Armando Montalvo Olivo.
ed. 356, octubre 2018
Jesús Rodolfo Valenzuela García terminará su gestión en los próximos días sin pena ni gloria. La primera palabra no la conoce y la segunda desapareció de su mente. Durante su periodo como rector (2014-2018) al frente de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro poco o más bien nada hizo para sacar adelante a su desquebrajada Alma Mater que terminó por los suelos.
Nacido en la ciudad de Torreón, Ingeniero en Maquinaria Agrícola y con un Doctorado en Administración de Empresas por la Universidad Autónoma de Nuevo León, Valenzuela García es otro de los rectores que acabaron con una gran fortuna y ahora se siente intocable.
Aunque muchos no lo acepten, el todavía Rector desde hace tiempo se da la gran vida a su manera y a costa de un Gobierno Federal, que solapó y protegió los embutes realizados en los últimos 30 años, en esta institución educativa la cual no tiene recursos para el sistema de pensiones y el servicio médico de sus profesores y trabaja- dores porque está “quebrada” financieramente.
El pasado 25 de septiembre, el Consejo Directivo de la UAAAN encabezado por Ángel Lagarda Murrieta, determinó que los aspirantes a la rectoría serían: Fernando Ulises Adame de León, Leobardo Bañuelos Herrera, Marco Antonio Bustamante García, Martín Cadena Zapata, Iliana Hernández Javalera, Luis E. Ramírez Ramos, Alberto Sandoval Rangel y Mario Vázquez Badillo.
Desde ahora se sabe que cualquiera de ellos será más de lo mismo, porque no investigará las irregularidades financieras de Valenzuela García al recibir una universidad “desahuciada” económicamente, que no le cumplirá al Sindicato Único de Trabajadores Académicos y al Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro. Este último dirigido por el ex líder Leonardo Acosta, que es conocido desde hace meses por favorecerse solo él durante su periodo.
Estos dos sindicatos nunca se atrevieron a exigirle cuentas claras a Valenzuela García, quien incumplió convenios financieros y violó en muchas ocasiones los contratos colectivos de trabajo.
La apatía estudiantil y el valemadrismo de muchos profesores que nunca alzaron la voz ni exhibieron la corrupción y el saqueo que acabó con la capacidad financiera de la UAAAN en las últimas nueve administraciones. Eladio Cornejo, Jorge Galo Medina, Reginaldo de Luna, Luis Alberto Aguirre, Refugio del Campo, Enrique Navarro Guerrero, Oswaldo García Martínez, Eleuterio López Pérez, Eduardo Fuentes Rodrí- guez, son los ex rectores responsables de que la UAAAN tenga una decadencia académica y esté en bancarrota, porque carece de recursos para pagarle su retiro a profesores y trabajadores, que no se pueden jubilar porque no hay dinero.
A estos ex rectores se les señala por no exigirle al Gobierno Estatal los desfalcos ocurridos a lo largo de los años en la DIPETRE y por negocios obscuros en la Sección 38 del SNTE. Rodolfo Valenzuela, declaró en más de una ocasión que no presionaba a las autoridades estatales porque lo ayudaban en otros menesteres, olvidándose de la seguridad laboral.
México, Coahuila y la Narro quebrados
La apatía de los estudiantes de la UAAAN y el desinterés de la mayoría de los maestros investigadores en los últimos años, condujeron a que Valenzuela decidiera siempre burlarse de las dos agrupaciones sindicales y ser cómplice del desorden financiero que aqueja desde hace mucho tiempo a la Universidad Agraria.
En los pasillos y en las aulas de la Narro, se asegura que quien se encargó de difundir y hablar de la crisis financiera que vive la universidad hoy en día, fue el todavía Rector al decir en numerosas ocasiones que el país está quebrado al igual que Coahuila. Y no se diga la Narro.
Lo cierto es que si la UAAAN no arregla pronto sus finanzas, atraerá la atención de las nuevas autoridades federales, y no se duda que el gobierno lopezobradorista ordene una auditoría para detectar los saqueos y a los saqueadores.
La historia de no haber realizado las aportaciones correspondientes al Fondo de Pensiones por quienes dirigieron a la universidad por años y evitar confrontaciones con la Sección 38 del SNTE y el Gobierno Estatal, son las razones principales para que la Antonio Narro enfrente quebrantos financieros difíciles de resolver.
Lo anterior condujo a una cruda realidad que no se puede ocultar. En este momento las clínicas del Magisterio no cuentan con medicinas del cuadro básico, mucho menos con equipo médico ni doctores. Los profesores y trabajadores poco a poco fallecen ante estas carencias y sus pensiones están en el aire sin que nadie haga algo al respecto.
El único con capacidad económica para resolver tal situación financiera será el próximo gobierno federal. Nadie más. Es asombroso, porque el prestigio internacional que tuvo en su momento la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro por las investigaciones de campo, que realizaban sus maestros y alumnos, ahora es reconocido como una institución educativa sin rumbo y sin futuro con un declive total.
La última palabra la tienen los estudiantes “Buitres”, pero su conducta apática desde hace 24 años, coloca a la UAAAN en una posición incómoda y de poca credibilidad ante las autoridades federales en los próximos años. Por lo pronto, el 11 de noviembre próximo habrá Rector nuevo, de quien le adelantamos encubrirá todo lo malo que efectúo durante su gestión Jesús Rodolfo Valenzuela.