dice el gobernador Javier Corral. Los abogados de su defensa dicen que salió de la cárcel a las 3 de la mañana y que aún permanece bajo la medida cautelar de uso de un geolocalizador electrónico colocado en su pierna, con la restricción legal de no salir del estado de Chihuahua. Todo este abuso de las leyes de parte de Peña Nieto, tienen como sentido, se entiende y comprende, por el miedo o terror que siente Peña Nieto por verse en prisión, ya que él es parte del entramado fraudulento en el que incurrió Alejandro Gutiérrez, alias “La Coneja”, misma razón por la que su jefe inmediato, Manlio Fabio Beltrones, cuenta con un amparo para no hacerle compañía al exsecretario General Adjunto del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, en la cárcel.

Hay que recordar que cuando se perpetró ese delito, el del robo de 250 millones de pesos del estado de Chihuahua, en paralelo y al mismo tiempo se estaban cometiendo más robos similares en otros estados en donde el PRI era gobierno, robos que alcanzan un monto superior a los 6 mil 700 millones de pesos y, que este entramado fraudulento contra dinero de la nación, se cocinó en Los Pinos entre Peña Nieto, Beltrones que era entonces el presidente del PRI, y Alejandro Gutiérrez como uno de sus secretarios, al que utilizaron de mandadero para que en caso que algo saliese mal, él sería quien cayera en la cárcel, tal y como sucedió. Una torpeza de Alejandro Gutiérrez fue la causa de que Javier Corral, gobernador de Chihuahua descubriera el entramado delictivo y fraudulento, denominado “La Operación Zafiro”. Su error fue que desvió cerca de dos millones de pesos hacia una empresa de su propiedad.

“La Coneja” Alejandro Gutiérrez.

“La Operación Zafiro” tuvo como objeto el robo de miles de millones de pesos para desviarlos a las campañas del PRI. La secretaría de Hacien- da, siendo sus titulares Luis Videgaray y José Antonio Meade Kuri, remitía a los estados gobernados por priístas, -como Chihuahua en donde el gobernador era César Duarte, quien anda prófu- go- cientos de millones de pesos para ser aplicados a la educación, y se dice también, para el combate de la pobreza y el hambre, y al sector salud. La cuestión es que ese dinero salía de las tesorerías de los estados, amparado en facturas falsas de empresas fantasma, como Rubén Moreira lo hizo en Coahuila. Las empresas emisoras de las factu- ras no existían en su mayoría, y las existentes, nada tenían que ver con los servicios prestados y que se facturaron. El apogeo de “La Operación Zafiro” fue durante el 2015 y parte de 2016, por eso y sólo por eso, es que Alejandro Gutiérrez fue encarcelado. Pero, el PRI y Peña Nieto, reitero, viven con el temor que se sigan atando cabos, y que al PRI como partido se le pueda retirar su registro, y a Peña Nieto se le juzgue y encarcele.

Luego de la liberación de Gutiérrez, Javier Corral se pronunció en el sentido que el gobierno de Peña Nieto intenta cerrar su gestión, cínica y desvergonzadamente a cualquier precio, violando cuantas leyes pueda, y lo calificó de un régimen corrupto y corruptor. Si analizamos correctamente la condena de 9 años de Javier Duarte, que podría salir de la cárcel en dos o tres años, y la liberación de Alejandro Gutiérrez, el que ha sido liberado totalmente por lo de los 250 millones de pesos, quedándole sólo un cargo por un millón 700 mil pesos, podríamos percatarnos que estamos ante el cierre vergonzoso de un gobierno sumamente corrupto e inepto, y un presidente como Peña Nieto embarrado y revolcado en sus propias heces. La experiencia que los mexicanos hemos tenido en este sexenio, es una vergüenza nacional que debemos asumir como algo que jamás debe volver a ocurrir si nuestro anhelo es el de tener gobiernos medianamente decentes y capaces, y un país entregado al desarrollo y progreso; sabemos que la corrupción no va a terminar del todo, pero hemos de sentirnos satisfechos si el próximo gobierno le baja un 40 o 50 por ciento a los índices corruptivos, a la violencia y a la impunidad; esta premisa es un imperativo para sacar al país de su estancamiento y a los mexicanos de la pobreza, nuestra sociedad lo demanda y el nuevo gobierno tiene que asumir este mandato popular. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?