Rigoberto Losoya Reyes.
Director del Programa Nacional Fronterizo.
Antonio J. Bermúdez fue un hombre que se destacó por su visión modernista que impuso en el programa nacional fronterizo, un proyecto impulsado por Adolfo López Mateos y que pretendió darles otra imagen a los centros históricos de las poblaciones fronterizas con el propósito de mejorar el nivel de vida de sus habitantes.
Para la ciudad de Piedras Negras, Coahuila, dicho concepto modernista representó un retroceso urbano y la primera ocasión en que esta localidad dejó a un lado su pasado histórico y sus autoridades permitieron con sumisión la demolición de los edificios históricos que representaban la imagen fronteriza de esta ciudad que en el siglo XIX llevó orgullosamente el nombre de don Porfirio Díaz. El programa nacional fronterizo y su concepto modernista borró de tajo la historia arquitectónica de esta población que lucía orgullosamente su palacio municipal, su casino nacional y todo un conjunto de viviendas que habían sido construidas durante el porfiriato.
Don Antonio era originario de Chihuahua, nació el 13 de junio de 1892 y fue descendiente de una familia de terratenientes, se dedicó al comercio en mayoreo en el norte y ciudades importantes del país, también tuvo negocios en la minería. Director General de PEMEX (1946-1958) y tres veces presidente de la CANACO en forma consecutiva de 1927 a 1929. Presidente municipal de ciudad Juárez, Chihuahua. Fue el precursor de la industria maquiladora y accionista del parque industrial.
Durante el mes de agosto de 1961, el presidente municipal de Piedras Negras, Capitán Ramiro Peña Guerra, convocó a los principales personajes políticos, comerciantes y prestadores de servicios, de esta población, para darles a conocer las bases del nuevo programa que el gobierno federal, impulsaría en la frontera, denominado “Programa Nacional Fronterizo”.
Durante el mes de mayo de 1962, se acordó designar una comisión para las pláticas preliminares para la correspondiente indemnización a los propietarios de los predios afectados dentro de un perímetro ubicado entre las calles Abasolo y Matamoros de norte a sur, de Zaragoza hasta la de Ocampo de poniente a oriente, a fin de iniciar las obras de la garita internacional, oficinas de migración, así como de un nuevo palacio municipal y un centro comercial que se ubicaría en pleno centro.
El propio Antonio J. Bermúdez, realizó varias visitas a Piedras Negras para constatar la organización y avance de las obras que transformarían la imagen urbana del primer cuadro de la ciudad de Piedras Negras.
Se construyó un nuevo Palacio Municipal para reponer el que se “vieron precisados” a demoler y que había sido construido en 1899 durante el porfiriato, su costo ascendió a un millón ciento cincuenta mil pesos. Por otra parte, se adquirieron terrenos y fincas cuyo costo fue de doce millones ochocientos mil pesos.
En resumen, el presupuesto que se destinó para Piedras Negras fue un total de 25 millones de pesos una derrama económica que se tradujo en una transformación urbana total.
El 25 de septiembre de 1963 el ex presidente de la república Adolfo López Mateos, inauguró la primera etapa de la ‘’Puerta de México’’ iniciando así la era “moderna” para Piedras Negras.
Irónicamente, en el año 2009, este conjunto comercial fue considerado obsoleto y caduco, fuera de la modernidad según la opinión del arquitecto Juan Jiménez y corrió con la misma suerte de los edificios históricos: Fue demolido para construir lo que hoy es la gran plaza que se localiza en el centro de esta población.
