Oliverio Ascascius.
Es pequeño el árbol
pero sus frutos son grandes.
Es filoso el acero
pero nada puede hacer
contra la fuerza del viento.
El fuego quema
pero es apagado por el agua.
Los gritos son aterradores
pero quedan presos
en la inmensidad del silencio.
La vida es por momentos
débil, insegura y amenazante.
Los tiranos son muchos,
pero no resistirán por mucho tiempo
estar en las alturas.
Como subieron, caerán,
ya caerán.
Existen momentos malos
y situaciones desesperantes
pero estas se borran
con la serenidad y la belleza interna
de los hombres hechos hombres,
o las mujeres que han roto sus cadenas.
Existen peores momentos
y miles de cosas que sucumben
a la simple mirada del tiempo
o a la incitante sonrisa
y el abrazo cariñoso de alguien que nos quiere.
Hay pequeños detalles que nos hacen olvidar los grandes,
detalles que nos hacen olvidar
aunque sea momentáneamente
a quien no queremos recordar,
animales abusivos y prepotentes,
que solo por ahora tienen la ventaja.