Vidaurri y su influencia en la aduana de Piedras Negras 

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Rigoberto Losoya Reyes.

Desde 1855, la aduana de Piedras Negras, fue controlada por el gobernador de Coahuila  y Nuevo León, Santiago Vidaurri, que se convirtió en un cacique de la región. Su influencia política le valió para unificar los estados Coahuila y Nuevo León.

Santiago Vidaurri Valdéz y Borrego gobernador de los estados de Nuevo León y Coahuila en 1855

El 16 de agosto de 1857, Vidaurri le solicita a Ignacio Comonfort que consigne en un todo, los productos de la aduana de Piedras Negras para cubrir los gastos de la guerra de los barbaros.  Bajo esta justificación adquiere el control de las rentas de la aduana.  El contrabando y la corrupción del personal en la aduana motivó constantes llamadas de atención de la federación, que finalmente quedaron bajo la jurisdicción de Vidaurri.

Durante la Guerra de Secesión norteamericana se intensificó el flujo comercial por la zona fronteriza de México con el Estado de Texas entre los años de 1861 y 1865. La aduana de la Villa de Piedras Negras registró ingresos extraordinarios por el intenso tráfico comercial por la importación de algodón y la exportación a Texas de una gran variedad de productos como pólvora, cobre, plomo, sal, además de cobijas, zapatos, pieles, ropa, textiles, azufre y pólvora que partían de Monterrey diariamente rumbo a la Villa de Piedras Negras para exportarlos vía Eagle Pass.  El comerciante vasco José San Román, que tenía su base de operaciones en Matamoros, estableció contactos con comerciantes de la Villa de Piedras Negras para exportar sus mercancías. Los ingresos fiscales de la aduana eran administrados a su arbitrio don Santiago Vidaurri para sus múltiples negocios personales.   No era raro que se expidieran documentos para ser cobrados en la aduana por particulares cuyos conceptos no eran precisamente oficiales.

Para darnos una idea, citaré algunos ejemplos de cómo se cobraba en la oficina de la aduana algunos documentos por conceptos totalmente ajenos a los gastos de la misma.

El 30 de marzo de 1859, Antonio Blanco, le escribe a Vidaurri, para informarle que piensa poner un establecimiento comercial y solicita le consigne sobre la aduana de Piedras Negras dos mil pesos por cuenta de sus vencimientos. Vidaurri le autoriza 1,500.00 pesos.

El 21 de septiembre de 1860, Vidaurri le informa a Máximo Campos que los bonos de la Tesorería de Monterrey, solo se negocian en Piedras Negras, pero solo la mitad dinero y mitad bonos.

El 28 de febrero de 1861, Vidaurri dispone que la orden por 2,000 pesos a favor de Máximo Campos, deben ser pagados de la parte metálica de las importaciones que haga, Blas Morales.

El 10 de octubre de 1862, Santos Avilés, un bribón e incondicional de Vidaurri, le pidió que lo nombrara administrador de la aduana y le agradece los 300 pesos que debería de cobrar en la caja de la aduana.

El 21 de diciembre de 1863, Juan Bustamante, le escribe al gobernador de Coahuila y Nuevo León, donde le dice: “Pilar, su hermano, tiene cáncer en la boca y necesita dinero para su curación, por lo que le solicita le paguen los $3,640.00, por la aduana de Piedras Negras, el valor de la orden del ministro de Hacienda.

El control de las aduanas fronterizas cesó cuando el presidente Juárez reclamó a Vidaurri los ingresos fiscales. En febrero de 1864, el gobernador de Nuevo León y Coahuila huyó al Estado de Texas.