Iván Nájera Agüero.
Desde 1978 a través del Pacto Fiscal, se recaudan los impuestos federales, es decir, el Impuesto Sobre la Renta (ISR), el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), en tanto que cerca del 80% de los recursos recaudados se destina a la federación y el resto a los estados. De manera simple, es la forma en que los tres niveles de gobierno (federal, estatal y municipal) se coordinan para cobrar contribuciones y repartírselas.
Gobernadores de Nuevo León, Tamaulipas, Chihuahua, Jalisco y Coahuila confrontaron al Gobierno Federal por el trato inequitativo, que aseguraron, reciben en las Aportaciones a Entidades Federativas (Ramo 28), por lo que exigieron que se revise el Pacto Fiscal Federal, ya que afirman ser de los que más aportan a la Hacienda Pública. De acuerdo con el INEGI, estos 5 estados aportan en conjunto el 24.8 por ciento del PIB nacional: Nuevo León 7.6%, Tamaulipas el 2.9%, Chihuahua 3.4%, Jalisco 7.1% y Coahuila 3.8%, según datos del 2018.
Ya sea por el tema del INSABI, coronavirus o por la revisión del pacto fiscal, el duelo “Gobernadores vs AMLO” es real y se hace más evidente cada día, aprovechado por algunos gobers para meter presión a la Cuarta Transformación y mantenerse vigentes dentro de su electorado. Los cuatro gobernadores son: El independiente de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón; el panista Francisco García Cabeza De Vaca; el priista Miguel Riquelme de Coahuila y el de Movimiento Ciudadano, Enrique Alfaro, de Jalisco. Es decir que no están en bloque partidista y ello nos hace suponer que no siguen línea de las cúpulas de sus respectivos partidos. Actúan a título personal, esperando que sea así. Los del norte no están dispuestos a bajarle la presión que le hacen al Gobierno de AMLO… bueno, por lo dicho a finales de abril dejaran a un lado el tema del Pacto Fiscal en lo que termina la emergencia sanitaria.
Algo que no se puede negar que de los cuatro gobernadores que pegaron el grito, al menos los de Coahuila y Tamaulipas tienen más homólogos emanados de sus partidos. Si el enfrentamiento sube de nivel, será más fácil para Miguel Riquelme Solís (PRI) y Francisco García Cabeza De Vaca (PAN), conseguir ayuda en este duelo. Recordemos que actualmente el origen partidista de los gobernadores nos indica que hay 12 del PRI, 10 del PAN, 6 de MORENA, 1 del MC, 1 PRD, 1 del PES y 1 Independiente. Eso significa que, por mucho, los partidos de oposición al gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador controlan el poder en sus entidades, hasta algunos los consideran virreyes o señores feudales por el poder que tienen y el cómo lo ejercen en sus respectivos estados. El partido oficial actual, de donde es el presidente, es minoritario con 6 gobernadores y eventualmente sumaría al titular del Ejecutivo de Morelos, quien fue electo como abanderado del PES.
Y muchos de los gobernadores alzaron la voz de manera negativa respecto a la estrategia sanitaria federal, y han sido insistentes los gobernadores de Jalisco, Enrique Alfaro; de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo y Jaime Bonilla Valdez de Baja California. Estos tres ejecutivos ganaron sus respectivas elecciones como candidatos de MC, PRD y MORENA, respectivamente. Aquí llama la atención la posición de Jaime Bonilla pues se declaraba a los cuatro vientos como amigo del presidente y miembro de su partido. Las hipótesis que se manejan sobre su actitud señalan que hay molestia de su parte por tres razones: la inminente decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación contraria a su litigio por alargar el periodo de su gobierno de 2 a 5 años, la cancelación de los permisos de operación a la cervecera Constellation Brands y su deseo de levantar la cuarentena antes del 30 de mayo.
Debido a la fragmentación de los partidos políticos de oposición y del partido en el poder, agregando la ausencia de liderazgos sociales, empresariales y políticos, algunos gobernadores han decidido aprovechar la pandemia y la crisis económica para proyectarse como posibles candidatos a la presidencia de la República en 2024, en este caso sobresalen 4 gobernadores y en el camino ganar posiciones para su partido para influir en los comicios intermedios del próximo año.
Para tomar en cuenta
Las elecciones de este año en Hidalgo y Coahuila en el mejor de los casos se podrían realizar hasta agosto, que servirían para aplicar nuevas maneras de hacer campaña para evitar concentraciones masivas y de esta manera un contagio mayor. El COVID-19 no terminará hasta que exista una vacuna que esté a la mano de todos los seres humanos y pueda acabar con este virus. En 2021 las elecciones federales y de 15 entidades del país también tendrán otras maneras y reglas para llevarse acabo que el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral y su equipo deben pensar para evitar contagios, ya que después no nos tengamos que arrepentir de darle preferencia a las elecciones y no solamente las elecciones para cargos públicos.
