Oliverio Ascascius.
Los inconclusos son odiosos
pequeños y despistados,
repelentes y contrarios
nauseabundos y risibles.
Son los que creen que con reír
ya saben divertirse.
Los que creen que con hacer el amor
ya saben amar.
Los que creen
que con leer una novela de cuarta categoría
ya saben de literatura.
Los que creen que
con haber aprendido a caminar
ya saben correr.
Los que creen que con saber hablar
ya pueden decir cosas interesantes.
Los que creen
que con lo poco que conocen
ya piensan saberlo todo.
Esos impertinentes,
pobres tontos diablos.
Los que siempre están en espera
de sobresalir,
los que enchuecan la boca
cuando hablan,
los que creen vivir y no viven
los que creen que piensan
y en realidad nunca han pensado.
Esos, esos pobres inconclusos.
