Oliverio Ascascius.
Usted,
quien ha alterado
la tranquilidad
de mi corazón
y de mi vida;
queda detenida
en nombre del amor.
¡Sírvase abrir las piernas!
Perdón…
-que diga –
¡Arriba las manos!
Oliverio Ascascius.
Usted,
quien ha alterado
la tranquilidad
de mi corazón
y de mi vida;
queda detenida
en nombre del amor.
¡Sírvase abrir las piernas!
Perdón…
-que diga –
¡Arriba las manos!