Fidencio Treviño Maldonado.
ed. 356, octubre 2018
El PRI coahuilense levanta la mano, eleva la voz, apedrea los balcones de los que no comulguen con sus ideas y va contra los traidores al partido. El pasado 6 de octubre, celebración en la Laguna del Reparto Agrario, mientras en Saltillo la cúpula nacional del PRI llegó encabezada por Claudia Ruiz Massieu, Presidenta de ese partido a nivel nacional, también estuvieron los hermanos Moreira, el Gobernador Riquelme, Tereso Medina, entre otros, para en forma democrática con el apoyo y la unión de las bases más toda la prole que pudieron mover los operadores de ese partido, en esta contienda salió victorioso y ganador, el único contendiente: Rodrigo Fuentes Ávila, para los amigo “Rigo”. Después el discurso propio que se da en la victoria aplastante y salir elegido, don Rigo, declaró la guerra a los traidores del PRI: “Los traidores del PRI serán castigados y no tendrán cabida en el partido” –Bla, bla, sólo interrumpido por los aplausos del respetable ante una propuesta muy valiente dicha por su líder.
Nuestra Clase Política sigue en lo mismo, no puede aunque quiera cambiar, “Chango viejo no se cuelga de las ramas nuevas”, o lo que es lo mismo “No aprende maromas nuevas”, y este discurso del actual jefe del PRIismo Coahuilense es un lúdico, añejo, retórico y muy lustrado discurso que en la actualidad no tiene cabida, porque incita a lo mismo que siempre ha cocinado este partido: soslayar a los que no están con ellos, con el viejo dogma, con el pragmatismo de ir hasta la ignominia.
Si ahora el jefe de los PRIistas busca traidores debería comenzar por ellos mismos, ahí están los rezagos que quedan, los nuevos bebesaurios (Los que abundan en estas tierras) y sus abuelos que fueron quienes por más de 80 años años traicionaron al pueblo, hicieron a cientos de mequetrefes millonarios, labraron imperios de terror y fortunas, decenas de masacres, fundaron la corrupción con cimientos o raíces difíciles de sacar, más las traiciones diarias con aumento de gasolinas, los malos servicios en las llamadas instituciones, entre otras cientos o miles de traiciones, con traidores que tienen nombre y apellidos, ahí fue la debacle de este partido, ahora partido entre ellos y cansado el pueblo se volvió traidor a sus ideas, sobre todo los jóvenes del país y qué bueno que los expulse, así tendrán al menos más libertad.
El nuevo jefe, llega con la espada desenvainada y buscando cortar cabezas, emulando a Damocles, es decir promoviendo la violencia y dando muestras de que nada a cambiado el sistema usado de este partido, en vez de ser conciliador, pedir perdón al pueblo, buscar tener un acercamiento colegiado, este señor Fuentes Ávila que desde hace meses se sabía era el dueño de la batuta del PRI en Coahuila y que sólo llegaron algunos correligionarios a terminar lo comenzado y para no dejar lugar, ni dudas llegaron para confirmar a la usanza del partido que Rigo sería su pastor y guía. Este nuevo dirigente en su apoteosis narcisista, tal vez sintiéndose protegido, entre otras barbaridades también dijo que van a recuperar Coahuila, sólo que nadie se atrevió a decirle a este señor y recuas que le acompañaron, que Coahuila no necesita de gente como él y que no hay nada que recuperar, Coahuila es mucho más que un Partido como el PRI, el PAN, Morena, PRD, como quedó demostrado en estas pasadas elecciones, y los coahuilenses son valientes de espíritu, alma y corazón, y no necesita venganzas, ni mesías mediocres que buscan camorra y, si de traidores se trata, no tiene que ir muy lejos, ahí estan metidos en su partido los traidores al PUEBLO, eso pesa más…
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