Fernando Rangel de León.
Ya son más de cinco cantantes mexicanos famosos que se han equivocado en la letra al entonar el Himno Nacional Mexicano, en multitudinarios eventos patrios y deportivos, en México y en el extranjero; como Vicente Fernández, que en lugar de cantar “Ciña ¡Oh Patria!, tus sienes de oliva, dijo “sienes querida”; Jorge “Coque” Muñiz, cantó “Mas si osare un extraño enemigo, profanar con su planta tu suelo, si el clarín con su bélico anhelo los convoca a lidiar con valor”, en lugar de “Mas si osare un extraño enemigo profanar con su planta tu suelo, piensa ¡Oh, Patria querida! que el cielo un soldado en cada hijo te dio.”
Pablo Montero, se ha equivocado dos veces: en la primera en lugar de cantar “retiemble en sus centros la tierra”, dijo “retiemble en sus centro”; y más recientemente cantó “que en el dedo tu eterno destino” en lugar de “en el cielo”; en vez de “sonoro rugir” cantó “sonorio” y omitió “por el dedo de Dios se escribió”, cantando en su lugar “nos convoca a lidiar con valor”; Ángela Aguilar, lo cantó lento y cambiando la entonación; Ana Bárbara, aunque fue un pequeño error al cantar “olivo” en lugar de “oliva”, no escapó a la crítica; y Jenny Rivera, en lugar de haber cantado “y retiemble en sus centros la tierra” dijo “y retiemble los centros de la tierra”; y así por ese mismo estilo otros que han interpretado en público el Himno Nacional, también se han equivocado.
Entonces ¿Qué tiene nuestro glorioso Himno Nacional, que frecuentemente nos equivocamos al entonarlo? ¿Será su origen? Recordemos que fue Antonio López de Santa Ana, quien en 1853, convocó a un concurso de la composición de un himno nacional; habiendo ganado con la letra el potosino Francisco González Bocanegra; y un año después con la música el español Jaime Nunó; habiendo sido interpretado por primera vez el 15 de septiembre de 1854, en el entonces Teatro Santa Ana; con motivo de los 25 años del triunfo de ese dictador contra una invasión española en Tampico.
El Himno Nacional, es un himno épico, de guerra, pero no de agresión sino de defensa ante el extranjero, que nos motiva a todos los mexicanos a estar unidos ante cualquier invasión, y su emotividad nos hace “enchinar la piel” cuando lo oímos y lo cantamos, con todo y equivocaciones.
El Himno Nacional que conocemos de cuatro estrofas no es el original, que tenía diez estrofas; porque si Santa Ana lo aprobó en el concurso fue porque en una de sus estrofas se le exaltaba como el héroe de Zempoala, en una de sus batallas contra Iturbide, quien también es mencionado; y fue cambiado y declarado oficialmente como nuestro Himno Nacional en 1943, con el Presidente General Manuel Ávila Camacho.
El Himno, la Bandera y el Escudo nacionales, son nuestros tres símbolos patrios, que nos dan identidad y sentimiento de pertenencia a esta maravillosa nación.