El arresto de García Luna trajo a juicio mediático la guerra que se inició en 2006. Ahora será judicial

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Por Daniela Barragán

La fecha de decisiva para Genaro García Luna se acerca. El próximo 7 de octubre enfrentará causas penales frente a un Juez en Estados Unidos, quien ya tiene en su poder videos, llamadas y documentos que podrían probar que el exencargado de la seguridad federal en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa colaboró con cárteles del narcotráfico.

Ciudad de México, 3 de octubre (SinEmbargo).– La guerra que inició en 2006 con la llegada de Felipe Calderón Hinojosa a la Presidencia de México entró en un juicio mediático con el arresto de Genaro García Luna (en la prensa, entre los especialistas de seguridad y en libros), pero la llegada del exsecretario de Seguridad Pública a una Corte estadounidense el próximo 7 de octubre pondrá esa polémica decisión, llamada “la patada en el avispero” por el actual Primer Mandatario mexicano, sobre las manos de un Juez por primera vez.

García Luna deberá comparecer en una audiencia pública por primera vez la próxima semana. El juicio es simple: el Departamento de Justicia de Estados Unidos lo culpa de haber servido a un grupo criminal al tiempo que era un alto funcionario mexicano. Eso significa que la campaña militarizada fue, si se le haya culpable, un enorme y costoso operativo (en términos económicos y humanitarios) para mantener en la cúspide al Cártel de Sinaloa.

“No podemos nosotros hacer un juicio sumario, no. Hay que esperarnos, que es un asunto grave, sin duda, porque la acusación, de probarse, va a significar que no había un gobierno independiente y que había, si no un narcoestado, un narcogobierno. Eso es gravísimo, de demostrarse lo de García Luna”, dijo Andrés Manuel López Obrador el 23 de septiembre pasado.

En la Corte de Brooklyn, en Nueva York, se someterá a una primera audiencia a quien fuera el hombre más poderoso del mandato de Calderón Hinojosa: Genaro García Luna. El proceso judicial tratará sobre un individuo, pero se juzgará también a la administración de Calderón. El exsecretario de Seguridad Pública federal es acusado de pactar con narcotraficantes y de haber librado una guerra contra grupos criminales rivales del que se señala como su favorito: el vetusto Cártel de Sinaloa.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos cree que tiene lo suficiente para hundir al más alto funcionario mexicano jamás enjuiciado allá. El pasado jueves 29 de septiembre, los fiscales de Estados Unidos que llevan el caso contra García Luna entregaron un paquete de evidencias que incluye grabaciones producto de “comunicaciones interceptadas”, “archivos de la policía mexicana” e incluso “libros mayores y registros comerciales y financieros”.

En el paquete entregado por los fiscales hay además videos, aunque no se detalla de qué se tratan. Se ha especulado que la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), tiene grabado a García Luna con capos, pero hasta ahora nada se ha confirmado.

Actualmente en la opinión pública en México, cuatro libros que abordan lo que ocurrió durante y justamente tocan las acusaciones contra García Luna y a la par, también incluyen episodios en los que se le advirtió al entonces Presidente, que optó por mantener a Genaro en su puesto y con todas las atribuciones a pesar del costo en vidas que ya significaba “la guerra”.

García Luna fue el encargado de diseñar y conducir la “estrategia” de Calderón Hinojosa supuestamente contra los cárteles mexicanos. De acuerdo con la Fiscalía de Estados Unidos, lo que el exsecretario de Seguridad Pública federal hizo en esos años fue favorecer al Cártel de Sinaloa, una de las organizaciones criminales más sanguinarias de todos los tiempos; también se cree que cuidó los intereses de Joaquín Archivaldo “El Chapo” Guzmán Loera; de Ismael “El Mayo” Zambada y de Héctor Beltrán Leyva.

García Luna se ha declarado inocente de las acusaciones de los fiscales, quienes alegan que recibió enormes cantidades de dinero por parte del cártel de Joaquín “El Chapo” Guzmán a cambio de permitir que éste traficara cocaína a sus anchas.

Esta semana, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) dio luz verde para que sean juzgados los expresidentes, incluido Felipe Calderón. Mientras tanto, en Estados Unidos es el capítulo de la “guerra contra el narcotráfico”.


PERIODISTAS, TESTIMONIOS Y LIBROS
-Anabel Hernández
La periodista mexicana Anabel Hernández dijo que el narcotraficante Edgar Valdez Villarreal, alias “La Barbie”, le envió una carta desde la prisión en noviembre de 2012, unos días antes de concluyera el Gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, donde describe no sólo los millonarios sobornos que recibían Genaro García Luna, Luis Cárdenas Palomino, Facundo Rosas Rosas, Armando Espinosa de Benito, Ramón Pequeño y una larga lista, sino que incluso señala que el propio Calderón Hinojosa, Presidente de la República, era el “que encabezaba reuniones de narcos”.
Esa información está en al menos tres libros en los que detalla el actuar del crimen organizado en México en el contexto de la guerra contra el narco que emprendieron Calderón y García Luna.
Hernández sostiene que no existió dicha guerra y que los dos gobiernos panistas –Calderón y Vicente Fox Quesada– trataron de entregarle más fuerza y territorios al Cártel de Sinaloa, por eso se desató la violencia, por eso se desató el terror que ha dejado miles de muertos y miles de desaparecidos, dijo la periodista Anabel Hernández García en entrevista con este medio digital el pasado 31 de enero.


El su más reciente libro, “El traidor”, muestra cómo es que Ismael Zambada García, “El Mayo”, quien ha controlado durante décadas el Cártel de Sinaloa, se movió durante esos periodos, los de Calderón y Fox; cómo es que el capo logra seguir impune y tranquilo, y cómo es que negoció y negocia con autoridades de todos niveles, incluidos los ex Presidentes, para hacer fortunas “legales”.
La publicación de su libro “Los señores del narco”, dice la periodista, fue el que causó que García Luna, cuando era el más poderoso Secretario de Estado de aquellos tiempos, planeara su asesinato. Cuenta que ese hecho fue corroborado por agentes del Gobierno de Estados Unidos unos meses antes de que Genaro García Luna fuera detenido en diciembre del año pasado”.
“La información que les comparto es información que tengo de primera mano, tan cierta como la información cierta que estuve publicando durante muchos años durante el sexenio de Felipe Calderón; información que nunca se convirtió en una averiguación previa respecto a estas acusaciones, que no eran acusaciones de una periodista, eran señalamientos que venían directamente de narcotraficantes”, añadió.
-Olga Wornat
La periodista Olga Wornat publicó “Felipe, el oscuro” en el que habla de la existencia de un video en el que se observa a Genaro García Luna recibiendo dinero de un capo que le reclama, y advirtió que no es sólo ése, sino al menos doce.
En una conversación con Álvaro Delgado y Alejandro Páez Varela, en el programa “Los Periodistas” de La Octava, el escenario es un avión privado, en el aeropuerto de Toluca. En ese video, según Wornat, García Luna conversa animadamente con un traficante, quien le reprocha el incumplimiento de una solicitud.

“El exsecretario responde que está allí por orden ‘de mi comandante’; posteriormente, le entregan una gran cantidad de dinero en una bolsa azul marino, misma que se apresura a cargar. Me dicen que hay más videos. Si los dueños de estas grabaciones —que tienen pruebas de todos sus cómplices a lo largo de todos los sexenios — se deciden a liberarlas, tendrán el efecto de un tsunami”, cuenta la periodista argentina.

Agregó en esa misma entrevista que sus fuentes de la DEA esperan que García Luna hable, que colabore de la justicia, que sea preciso, que entregue todo lo que sabe y añade: “Yo creo que Calderón está preocupado. Me dicen los que han estado cerca de él que está enojado por el libro y preocupado. Él lo va a seguir negando hasta que García Luna no dé información. Si García Luna no habla, le espera la cadena perpetua”.

-Francisco Cruz Jiménez

El periodista Francisco Cruz Jiménez elaboró un libro biográfico de García Luna y desde el título lanza tintes sobre el contenido, se llama “El señor de la muerte”.

En este texto, Cruz Jiménez asegura que los nexos de García Luna con las mafias vienen desde que era niño y vivía en la colonia Romero Rubio de la Ciudad de México. De acuerdo con el texto, las referencias al exfuncionario se limitan a su llegada al Cisen porque la narración oficial borró todo su pasado.
Entonces ese libro se va al pasado: con el acta de nacimiento de García Luna, el periodista encontró que la familia salió huyendo de Michoacán en los años sesenta, y que por un año estuvieron escondidos en la misma casa en la que viven ahora; a los 11 o 12 años, un grupo de exagentes del Servicio Secreto lo reclutó y lo hicieron “informante, oreja” a los doce años. Él iba a las colonias e identificaba a víctimas que serían asaltadas.
De acuerdo con Cruz Jiménez, la gente que vivía en la Romero Rubio llamaba “El maldito” a García Luna cuando era un niño. “Cuando sus padres migran trajeron a ese niño a conocer su destino a enfrentarse a su destino, y este niño, reclutado por el Servicio Secreto, hizo lo que sabía: repartir el botín. Se hizo de una hermandad. Esa hermandad fue creciendo”, relató el periodista.


-J. Jesús Lemus
El periodista publicó su libro “El Licenciado” y en él detalla que García Luna no sólo fue el principal estratega en la relación tejida con los cárteles de las drogas, sino que también le sirvió a Calderón para hacer negocios en apariencia limpios, pero inmorales, dada su cercanía con las fuentes del Estado encargadas del sistema de inteligencia.

El texto aborda que la empresa relacionada con García Luna, Verint Systems Inc. obtuvo utilidades de cuatro millones de dólares por los 14 contratos con el Cisen. Por los 11 contratos establecidos con la Policía Federal Preventiva para la venta de simuladores de armas de fuego y equipos de intercepción de llamadas telefónicas, logró ingresos por tres millones de dólares. Por el equipo de informática y de espionaje vendido al SAT fueron 560 mil dólares. Acerca del equipamiento tecnológico vendido a Pemex Exploración y Producción, la empresa estadounidense ganó dos millones de dólares. El equipo espía para la Oficialía Mayor del Gobierno de Querétaro fue tasado en 232 mil dólares.

recuperado de: https://www.sinembargo.mx