Rufino Rodríguez Garza.
A la memoria de Javier Villarreal Lozano (+)
Después de 6 semanas sin salir a explorar al monte al fin se me hizo y me arriesgué a llevarme mi cucarachita, llegué documenté y pude regresar.
Este es un lugar donde abundan los grabados tanto prehistóricos como históricos de factura de origen tlaxcalteca, español y actual. En los antiguos vemos abstractos, antropomórficos, geométricos, fauna y antropomorfos.
De los más antiguos destacan huellas de bisonte, venados y felinos. Éstos datos y las debidas ilustraciones aparecerán en un libro en preparación que se llamará “La fauna en la Gráfica rupestre de Coahuila”.
Abundan las representaciones de huellas de venado cola blanca no así las astas; sobresalen también las huellas grabadas de los bisontes que a principios del siglo XVIII aún pastaban por estas tierras de Coahuila.
De Los felinos hay cuando menos 8 representaciones dónde están grabados los cojines de los dedos y un círculo central que rodea las extremidades representados por puntos.
De los felinos que aún hay en el norte de México y en el Estado de Coahuila podemos mencionar al jaguar, al puma o león de montaña y al sigiloso lince rojo o gato montés (linxs rufus)
El sitio que se le conoce como Los José se encuentra en el municipio de General Cepeda es un lugar con un lomerío alto, aunque empieza en el llano bajó al poco sube y se van observando las manifestaciones.
Curiosamente las manifestaciones que representan fauna ya sea de bisontes venados y de los escurridizos felinos sólo se observan en las partes bajas. Aquí no se grabaron proyectiles ni arcos ni el temido átlatl sólo escasas navajas; de la fauna sólo se dejaron los rastros.
Otra sorpresa de este sitio es que entre los vestigios más antiguos Se pueden observar representaciones del planeta Venus. Otros motivos que quedaron sin solución para identificar son aquellos grabados a base de puntos que nos atrevemos a pensar que se refiere a cuentas astronómicas, pues eran sumamente observadores del cielo al cual constantemente estaban vigilando, siempre al pendiente del cambio de estaciones para llevar a cabo la recolección de plantas y frutos o la época de lluvia y también de la cacería. Y por qué no las constantes mudanzas a lugares más convenientes para sobrellevar los duros movimientos o el duro invierno o las prolongadas sequías que acá en el norte del país son frecuentes.
También llama la atención algunos dibujos religiosos, cruces sobre todo, pero de extraña construcción. Ventura y el que esto escribe hemos llegado a la conclusión de que datan de la época de la Colonia, colonización que se trata de grabados hechos a partir de la llegada de los tlaxcaltecas, estos fueron traídos para ayudar a la evangelización y también para tratar de que los nativos locales se asentaran y aprendieran a vivir en comunidad, pero desconfiaron y no aceptaron tal ofrecimiento y siguieron luchando hasta el total exterminio y tarde allá por la mitad del siglo XIX.
Los tlaxcaltecas ya venían evangelizando, gente industriosa que sembraba, que aprovechaba los pastos para su modesta ganadería y que formaron su propio Cabildo.
En los archivos históricos se conservan actas y documentos en lengua náhuatl pues estos amigos que llegaron en 1591 a Saltillo tenían sus nueva tradiciones, pero aún conservaban las reminiscencias de la propia y pues dejaron sus grabados en esta cultura y que poco a poco hemos ido identificando.
En este sitio Los José hay presencia de estos petrograbados que nada tienen que ver con los grabados de los nativos
Destacan las cruces, pero con extraños adornos y dibujos de una exquisitez a toda prueba. Estos grabados los hemos sido localizando en lugares de los que ahora es el municipio de Ramos Arizpe dónde dejaron su símbolo de procedencia: la Garza.
En los escudos de varios municipios se puede ver ésta ave por ejemplo en el escudo de Saltillo, Candela, Parras y Nadadores. Apareció hasta hace unos años en el escudo de Arteaga, pero fue modificado y desapareció la Garza.
Los sitios con representación de grabados tlaxcaltecas que se han localizado en Ramos Arizpe: El Tajito, y en el kilómetro 21; en Parras en el Cerro de la Cruz y éstos de Los José en General Cepeda.
Algunas figuras grabadas destacan por el geometrismo nuevo en esta zona y donde ya había grabados, pero de otra factura.
Los tlaxcaltecas jugarán con el sincretismo donde mezclaron lo propio con la moderna nueva religión y el catolicismo que se les impuso y que ellos también quisieran aplicar a los nativos de la región.
Hay una cruz aquí en Los José, pero también en Narigua donde tiene como pedestal un triángulo con base de 16 cm y con una altura de 34 cm. Éste triángulo estado adornado con 16 pequeños círculos en las márgenes. Del vértice sale la cruz y de la base de la cruz de otros dos más que la hacen la cruz de la Santísima Trinidad, muy propia de los evangelizados tlaxcaltecas.
Otros motivos de la misma procedencia son otras cruces con ángulos en los extremos o la más extraña que es la cruz que tiene un punto central grande, remates en los extremos y el adorno que la hace ver muy estilizada. Otra consiste en una cruz con remates en los extremos, pero parte de un asterisco de 8 puntos y con sus característicos remates.
En fin que se tendrá que poner atención a estas nuevas manifestaciones que datan de finales del siglo XVI y principios del siglo XVII.
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