De los creadores de la rifa sin avión y la campaña de vacunación sin vacunas
Carlos Padilla Muñoz.
QUE SE LO PONGA, que se lo ponga, que se lo ponga se lo ponga ya. Como niño caprichoso, el Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo tajantemente que no iba a usar el cubre boca, a pesar de haber sido ya víctima del aguerrido y fatal Covid-19. Durante su reaparición en las mañaneras, dijo a pregunta de uno de los reporteros, que no lo usará, y que aquí en México no se obligará a nadie a usarlo, cuando todos los mexicanos esperábamos un cambio en su actitud terca. Ya vio que sus estampitas no son tan efectivas.
Si bien el Presidente tiene toda la libertad de no usarlo, no está justificado como figura política, ya que estará dando un ejemplo negativo y peligroso, ya que millones de mexicanos, fans o no de la figura presidencial, son influenciables por el líder del gobierno de la Cuarta Transformación.
Esta actitud de negación de AMLO significa que sigue gobernando con ocurrencias y terquedad, que ni siquiera haber estado en el umbral de la muerte, cambió su manera de pensar y gobernar.
Antes y después del contagio, se ha especulado de una posible trama para tener un respiro por la presión no solo por las acciones de gobierno, que la economía sigue cayendo como nunca en los últimos 30 años, que los mexicanos siguen sin tener empleo y dinero para comer, que la inseguridad propia de la delincuencia y crimen organizado y la provocada por la necesidad.
Una mentira más, como la venta del avión sin avión, una campaña de vacunación sin las vacunas suficientes, somos 130 millones de mexicanos y solo han llegado poco más de 1.5 millones de ellas, aunque el discurso no solo de AMLO, también lo repiten López Gatel y Marcelo Ebrad, de que pronto llegarán millones de vacunas de diferentes países.
Así, se ha especulado que nunca hubo contagio con el Presidente, que pudo haber sido una farsa teatral más en esta administración donde las falacias, mentiras, engaños y teatros están a la orden del día.
Medios de comunicación, columnistas y personas comentaron que todo fue una farsa para darle un respiro al Presidente y a la campaña de vacunación que no ha terminado de prender, así como el fracaso del manejo de las mismas con fines electorales.
La negativa de dar a conocer diariamente el estado y avance de salud de la figura presidencial, despertaron las dudas, aparte que nunca se publicaron exámenes, fotos y videos del Presidente durante su confinamiento en el palaciego refugio en la sede presidencial
Solamente el video donde apareció acicalado como él dijo, donde si bien se le notaba convaleciente, no denotaba ser víctima de una enfermedad como el Covid que se lleva a sus víctimas en pocos días.
Así con la duda del contagio, la continuidad del manejo de la llegada de millones de vacunas, cosa que no ha sucedido, ya que en el discurso se manejan cifras que al día siguientes cambian y llegan menos, las dudas siguen en este gobierno de la cuarta transformación, donde los escándalos mediáticos sobre personajes de esta 4T como René Bejarano, que nuevamente salió a relucir con su vínculos con grupos delincuenciales, Manuel Bartlett, el protegido de este gobierno federal por haber sido quien consiguió el financiamiento de la campaña electoral, el destape de los principales funcionarios que tienen origen priista y panista, y otros tantos perredistas, que para el caso es lo mismo.
Es creíble que la administración de AMLO necesitaba una cortina de humo para desviar la atención de lo que se está cayendo, de lo que empieza a oler nauseabundo, porque las mentiras y los engaños empiezan acabarse.
MORENA AGONIZA
El desparpajo y desinterés del Presidente hacia su propio partido, esta plataforma que el mismo formó, empieza a tener sus costos, por una parte, para empezar a tejer la plataforma presidencial a futuro y por otra parte para adular al Presidente. Sin un líder moral creíble, quienes han querido manejar los hilos del partido, han creado una guerra de negros, desgastándolo al grado que si en las pasadas elecciones en Coahuila e Hidalgo perdieron todo, ahora las cosas no pintan diferente.
En primer lugar se han desgarrado las vestiduras en busca de los huesos políticos, el liderazgo de Mario Delgado no ha logrado unificar a las bases, muchos militantes han regresado al PAN, PRI, PRD o simplemente sin partido, ante la decepción de sus líderes y su Presidente.
En Coahuila Morena es por ahora, según las encuestas y análisis políticos, la tercera posición, donde existen divisiones por el poder, engañosamente en un supuesto marco democrático.
En Torreón hay más de cinco precandidatos que aspiran a gobernar Torreón, esto dejará más que dividido a las bases, será una destrucción total, aparte que no habrá efecto Peje.
