Antonio Reyes… un presidente municipal olvidado en la historia de Piedras Negras

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Rigoberto Losoya Reyes.

En las dos últimas obras que se han publicado sobre la historia de Piedras Negras, de los excelentes historiadores Melchor Sánchez Jiménez, y Álvaro Canales Santos, (ya fallecidos), curiosamente coinciden en señalar que para el bienio 1937-1938, no encontraron información sobre la identidad de quien fuera el Alcalde Municipal para dicho periodo.  Cada uno citan la misma referencia: “No aparece”. Esta leyenda se refiere a que no aparece en la galería fotográfica organizada por el Cronista Julio Santoscoy de Piedras Negras.

Don Antonio Reyes

Esta laguna histórica, debe por justicia subsanarse, y el primer paso fue recurrir al Archivo Histórico de Piedras Negras, donde únicamente encontramos una fotografía con el nombre de Antonio Reyes, en cuanto a documentos y correspondencia, efectivamente no existe nada en dicho acervo municipal.

Como segundo paso fue buscar a los descendientes de don Antonio Reyes y afortunadamente, encontramos al doctor Humberto García Reyes, único nieto varón de don Antonio Reyes, e hijo de su única hija Lupita Reyes García. El doctor García Reyes, proporcionó algunos datos personales de su abuelo.

Don Antonio Reyes nació en San José de Castellanos, situado en el Municipio de Pinos, Zacatecas. Cursó estudios de contador privado, y desde muy joven se inicia en la carrera política como secretario particular de quien fuera gobernador de San Luis Potosí, Aurelio Manrique durante los años de 1924 a 1926, un periodo tormentoso, pues dicho gobernador radical, tuvo  serias fricciones con el General Saturnino Cedillo, un protegido del Jefe Máximo de la Revolución, Plutarco Elías Calles, lo que le obligó a renunciar a la gubernatura. Una anécdota digna de mencionar es que al final de la década de los veinte, Aurelio Manrique retornó a la política como diputado federal y al calor de la indignación general por el asesinato del General Álvaro Obregón, interrumpió al presidente Calles en su último informe para acusarlo de farsante.

Ante esta situación desfavorable para Antonio Reyes, decide buscar otros horizontes y se traslada a la ciudad fronteriza de Piedras Negras, Coahuila, donde se encuentra con un amigo quien le presenta a Daniel T. Farías quien lo invita a formar parte de su equipo de trabajo en el Ayuntamiento Municipal. Después de algunos años, su prestigio se consolida en esta ciudad y en 1936, es postulado como candidato a la presidencia municipal por el Partido Nacional Revolucionario (PNR), y como candidato oponente, también participa otro gran hombre, el Dr. Rodrigo Andalón, desarrollándose la campaña política dentro de un marco ríspido. Durante el proceso electoral, en la casilla número 6, se encontraron sufragios falsos, por lo que el gobernador dispuso,  que se turnara al Procurador General de Justicia la documentación de la casilla  para efectos de investigar y castigar a los responsables del delito electoral.

El 30 de diciembre de 1936, el Gobernador Constitucional del Estado de Coahuila Dr. Jesús Valdés Sánchez, declara válidas las elecciones para la renovación de los poderes municipales efectuadas el primero de noviembre y publica el correspondiente decreto en el Periódico Oficial del Estado número 105.

La plantilla política de Antonio Reyes obtuvo la mayoría de los sufragios emitidos y los funcionarios que integraron el Ayuntamiento Municipal para el bienio 1937-1938, fueron:

Primer Regidor: Julio Díaz Pérez

Segundo Regidor: Guadalupe Ibarra

Tercer Regidor: Gaspar Salazar

Síndico Propietario: Isidro Zulaica

Síndico Suplente: Gregorio Martínez

Señala el Dr. Humberto García Reyes que, durante la gestión municipal de su abuelo, Antonio Reyes, se encontró con grandes estrecheces económicas, los ingresos municipales no rebasaban los diez mil pesos, por lo que era muy difícil pensar en obra pública de grandes envergaduras, sin embargo, logró ejecutar la remodelación del extinto Mercado Ignacio Zaragoza. Al finalizar su administración municipal, ocupó durante mucho tiempo, la presidencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y siempre los políticos recurrían a pedirle un sabio consejo. En 1972, recibió la invitación del Ing. Elías Sergio Treviño para que coordinara su campaña política, sin embargo, prefirió dejar su lugar a la nueva generación de políticos que venían abriendo espacios. Falleció el 5 de abril de 1982 y fue sepultado en el Panteón Municipal.