Jorge Arturo Estrada García.
Jóvenes haced política, porque si no la hacéis
se hará igual y posiblemente en vuestra contra.
José Ortega y Gasset.
La política es el paraíso de los charlatanes.
George Bernard Shaw
Estamos en época de muertos y de crisis enormes. La vida para todos nosotros ya cambió, tal vez por largo tiempo. También, es temporada de elecciones y los políticos que ganen en las urnas, con nuestros votos o sin ellos, con sus actuaciones afectarán directamente a nuestras vidas y las de nuestras familias, para bien o para mal. Cuidado.
En esta ocasión, estarán numerosas cosas en juego. Son asuntos, que debieran importarnos mucho, el presente es peligroso y el futuro es más incierto que nunca, deberíamos tener a tipos confiables en los cargos públicos. La elección del seis de junio viene por dos vertientes: la local con alcaldes de Coahuila y la nacional con la renovación de los diputados federales.
El alcalde que resulte electo, con sus acciones influirá decisivamente en que el agua llegue a tu casa, que la policía vigile las colonias y que cuide tu patrimonio, que el transporte urbano sea eficiente y no una tortura, que las vialidades no sean cuellos de botella en las horas pico, que tapen los baches, que pavimenten las calles, que los pandilleros no agredan a tus familiares, que no se roben los equipos de las escuelas, ni tus autos y las autopartes y que los parques estén bien cuidados.
Por otra parte, los diputados federales y sus decisiones podrán decidir aumentar la edad de tu jubilación, la cantidad de los impuestos que pagas; el dinero que se destina para los hospitales y medicinas; si habrá guarderías suficientes para tus hijos; si recibirás prestaciones o te resignarás a la informalidad; si los salarios seguirán bajos; si habrá más plazas magisteriales y lugares en las escuelas; si las carreteras serán adecuadas para alentar la inversión que genera trabajos formales mejor pagados y viajar seguros y muchas cosas más.
De esta forma, los candidatos que ganaron decidirán por ti e influirán en cómo será tu vida en los próximos años. Tus oportunidades de superación de empleos y de acceso al progreso pasarán por sus manos. Sin embargo, los diputados, en realidad, son los peones obedientes que usan los presidentes y gobernadores para legitimar sus decisiones de poder, que faciliten sus proyectos políticos personales. En México los legisladores han servido para hacer leyes a modo de las élites económicas y sus negocios. Muy pocas veces sus votos van consultados con los electores de sus distritos.
Ahora, los diputados pueden reelegirse y regresan a las calles luego de tres años alejados de los ciudadanos, les llevan despensas, promesas y cubrebocas a los pobres, también recorren los mercados y se ponen a bailar. A los clasemedieros ni se les acercan.
En lo político, para los candidatos a presidentes municipales en los municipios grandes de Coahuila, será un paso que los acerque a la candidatura para gobernador dentro de dos años. En lo económico, en todos los municipios, los presidentes municipales son la llave para los negocios a la sombra del poder público ya sea por permisos, contratos y concesiones.
En lo económico, para los diputados, los cañonazos de millones de pesos por votos en favor de las leyes y reglamentos que favorecen a proyectos políticos o negocios privados son el gran atractivo del cargo, sin descontar los abultados sueldos y prestaciones. En lo político, es la oportunidad de tejer relaciones en la política nacional para seguir avanzando en sus carreras y para consolidar patrimonios.
En México suceden cosas que no deberían suceder, son 100 años de democracia torcida. Basta repasar las declaraciones 3 de 3 de muchos de ellos o las hemerotecas en donde se evidencian cuentas bancarias millonarias y muchas propiedades. También aparecen salpicados en los escándalos de corrupción de alto impacto.
Lo más probable es que Morena ganará las elecciones federales, dividirá triunfos en 15 estados en donde compiten por la gubernatura, en Coahuila ganará varias presidencias medianas y menores, y se podría meter a la pelea en Torreón y Saltillo. Pero ya no será el mismo fenómeno arrollador.
Actualmente entre la clase media, Morena aparece ya como un partido desprestigiado y pulverizado por albergar a personajes impresentables y por su turbulenta vida interna en recurrentes pleitos por el poder y los mil millones que el INE le entrega cada año. Como gobierno, el presidente está desgastado, pero conserva una base social que aún lo apoya con fervor, el siete de junio se conocerá de qué tamaño es.
Los principales candidatos a la alcaldía de la capital de Coahuila van por el asalto al Palacio Rosa en un par de años, pero primero deben ganar esta elección, el que pierda queda fuera de la competencia. La terna priísta estaría integrada por Eduardo Olmos, Manolo Jiménez y Chema si gana, la de Morena por Javier Guerrero, Reyes Flores, Claudio Bres, Guadiana y Luis Fernando sólo si ganan el 6 de junio. Entre los panistas están Marcelo Torres Cofiño y Jorge Zermeño, pero primero deben ganar.
En Saltillo, la competencia por la alcaldía es intensa. Las encuestas no están aportando certidumbre. Los ciudadanos están molestos y polarizados, ni siquiera quieren responder los cuestionarios y se reservan sus opiniones. Unas dan ganador a Chema Fraustro y otras a Guadiana. El PAN de Saltillo, tocó fondo y Tere Romo navega con entusiasmo y sin brújula. Morena recibirá el voto de castigo contra el PRI, Guadiana se colocó como contendiente serio en el imaginario colectivo. ¿Pero, a dónde irá el voto de castigo contra Morena? ¿Con Chema o con Tere? Todos lo van a necesitar.
La gestión de Manolo Jiménez se desgastó con el paso del tiempo, no cumplió lo más importante y se le atravesaron López Obrador y los recortes presupuestales federales; además de las emergencias de salud.
La campaña de Chema no ha sido efectiva, Saltillo tiene muchos problemas y rezagos, que una persona inteligente, trabajadora y experimentada pueden resolver si se rodea de un equipo de profesionales de alto nivel en lugar de cargar con cuadros muy desgastados y juniors de personajes desprestigiados.
En estos momentos, las emociones se imponen a las razones. El candidato que genera reacciones entre los ciudadanos es visto con interés. Chema y Guadiana han encontrado dificultades para posicionarse en la mente de los electores en forma clara y positiva. Su discurso es disperso y la vida actual es demasiado dinámica y está saturada de mensajes de todo tipo. La información se sucede en ráfagas, muchas veces sin dar tiempo para procesarla, Se trata de colocar uno o dos temas, con una narrativa adecuada, en diversos formatos y envolturas, y machacarlas hasta que penetren. El tiempo se agota.
Falta un mes de campaña. Sabemos que el INE y las elecciones son muy costosos porque los políticos mexicanos son muy tramposos y a lo largo de 30 años se han ido agregando candados para tapar resquicios por donde se cuele la trampa.
También, sabemos que Andrés López Obrador nunca ha perdido una elección o una batalla, siempre hay alguien que le hace trampa y le roba el triunfo. Actualmente, él está muy enojado porque todavía existen organismos, magistrados y personajes que lo contradicen y no lo obedecen. La ley electoral actual, con sus candados extremos, es producto de la fuerza del rencor de AMLO, luego de sus derrotas.
Morena ya tocó fondo en Coahuila, participan con un candidato Juanito por la alcaldía de Torreón. Será interesante ver cómo la mancuerna de Luis Fernando Salazar papá, un priísta veterano y Luis Fernando, hijo, un expanista neomorenista, convence a los electores de que un par de ex prianistas tienen la estatura para gobernar a la orgullosa Perla de La Laguna. La política es un asco. No hay novedad.
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