México, ejemplo mundial de domesticación de cultivos

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  • Actualmente sufre por rescatar autosuficiencia y soberanía en granos.
  • El país ha aportado al mundo más de 200 especies de plantas agrícolas, industriales y medicinales.
  • A los campesinos mexicanos de temporal, productores de maíz, se debe la conservación de variedades nativas de este grano.

Pascacio Taboada Cortina.

La investigación agrícola y ganadera de México y del mundo, es un proceso constante, continuo. Así ha sido por miles de años. El propósito de la sobrevivencia, no se puede suspender a juicio de funcionarios de instituciones o retiro de programas sin reflexión, porque los humanos nos alimentamos todos los días de biodiversidad y, de manera consecuente, nosotros mismos somos parte de esa diversidad.

México en sus diferentes regiones, está repleto de biodiversidad genética, como resultado de la transformación de prácticamente todas las plantas, cultivadas o no, que tenemos. Todas han transitado de lo silvestre a la domesticación, y finalmente hasta su cultivo comercial.

“No se trata solamente del maíz; es el cacao, son las calabazas, son los chiles, los tomates (rojos y verdes) el frijol, las legumbres, las frutas como papaya, fresas y más de 200 plantas de granos, cultivos industriales y medicinales que nuestro país ha aportado al mundo. Todo este material está allí, en el campo mexicano, en poder de los campesinos, que es necesario rescatar e impulsar”, afirmó el doctor José Zarukhán Kermes.

Al ofrecer una conferencia sobre “El Origen y Diversificación del Maíz”, en El Colegio Nacional, expresó que hay muchas especies poco conocidas, pero que son parientes silvestres de nuestras plantas cultivadas. En el caso del maíz, dijo, algunas de estas plantas han llegado a producirnos una diversidad gigantesca de maíces que no sabíamos que existían hasta hace pocos años. “No se sabía de cuántas razas nativas de maíz se cultivan en México en la actualidad”.

Se tuvo la necesidad de hacer un estudio, coordinado por CONABIO, que el doctor Zarukhán dirige, con la participación de unas 30 instituciones de México. “Se llegó a determinar la existencia de 59 razas nativas de maíz, que están siendo cultivadas el día de hoy y cada año en México. Cada una de esas razas, están diseñadas y adaptadas a las condiciones ambientales diferentes”.

En materia de producción de variedades de maíz blanco, propio para la elaboración de tortillas, México es autosuficiente. Sin embargo, es deficitario en maíz amarillo para alimentación animal. Esto ocurre con otros granos, como trigo, arroz y soya, lo cual pone en riesgo la autosuficiencia y soberanía, por lo cual nuestro país sufre por el costo de las importaciones de estos y otros alimentos de origen animal, según reconocen las Secretarías de Agricultura y de Economía. 

En otro orden de su conferencia, el doctor Zarukhán continuó su plática sobre el estudio sobre las razas de maíz, su diversidad y el conocimiento desde su origen hasta establecer dónde surgían. A través de un documento con validez científica y jurídica que nos permitió legalmente establecer que “México, todo México, es la zona de origen y diversificación del maíz”. Igualmente, afirmó, hoy contamos con una Ley en la materia que protege la propiedad de México como país de origen no sólo del maíz, sino de todas las especies cuyo origen es el territorio mexicano.

Para reforzar estos conceptos, añadió el reconocido científico, recientemente la CONABIO realizó un estudio adicional que habla de la contribución de los campesinos de México, los que producen en condiciones de temporal, que ha reafirmado de manera decisiva el esfuerzo y puntualidad de aspectos productivos y la aportación de este país a la producción de maíz en el mundo. “Este es un grupo fenomenalmente importante”, observó el doctor Zarukhán.

Todos ellos son herederos de materiales genéticos que cultivaron sus padres, sus abuelos y bisabuelos, para llevar este conocimiento hasta el presente y han hecho una muy valiosa participación en el servicio evolutivo del maíz para beneficio no sólo de México, sino de la humanidad. Ese estudio está publicado en la “Prosintesis de Royal Society”. También existe una versión en castellano, que se publicó en México.

En este trabajo de mejoramiento genético del maíz, lo muy importante es la conjunción de dos elementos que tenemos en México. “Por un lado, la diversidad biológica y, por otro, la diversidad cultural. “Si averiguamos sobre la cultural, es resultado de la diversidad biológica. Si nos ubicamos en un mapa en el mundo, para ver dónde están los grupos culturales más diversos, siempre estarán en las zonas de mayor diversidad biológica en el Planeta”.

Esta es la contribución de un enorme papel de los campesinos mexicanos, no solamente porque siembran esa simiente por todos lados, sino porque la cantidad de maíz que se produce para su autosuficiencia, es muy importante, la cual sería mayor si tuvieran un poco de apoyo para elevar un poco los índices de rendimiento en zonas donde la productividad es muy baja.

Cada año los campesinos realizan un experimento en el país con la siembra de más de 5 mil millones de plantas de maíz, de las cuales pueden seleccionar genéticamente su semilla para el próximo ciclo productivo. “Esto no se hace en ninguna parte del mundo de ese tamaño, de esa repercusión y de esa utilidad”.

(Continuará Segunda parte sobre “El futuro de la Agricultura”.)