Profesor Evaristo Velasco Álvarez.
De las lunas, la de octubre es más hermosa… Dice la canción interpretada magistralmente por muchos cantores, entre los que destaca la voz melodiosa de Pedro Infante. Una canción que intenta rescatar lo romántico y bello de las noches de luna en un cielo tan limpio y tan hermoso como el de octubre, donde no hay nubes y en las que es posible observar a simple vista las constelaciones estelares que nos han sido enseñadas como parte del zodiaco.
Octubre es además un mes que ya ha permitido a los agricultores recoger la cosecha y estar esperando los días de frío intenso, sabedores que ese frío habrá de terminar con las plagas naturales que se generan en el campo, pero además que esas noches tranquilas, son el marco ideal para romances, son como papel en blanco para que los enamorados escriban sus mejores declaraciones, sus poemas más románticos; o que los seres de mentalidad patriótica escriban leyes y acondicionamientos que nos den la seguridad y la tranquilidad, dentro de un clima de respeto y unidad.
Y saboreando un tequila que nos caliente los huesos y que nos despierte el genio de la composición, echemos a volar el genio de la inspiración para que la musa nos despeje la visión interna y nos deje escribir las más bellas ideas y composiciones, con las que invitemos a todos a soñar y descubrir la belleza de la creación inspiradora.
Finalmente, para no cansar a quienes se atrevan a leer estas ideas, me parece que aprovechemos al máximo el recogimiento natural de la familia, para protegerse del frío, y alrededor de una buena taza de café o de té, comentemos las maravillas de por estar en familia. Esto definitivamente, hará ¡Que viva México!
