POR SÓCRATES A. CAMPOS LEMUS.
En realidad no existen adivinos ni lo somos en nuestra persona, de pronto tenemos algún malestar y no atinamos a comprenderlo por lo que vamos al médico y resulta que, al final de cuentas, uno anda bajo de todo y mal de algunos lados, claro que uno se preocupa, se puede incluso angustiar, los lenguajes médicos y los términos no son complejos pero no son entendibles para uno en forma fácil y bueno, te dicen que no hay más que prevenir y que se tiene que poner en manos de otro especialista, porque ahora los cardiólogos tienen muchas especialidades y los centros de atención no son normales, son como cualquier otro lugar: NEGOCIOS y algunos médicos, no todos, pues son los negociantes y es cuando las cosas se complican mucho. La atención oficial se ha caído de muchas formas y los gobiernos sudan para sostenerlos y los médicos que están prestando sus servicios en esos sitios pues están congestionados de trabajo, mal pagados y en ocasiones hasta mal tratados, y así dan lo mejor de ellos a pesar de que el presidente dice que no se cobran los servicios pues sabe, la realidad es que de una u otra forma lo hacen o lo quieren hacer para compensar los gastos y que puedan continuar con los servicios, y es cuando gente como yo o como otros miles o millones que no tenemos seguro ni atención gratuita estamos expuestos a tomar determinaciones de que: nos dejamos a “ver qué sucede” o perdemos casa, vestido y sustento que, para el caso es lo mismo.
Estoy sin duda en una encrucijada y lo mejor es tomar el tiempo y pensar en las posibilidades de que recibamos apoyo y ayuda y para ello hay que batallar y esto no solamente lastima la autoestima y genera vergüenza porque un viejo como nosotros estamos acostumbrados a no pedir nada y valernos con nuestros medios y recursos, pero hay veces en que no hay más que doblarse y aceptar esa realidad, en fin, cuento esto no porque pretenda despertar simpatías o algo por el estilo, me vale, pero es una realidad que se repite por miles o millones de viejos y de gente que está expuesta a los batallares de la desocupación o los problemas de los ingresos y así, cuando llegamos y tenemos que comprar medicamentos nos sentimos del carajo porque la realidad es que nadie puede explicar los altos costos y de que ahora vemos colas de compradores de medicamentos en todo tipo de farmacias y así pues la desgracia empobrece a muchos más y a unos cuántos enriquece y el círculo es de no terminar.
En mi caso tengo la fortuna de contar con muchos amigos médicos que opinan y buscan apoyar y ayudar, pero no es el caso, el asunto de un tunde máquinas como yo es que cuando entendemos que un problema no es personal sino que es un asuntos social y que afecta a miles de jodidos o injodibles, pues hay que hablar del tema pensando en que a lo mejor, sí, a lo mejor algún político entienda el asunto y ponga atención y trate de resolverlo, que lo dudamos, cuando existe la atención completa de miles de médicos, enfermeras y personal de Salud empeñados en conservar vidas y sufren de muchas carencias y dificultades, y para ello los políticos andan muchos más preocupados en las contiendas electorales o en sus pleitos y búsqueda de puestos y presupuestos que en atender realmente a los miembros del infeliciaje nacional, y bueno, así es la realidad.
Se ha dicho hasta el cansancio que el gobierno actual luchará contra los males del neoliberalismo y pues ahí está uno y grave y no vemos realmente que se luche en su contra. El presidente tiene la voluntad política y la promesa de que los servicios médicos serán gratuitos, pero en la realidad a lo mejor lo que sucede es que muchos de los funcionarios y políticos que deberían ver el asunto andan en lo suyo o en lo otro, pero no en lo que tienen que hacer y le hacen mucho al ensarapado porque al final de cuentas muchos de ellos saben que lograr la atención médica integral gratuita a la población les reduce en mucho sus oportunidades de crecimiento económico a miles de profesionales de la salud que con enormes esfuerzos han logrado hacer su carrera y especialidad y han invertido muchos años en ello, y cuando salen pues andan con una mano atrás y otra adelante y lo que buscan, también, es mejorar su situación económica para darle una mejor vida a su familia, no todos tienen la visión presidencial de que es mejor servir que ganar, esto es una gran idea pero que necesita una sociedad mejor, más equilibrada y solidaria que la que actualmente tenemos, claro que es un gran sueño, pero debe ser un objetivo a largo o mediano plazo y no se puede meter de golpe porque solo que ve como imposición y no como una toma de conciencia, sobre todo cuando las condiciones no están dadas para poderse operar como “Dios manda” y me pregunto: ¿QUIÈN PONE UN FRENO A LA VORACIDAD DE LAS EMPRESAS FARMACÉUTICAS Y HOSPITALES PRIVADOS, Y CONTROLA LOS PRECIOS DE MEDICAMENTOS Y ATENCIÓN HOSPITALARIA Y QUIÈN SE OCUPA QUE EXISTAN ELEMENTOS y equipos adecuados en los centros de servido social hospitalario? y porque no existen y así aparecen las clínicas de los empresarios de la salud y ahí tenemos el grave problema que nadie toca ni trata de resolver, tampoco se han resuelto los grandes aqueos y robos que algunos políticos y funcionarios, con empresarios, han hecho al sector salud, tal como se han denunciado muchas ocasiones e incluso se han dado nombres y datos y como al parecer algunos son ex gobernadores ligados al inicio a AMLO y se aprovechan de que este es hombre leal a la amistad, pues no sucede nada y dejan que los responsables y sus socios sigan en la impunidad y sigan robando a manos llenas, total, están seguros que a pesar de muchas cosas y habladas no pasa nada porque los acuerdos son grandes o los protectores poderosos y así, pues estamos bien, pero bien jodidos…