Pascacio Taboada Cortina.
- Las energías limpias, a partir de la fuerza del viento y la solar, son mucho más baratas
- La energía a base de combustóleos, además de cara, contamina
Gran controversia ha causado en México y el mundo, el acuerdo del gobierno, que encabeza Andrés Manuel López Obrador, al anunciar que no permitirá la producción, distribución y comercio de energías limpias y, en cambio, fortalecer como monopolio a la CFE.
Sin duda que las energías limpias, a partir de la fuerza del viento y la solar, sin considerar la marítima, son mucho más baratas, de tal forma que no requieren de subsidios del gobierno, mientras que la energía a base de combustóleos, además de caras, contaminan mucho más allá de los parámetros permitidos por organizaciones como Naciones Unidas y la OCDE.
En días pasados la secretaria de Energía, Rocío Nahle, anunció a los gobiernos de 19 países esta decisión gubernamental. La respuesta fue una protesta conjunta de gobiernos de Europa, con quienes nuestro país tiene acuerdos comerciales y de cooperación técnica y científica, encaminados a aprovechar condiciones favorables para producir energías limpias.
Analistas en esta materia, opinan que el uso de combustóleos implicará una mayor carga económica para los consumidores.
México, como país, no cuenta con recursos económicos para impulsar nuevos proyectos de aprovechamiento petrolero ni el gobierno puede dilapidar los escasos recursos del presupuesto federal, pero tampoco PEMEX y CFE, cuentan con dinero para continuar en la contienda petrolera.
Para el gobierno de AMLO, es relativamente sencillo dejar la participación de México en el mercado de hidrocarburos, y fortalecer la exploración y explotación de petróleo para consumo interno, aunque cada vez sea mucho más caro producir gasolina, la cual en los mercados internacionales pudiera estar más barata.