José Luis Rodríguez Flores.
Gran parte de la población mexicana y de EUA habrá escuchado sobre la terrible masacre ocurrida en Bavispe, Sonora, de los LeBarón, que desgarra el corazón al escuchar la impotencia de Julián y Adrián LeBarón, y demás familiares, ante la desgracia de perder en un hecho tan lamentable, a doce miembros de su familia, tres mujeres y nueve niños, obvio todos ellos mujeres y niños, iban desarmados.
Según Julián LeBarón serían más de 40 sicarios los sanguinarios asesinos que perpetraron la masacre de la familia LeBarón, cuando se dirigían a hacer una visita a sus familiares en Chihuahua, hacer algunas compras de mercancías, y una de ellas a recoger a su esposo al aeropuerto, ya que llegaba de Phoenix, Arizona, pero nunca lo lograron, debido a que fueron emboscadas probablemente por cárteles mexicanos.
Las personas que resultaron muertas en la emboscada, fueron Rhonita Miller de 30 años y sus cuatro hijos, Howard de 12 años, Krystal, de 10, y los gemelos Titus y Tiana de ocho años, la camioneta tenia cientos de orificios de balas disparadas por los sicarios, y totalmente calcinada con sus ocupantes adentro.
Diez kilómetros más adelante murieron Dawna Ray Langford, de 43 años, con sus 9 hijos, Dawna dio su vida junto a dos de sus hijas, durante el aterrador tiroteo, pero consiguió salvar a sus otros hijos que escaparon heridos. En otro vehículo iba Cristina Marie Langford Johnson, con su bebé Faith, de siete meses, que su mamá, con una chispa increíble de luminosidad, dejó a Faith bajo el asiento, logrando salvar a la bebé.
Uno de los niños Devin, un adolecente de 13 años, nos ha puesto a los mexicanos, y al mundo, un gran ejemplo de pundonor, no se acobardo ante la adversidad, sabía que dependía de su sagacidad para salvar a los demás heridos, por el contrario, se agrandó, hizo el miedo a un lado, y consiguió ocultar -con frío- y temor, entre los arbustos a sus hermanos Kylie, de 14 años, Codi, de 8 años, Xander, de 4 años, y Brixon de 9 meses, tras conseguir esconder a sus hermanos, luego para salvar sus vidas, Devin emprendió maratónica caminata, al caminar a pie, una distancia de 22 kilómetros, por más de 6 horas, desde Bavispe sitio de la masacre, hasta llegar a dar aviso a sus familiares, al rancho La Mora, donde radican la familia Le Barón, en Chihuahua.
Tras lograr la hazaña, Devin, se salvaron, Brixon, de nueve meses, que tenía una herida de bala en el pecho, y sangraba profusamente; Xander que presentaba un impacto de arma de fuego en la espalda, Kody, que tenía heridas en la mandíbula, y en una pierna; por otro lado, su hermano Kyllie, tenía lastimado su pie. Y cerca de ahí, también escondido entre los matorrales, fue encontrado Jake que estaba ileso.
Por supuesto que este embate del crimen organizado, e inseguridad, que ha venido flagelando a la población de México, no es privativo de este gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador, pues la inseguridad viene arrastrándose desde los gobiernos de Carlos Salinas de Gortari, (PRI), o antes, y siguió a través de los gobiernos de Felipe Calderón, (PAN) Vicente Fox, (PAN) y de Enrique Peña Nieto (PRI)
El 6 de julio de 2009 fueron plagiados y asesinados Benjamín LeBarón, hermano de Erik el anterior plagiado, y Luis Widmar Stubbs, otro miembro de la comunidad, sus cuerpos fueron dejados frente a sus domicilios con una manta que decía que su muerte era en represalia por su activismo en contra de la inseguridad.
Julián LeBarón con lágrimas en los ojos implora al pueblo de México, que ya basta de impunidad, e invita a toda la población a sumarse en aras de corregir el rumbo de nuestro país; también la activista María Elena Morera, presidenta de Causa común, no se cansa de pedir públicamente por todos los medios posibles, que nos debemos solidarizar con Causa común contra la violencia.
Con estas modestas líneas, me solidarizo con Julián LeBarón, y con toda la familia LeBarón, Langford, la familia del poeta Javier Sicilia, líder del Movimiento por la paz con justicia y dignidad, y de Adrián LeBarón, de María Elena Morera, y con todos los familiares de mexicanos y extranjeros radicados en el país, que hayan sido víctimas de la violencia, y que de una u otra manera hayan sufrido la pérdida de un ser querido, y que de una u otra manera haya sido víctima de la violencia o del crimen se requieren más ¡MANOS INOCENTES POR EL DERECHO A LA VIDA!
Reitero, todos somos mexicanos, y no se trata de culpar a unos u otros en específico, ya que han pasado gobiernos, y no se ha podido resolver la violencia, ni se va a resolver culpándose unos a otros, evidentemente, los gobernantes solos ¡no van a poder resolver el escabroso tema de la violencia! se requiere la participación necesaria y diligente de toda la ciudadanía, y buscar en cada hogar la concordia.
Todos, de una u otra manera, debemos cada quien desde su trinchera invitar por todos los medios pacíficos posibles, contribuir en la mejora continua de una sociedad, comprometida con la paz y la concordia.
joseluisrf1@hotmail.com
