Rufino Rodríguez Garza.
Coahuila es una potencia mundial en arte rupestre oficialmente nuestro estado está en tercer lugar de registros en manifestaciones rupestres sólo por abajo de California y Nuevo León. Aunque deberíamos estar en el segundo lugar nacional, pero en Coahuila aún no se hace el debido levantamiento de sitios con pinturas y grabados.
El ingeniero Alfonso González Contreras nació en Paraje, Durango estado dónde realizó la primaria, la secundaria y la preparatoria; la carrera la realizó en el Instituto Tecnológico Regional de la Laguna en Torreón
Ejerció su profesión recibiendo reconocimientos por su labor en el campo de las agroindustrias, ya jubilado pertenece a la Asociación de Investigadores de Historia y Paleontología de la de la Comarca Lagunera A.C.
Decíamos en la entrega anterior qué es un libro que no tiene desperdicio pero que está muy apretado, pues de seguro debió ser una obra en dos tomos y así la letra estaría más cómoda para todos los lectores tanto jóvenes como adultos interesados en este importante tema.
Un tema que no menciona es el de los geoglifos esas figuras que se ven desde las alturas, las más famosas del mundo son las de Nazca en Perú, pero en México las hay aunque no de grandes dimensiones, pero las podemos encontrar en Parras, General Cepeda y Ramos Arizpe. De otras partes de México podemos hablar de la Sierra del Pinacate en el Estado de Sonora.
Desde que se publicó el libro hace 16 años se han localizado hermosos sitios en los municipios de San Pedro, Ocampo, Ramos Arizpe, Parras, General Cepeda, Etc.
El libro del ingeniero Alfonso González es una puerta o introducción al arte rupestre de nuestro estado, entre los petrograbados no hay resultados de fauna entre Torreón y Parras, sólo se observan geométricos, astronómicos, cuentas, antropomorfos y muchos abstractos.
En la región Lagunera se observan grabados incisos que algunos confunden con afiladores, ¿Pues qué afilaban? si se trata de afilar una punta ésta se rompe, algunos mencionan que ablandaban el sílex o pedernal en el fuego, pero se ha demostrado que se lasqueava al colocarlo directamente sobre las lajas para darles la forma deseada.
Un servidor y el compañero Ventura hemos localizado lo que pudiera ser el material de piedra más pequeño del mundo lo que sí es cierto que aún se desconoce cuál fue su uso.
Para Antonio Martínez los petrograbados son mensajes de vida y de futuro, en efecto en la región Lagunera hay sitios con peyote pero no está generalizado pues sólo hay representaciones de esta planta, lo que quiere decir que hacían como los huicholes viajes a lugares donde había esta planta para su consumo en rituales muy especiales, no cualquiera lo consumía sólo los jefes o chamanes y brujos en eventos como los mitotes, esas reuniones que se llevaban periódicamente a efecto de realizar intercambio de productos o realizar enlaces matrimoniales, pues era una sólida costumbre de no casarse entre los mismos es decir, endogamia, ese matrimonio entre los mismos.
En sitios como San Francisco del Progreso, en Tierra Santa o el Sol hay representaciones de éstas plantas en los múltiples grabados de esos y otros sitios. Algunos piensan en una representación solar con la representación del peyote.
El último capítulo nos habla de etnobotánica de esta región y se da a la tarea de hacer definiciones entre el hombre del desierto y la gran variedad de plantas que allí se encuentran, habla de las calabazas una planta cuyo fruto es comestible y medicinal. En Charcos de Risa y Tres Manantiales se ha localizado cerámica pero también vestigios de esta planta.
Sería larga la lista de la flora de Coahuila y se hablaría de sus aplicaciones como el mezquite, granjeno, lechuguilla, palma y magueyes para elaborar hilos, cestas, cuerdas, redes, etc. Del mezquite de su raíz hacían los arcos y del mimbre las flechas.
No se localiza la bibliografía que tanta falta nos hace para saber más y podemos seguir hablando del libro de Alfonso pues merece mucha aplicación por este conducto felicitamos al autor de este libro.
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