Política aldeana

0
837

Contagios fuera de control

Si lo dimensionan, pero no lo aceptan para no afectar a la reactivación económica. Se olvidaron que la ocupación hospitalaria en Saltillo supera en este momento el 68% y semanas atrás se ventiló en las reuniones del Subcomité Regional Covid-19 Sureste, que si subía a un 75% o al 80%, el horario de los restaurantes y bares de la localidad sería recortado de las 23:59 a las 22:00 horas

Por solapar a este sector comercial, es que los saltillenses, los ramosarizpenses y los arteaguenses siguen desobedientes y no aplican las medidas sanitarias como es portar cubrebocas, guardar su sana distancia y lo más importante quedarse en casa si no hay necesidad de salir.

Aquí, hay tres alcaldes responsables de esta situación la cual encabeza Manolo Jiménez Salinas, José María Morales Padilla y Everardo Durán Flores. Estos últimos dos presidentes municipales han implementado las mismas acciones contra el coronavirus que realiza el edil de la capital coahuilense.

Hay que tener presente que Everardo es hermano y cómplice del ex alcalde arteaguense Jesús Durán Flores de quien se habla mucho en el 2020 por los negocios millonarios en dólares que sigue haciendo al explotar zonas boscosas privilegiadas en la sierra de Arteaga por instrucciones de los hermanos ex gobernadores Humberto y Rubén Moreira Valdés.

La desobediencia ciudadana que impera en este momento en la Región Sureste, es tanta que los mercados ambulantes de Saltillo, Ramos Arizpe y Arteaga están fuera de control, porque los vigilantes de la Salud -que son empleados de estos municipios- nadie les hace les hace caso cuando tratan de controlar el acceso a estos tianguis.

Y si los presidentes municipales tienen duda, solo tienen que acudir a cualquiera de los mercados existentes para que constaten la cruda realidad en donde los siete días de la semana hay aglomeraciones de personas de todas edades y lo más delicado, la presencia de niños y mujeres embarazadas sin cubrebocas.

Es más, los periódicos y televisoras publican a diario notas informativas y artículos de fondo del descontrol que hay en estos tianguis en donde los únicos favorecidos son los locatarios y los líderes de las agrupaciones que poco les importa si avanza o no el Covid-19. Lo que les interesa es vender su mercancía y se olvidan que ellos también pueden contagiarse.

Lo mismo ocurre con los dueños de restaurantes de todas las categorías y bares de lujo y cantinas de mala muerte en donde a pesar de la contingencia sanitaria que viven los coahuilenses desde hace 10 meses, hay mujeres y hombres que se siguen prostituyendo.

 El panorama que se avecina es crudo y real. Y si a esto le agregamos la llegada de un importante número de familias regiomontanas que desde hace tres semanas llegan cada fin de semana a estas tres ciudades, porque el gobernador neolonés Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” ordenó el cierre total del comercio en todos los giros los sábados y domingos.

Los mismos médicos del IMSS, Secretaría de Salud e ISSSTE y no se diga los dos hospitales privados únicos en Saltillo, afirman que las acciones “tibias” emprendidas por las autoridades de los tres niveles de gobierno traerán consecuencias serias para antes de concluya el 2020. Y como siempre quienes pagarán los “platos rotos” serán los saltillenses, los ramosarizpenses y los arteaguenses.  

El gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís y los informantes de Coahuila ante el presidente Andrés Manuel López Obrador saben del panorama existente en esta entidad. Y por el proceso electoral que inició, en donde se elegirán diputados federales y alcaldes, muchas restricciones no se aplicaron y el resultado serán más contagios y muertes.

 A estas alturas, nadie cree en las cifras oficiales diarias que se difunden por redes sociales y medios de comunicación que dan del Covid-19, ni el Secretario de Salud en estas tierras, Roberto Bernal Gómez lo cree. El coronavirus descontroló a Coahuila, a todo México y al mundo entero.