Sócrates A. Campos Lemus.
PUES COMO ANDAN LAS COSAS NO VALE LA PENA HACER REFLEXIONES SESUDAS E INTELIGENTES, YA COMO QUE NOS VALE TODO LO QUE SUCEDE EN EL PAÍS, POR ELLO ES MEJOR ENTRARLE AL TORO, CON LAS REFLEXIONES DEL Tío Lolo.
Y es claro que en los potreros en tiempos de secas las cosas no están como para prender fuegos ni tirar cerillos, ya ven como se expanden los incendios cuando los pastos secos comienzan a quemarse y salen de control, la verdad de las cosas es que no solamente las vacas y las vaquitas andan tristes por los campos, también anda triste el caporal, es lógico que cuando los toros para lidiar son rechazados, normalmente, lo hacen en los toreos con los toros mansos, con los que no le entran, con los que no se mueven y no se encabronan y cornean y cogen a los toreros de donde puedan, esos toros ni sus vaquillas los entienden y son despreciados, pero a saber, ellos andan pastando como si nada, como si fueran diputados o funcionarios con puestos y presupuestos, la neta es que los tiempos no solamente cambian sino que también impactan en los ánimos de los demás, y sobre todo, impactan en los ánimos nacionales, como que se terminaron los toros bravos, ahora, solamente quedan los toros hocicones y esos pues no sirven de mucho porque traen el hocico más adelante que la cornamenta, y si bien, en la vida real los cornamentados son motivo de burlas y de chismes, pues en política ya nos podremos imaginar, con la lengua que se traen los suspirantes a políticos lo que dicen, y sobre todo, lo que hacen, no con la lengua, pero a lo mejor también, uno no sabe ya cómo se utilizan los miembros viriles en las jornadas y en las cornadas. El asunto es que el toro bravo de Guerrero, como que se apendejó, como que se confío y dejo todo en manos de Dios, y como siempre, pues es claro que Dios sabe exactamente lo que uno necesita a pesar de lo que pida y ruegue, por eso es Dios, y no me refiero al mero mero, me refiero a los dioses de “pies de barro” que abundan en el medio, porque a pesar de que cambian, hay cosas que se heredan, cosas y malas, de los peores tiempos dice el que sabe todo y da clases mañaneras con gran sabor y buen olfato político a pesar de que seguramente se encontrará muy desgraciado con los toros capados que le mandan al ruedo, y por eso las rechiflas y las mentadas, pero con chiflidos y mentadas no se salvan las ofensas ni se salvan los favores y así, en vez de tener caminos rectos a la buena faena pues los caminos se retuercen y se joden y hasta la vaquillas se secan, ya ni leche quieren dar, menos mantequilla, ni se siente el ardor del sexo en los campos porque los toros en vez de andar corriendo y jodiendo, pues no los vayan acusar de pederastas y violadores, mejor se quedan y se echan en el medio campo y ni voltean a ver, menos a corretear a las vaquillas, pue así de triste anda la cosa en Guerrero y pues así todo, además de la seca, pues se seca y ni modo… nos ganaron los pelones y los viejo mañosos del condado.
Y no se escuchará aquello de: “Toro, toro asesino, ojala te lleve el diablo”, pues lo chingaron, dicen que a la mala, no de frente, no lo dejaron cornear y mostrar su casta y su sangre brava, no, lo apendejaron y lo dejaron de buey, pero sin servir ni para la yunta, solamente para la carnicería, y debe ser terrible que para un buen animal como lo es, así de animal y de bravo y bebedor y motociclista lo dejen de a buey, eso sí que duele, seguramente se refugiará en su rancho y se dedicará a cambiar de profesión dejando el de toro y torero que es tan peligroso, tal como se lo decían los viejos del pueblo: la política es peor que los amores traicioneros, no dejan ni siquiera que los buenos cuernos anden por ahí, sino que además de ponerlos los exhiben y los cuelgan en las casas para mostrar que son machos y aguantan hasta las cornadas, pero en la política las puñaladas son verdaderas y las traiciones abundan con las pasiones y las ambiciones y no es posible, dicen, ahora muchos exquisitos izquierdistas de esos que no han hecho nada ni saben usar las fuscas ni las sacan ni siquiera para empeñarlas ni jalarles el gatillo con los guevos no con los dedos, ahora, son los consentiditos, solamente porque saben de historia, cuando los toros bravos sabían de tomar a pelo en pecho y cantar y hacerle hasta al artistilla para el cine, por eso la estampa, gruesa y dura, como los meros machos de los pueblos: feos, fuertes y valientes, pero no, la política los chinga y los convierten en bueyes castrados, los manda al matadero o a andar jalando la yunta para que no pierdan el paso, pero las vaquillas los dejan a un lado y se secan las ubres y los presupuestos y todo se chinga, se chingan los sueños de grandeza y de riqueza y de eso que hay que “ayudar y servir al pueblo” pues nada, ahora, llegarán los fifís, los toritos rasurados que ya están entrenados para dar una buena faena y los indulten desde el centro de los jueces a pesar de que todos saben que están comprados, pero qué más da cualquier queja ya, solamente lo hacen los machines para no perder de a feo, pero de que perdieron perdieron y se jodieron, les rompieron los sueños y los dejaron en cueros, sin dignidad exhibidos ante el ganado bravo y el menor, y los borregos pues ahora que se pueden acercar al toro bravo porque ya está castrado, pues le ponen o regalan los cencerros para que no se pierdan y sigan a la borregada, ese es el destino siniestro de los perdedores y de esos que presumían de toros machos, pero los jodieron con chismes, con la lengua, ni siquiera con el trapo rojo, ni siquiera lo pincharon desde el caballo, ni le pusieron banderillas, ni le dieron la corrida final, no, simplemente lo castraron y ni siquiera lo dejaron llegar a la Plaza ni hacer la tienta a pesar de que decía que no le tocaran los guevos porque era eso malo muy malo y lo dejaron ahí llorando, no como toro asesino sino como buey castrado, obedeciendo al jefe de jefes porque así es la política, aunque duela y duele más que los chingadazos y los balazos, ya nadie saca las pistolas para defender a los amigos ni los respetan, ahora, solamente, como antes en el viejo régimen siguen sacando en vez de pistolas lenguas viperinas para asesinar a los toros medio buenos… así están las cosas y ni hablar, nos chingaron Macedonio, todo por andar en la política cuando te deberías quedar en el rancho ordeñando la vaca pinta y dejando pasar al vida… ya se terminó aquello que: “Los de Guerrero, no olvidamos ni una ofensa ni olvidamos ni un favor”