Salió un “prietito en el arroz” en la alta jerarquía clerical

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Jesús M. Moreno Mejía

“La soberbia es la causa principal de las desdichas”.

Anatole France.

             Pese a que la Biblia tiene pasajes que advierten a los creyentes no caer en la soberbia, el ex obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda Silva, hizo gala de su engreimiento y desfachatez personal, anunciando a bombo y platillo que se lanzaría como precandidato a diputado local, por el partido que se tilda ser de centro izquierda, “Fuerza por México”.

Onésimo Cepeda Silva

“Cuando tú, por la soberbia, te remontares y pusieres tu nido sobre las estrellas, de ahí, dice el Señor, te arrancaré yo”, da cuenta Abdías en la Biblia. “No te dejes llevar de pensamientos altivos a modo de toro soberbio que a todo embiste; no sea que por tu animosidad se estrelle por causa de tu locura” (Eclesiastés), son sólo algunas advertencias que aparecen en el Libro Sagrado.

Aristegui Noticias informó el 5 del presente mes, que el partido político “Fuerza por México”, había anunciado que el obispo retirado de Ecatepec, Estado de México, Onésimo Cepeda Silva, de 84 años de edad, sería registrado ese mismo día como precandidato a diputado local por el Distrito 21, con cabecera en dicho municipio.

Para ello, el mencionado partido envió invitación a diversos medios de comunicación para que asistieran al acto de registro del precandidato, donde el presidente nacional de ese instituto político, Gerardo Islas, dijo a los medios de comunicación que “Onésimo Cepeda cumplía los requisitos para ser su abanderado, pues ya no es ministro de culto en activo”.

Sin embargo, de acuerdo al Directorio de Ministros de Culto de la Dirección General de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, (actualizado el 2 de abril del presente año), Cepeda Silva está registrado como ministro de culto por la Conferencia del Episcopado Mexicano.

Y es que la Constitución Política de nuestro país, señala desde el 29 de abril de 1933, en su artículo 55, fracción VI, que para ser diputado se requiere “…no ser ministro de ningún culto religioso”, y por consiguiente el registro del obispo retirado es inconstitucional a todas luces.

Onésimo Cepeda fungió como obispo de Ecatepec desde 1995, y lo fue hasta el 7 de mayo de 2012, cuando el entonces papa Benedicto XVI, aceptó su renuncia al haber cumplido 75 años de edad y entrar en la etapa de jubilación.

Tras del anuncio de su registro como precandidato, salieron a la luz pública algunas acusaciones en contra del ex obispo de Ecatepec, entre ellas ser acusado de fraude en 2010, por apropiarse presuntamente de 42 pinturas de la colección privada de la familia Azcárraga, por un valor de 130 millones de dólares, si bien después el caso se resolvió a su favor.

Su cercanía con las élites políticas y empresariales de México, así como sus declaraciones sobre asuntos públicos, causaron invariablemente polémica, entre ellas calificar el estado laico mexicano como “una jalada”. Fueron fastuosas sus fiestas de cumpleaños, a las que acudían políticos y empresarios de renombre, entre ellos ex presidentes y ex gobernadores, como Enrique Peña Nieto y Mario Marín (actualmente preso en Cancún); Alfredo Slim Helú y Carlos Slim Domit, entre otros.

El registro del pretendido candidato a diputado, causó revuelo a nivel nacional e internacional, dedicándole el periódico español “El País” una destacada nota informativa, destacando algunos datos de la controvertida imagen de Cepeda, entre ellas ser aficionado a la corrida de toros y darse a notar en medio de la concurrencia, acompañado de personajes tales como Carlos Ahumada, el empresario argentino nacionalizado mexicano, al que se le imputan numerosos fraudes.

En otra nota informativa lo exhiben como influyente, al que le fueron retirados, a él y al actual senador, Eruviel Ávila (exgobernador del Estado de México), 19 policías municipales y cuatro vehículos propiedad del municipio de Ecatepec, que estuvieron al servicio de ambos desde hace tiempo.

Onésimo Cepeda, anunció posteriormente que renunciaba a ser candidato a diputado, al no tener el apoyo de la Diócesis de Ecatepec, como por el Episcopado Mexicano, quienes se deslindaron de todo acto político, que a título personal realizara el ex obispo, independientemente de que hay impedimento por el Derecho Canónico que los clérigos participen en cargos públicos.

Hay un sinnúmero de conjeturas sobre el porqué el prelado en retiro se lanzó “como el Borras”, desde dándole un calificativo popular que se inicia con la letra P; “no ser un auténtico creyente, pero sí tener un real afán de notoriedad”; prestarse a un juego político en beneficio del nuevo partido, al que muy pocos conocen, pero sobre todo porque es un individuo al que le gusta hacer gala de su engreimiento y su soberbia, para llamar la atención de todo mundo.

Sin embargo, usted amable lector, tiene la mejor opinión al respecto.

  ¡Hasta la próxima!