Decirle la verdad al presidente

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Sócrates A. Campos Lemus.

Cada día que despierto comienzo a entender que no es un día más, sino un día menos y hay que vivir el presente y aprovecharlo”.

No es frivolidad, en realidad me encantan los cuentos y los chistes, me hacen reír y esto es bueno para la salud y el alma y sobre todo para mejorar el mal humor que nos invade en éstos días por el miedo y la angustia por el presente y el futuro, así que me permitiré contarles uno de esos que me encanta.

          Una señora mayor tenía un hijo que no podía caminar porque tenía malestares y dolores terribles por causa de males viejos, pero ella como madre no se rendía y lo llevaba de aquí para allá buscando cura del hijo, llegó el tiempo en que habían recorrido todos los médicos especialistas y solamente quedaban los milagros y así estando cerca de LOURDES le llevó al santuario diciéndole: “MI hijito por favor pide con mucha fe que la virgencita te haga el milagro de tu salud” y lo arrastraba con su silla de ruedas, como el santuario están en una pendiente empinada por la que hay que bajar, la viejita tropezó y la silla se fue por la libre tomando cada vez más velocidad y se escuchaba al hijo diciendo: “Virgencita, por favor cuando menos permite que me quede como estoy, y no más milagros”.

          Y tal parece que así andamos hoy en día los mexicanos en la inmensa mayoría, tenemos esperanzas y confiamos en el presidente, pero en realidad desconfiamos de muchos de sus cercanos colaboradores que solamente andan por ambición y puesto con presupuestos, pero nada más, ya no queremos milagros queremos quedarnos cuando menos como estamos con algo de vida y muchas angustias para sobrevivir. Total, siempre hemos luchando por el pan diario y tratar de mejorar lo que tenemos aunque en esta pandemia nos saquearon los bolsillos con las enfermedades y aislamientos y falta de empleo y crisis económica, volver a la lucha diaria es la obligación de todos y nos hay nada mejor que intentarlo cada momento para saber que cuando menos estamos con vida y queremos tener esperanza y ánimos para continuar luchando por nosotros y los que amamos. Recordemos que no somos políticos, ni funcionarios, ni burócratas, ni contratistas, ni aviadores ni miembros de partidos que les buscan la chamba a cambio del sometimiento a sus instrucciones, si queremos ser hombres libres y dignos tenemos que luchar con nuestros medios y capacidades sorteando loa horrores y los terrores de los que viven totalmente de nuestro esfuerzo con el cuenterete de que nos sirven cuando solamente vemos cómo se sirven de los puestos y presupuestos y nos distraen y nos siguen engañando con cuentos y promesas. Igual que engañan muchos al propio presidente que les brinda la confianza y la buena fe. Es la realidad. Que tendrá que ver algún día el presidente. Le siguen dando bola con el beis bol y las limpias y entre el humito le ocultan las verdades y en el macaneo le dan por su lado, pero lo chingan y nos chingan es la realidad. Le cambian bates, guantes y bolas por estadios y subsidios y negocios.

          Por alguna razón los viejos reyes traían a su lado a los bufones que siempre les recordaban que eran humanos y no solo esto también eran los únicos a los que se les permitía decirle las verdades para que no cometieran tantos errores y terrores, ¿quién podría ser el bufón del presidente? Tendríamos que elegirlo por voluntad del sabio pueblo que no se equivoca, pero cuando se equivoca, pues no jodemos todos.

          No es como a aquella anécdota que les comentaba cuando después de un temblor en Oaxaca una viejecilla muy humilde y descalza llegó a dar todo lo que tenía de valor para ayudar a las víctimas y le dijo a la esposa del gobernador Vázquez Colmenares: “ Soy muy pobre y traigo lo que tengo, unas nueces para alimentar el cuerpo y unas estampitas para alimentar el alma”, y eso, en verdad, era una enorme ayuda y apoyo en tales momentos viniendo de un ser humano tan noble y solidario, no de farsantes y convenencieros que hacen teatros.

          Muchos mexicanos que hemos vivido muchas experiencias y al paso de los años vamos conociendo algo de la maldad y del oportunismo político en los cercanos al poder que por ambición ocultan y por contratos matan y es por esa razón que tratamos desde nuestras trincheras, no de generar dudas en el presidente, ese es problema de otros , sino de alertarlo cuando menos para decirle, aguas, que lo están engañando como lo ha venido comprobando, pero a veces pues a tragar sapos con la sonrisa en la boca porque el tiempo y la circunstancia tampoco le permite poner el orden de inmediato y tiene que llevar los alacranes en el lomo. Y la verdad es que también hemos visto como los que están cercanos a la oreja del señor son los que más intrigan y sacan raja de él y su buena fe para hacer negocios y sacar contratos o acercar a los hombres del dinero que les pagan para ese papel ingrato y humillante.

          El presidente debe ser el hombre mejor informado del país, pero no como Calderón o Fox o Peña Nieto solamente informados para saquear, corromper y chingar a los mexicanos, no, sino para que no le hagan pentonto que es mucho peor que otras cosas y males y le hacen torcer los caminos de la trasformación y de los proyectos que no servirá a todos, por ello es nuestra obligación decirle, gritarle la realidad porque a lo mejor anda macaneando o está sumido en las limpias y sueños que no nos llevan a la realidad.