Crece la producción en el campo en la 4T

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  • El Programa Producción para el Bienestar se enfoca en productores de pequeña y mediana escala, así como productores de pueblos indígenas y a mujeres.
  • Alcanza cerca del 90 por ciento de sus metas anuales de dispersión.

Abigail Angélica Correa Cisneros.

Al cierre del primer semestre, el programa Producción para el Bienestar (PpB) cubrió 89.9 por ciento de sus metas de dispersión de apoyos, con un monto de 11 mil 329 millones de pesos en favor de un millón 979 mil productores de pequeña y mediana escala de maíz, frijol, trigo, arroz, otros granos, amaranto, chía, café, caña de azúcar, cacao y miel de abejas Apis y Meliponas, informó el subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Suárez Carrera.

Lo anterior representa el avance anual, en términos de número de productores, de 86 por ciento y la meta de cierre de año implica un total de dos millones 300 mil productores. Este programa está enfocado en el reto de la autosuficiencia alimentaria y su objetivo es brindar liquidez para que los productores inviertan en sus labores en el campo con una perspectiva de sustentabilidad, por medio de sus Estrategias de Acompañamiento Técnico y de Fomento al Acceso al Financiamiento.

Este año se incorpora por primera ocasión a productores de cacao y de miel de abejas Apis y Melipona (con y sin aguijón, respectivamente) con apoyos directos y acompañamiento técnico. 

Asimismo, el programa también ajustó al alza las cuotas de apoyo por hectárea, con cuota preferencial a los productores de chía y amaranto, lo que permite estimular más la producción de estos alimentos de alto valor nutricional y cultural.

Con esto se impulsan prácticas agroecológicas que permiten desplegar el potencial productivo de los campesinos en 34 regiones que implican 27 estados de la República y 500 municipios. Se ha atendido a 112 mil 842 productores por medio de mil 184 técnicos agroecológicos, sociales y promotores comunitarios, así como con el apoyo de siete mil becarios del programa Jóvenes Construyendo el Futuro, quienes, al capacitarse, entrenarse y realizar prácticas sustentables, se convierten en embrión de promoción agroecológica para el futuro.

En este gobierno el programa se centró en productores de pequeña escala, con superficies menores a cinco hectáreas, y de mediana escala, que tienen más de cinco y hasta 20 hectáreas. Eso permitió incorporar a más beneficiarios con esta tipología, quienes representan 85 por ciento del total en el país. A diferencia de El Procampo, que no puso límites en número de hectáreas; y Proagro, que apoyó a productores con hasta 80 hectáreas.

 En los gobiernos previos, con Procampo/Proagro, los productores del norte del país llegaron a capturar 31 por ciento del presupuesto de esos programas, no obstante representar sólo 13 por ciento de los productores del país. Ahora, con PpB la dispersión concuerda en proporción con el número de productores de cada región. Así, el 60.7 por ciento del recurso queda en manos del sur sureste y para el norte va 13 por ciento.

Otro aspecto que hace la diferencia con gestiones anteriores es el apoyo preferentemente a productores indígenas. En el Plan Nacional de Desarrollo se estableció que el programa atendería a 657 mil productores indígenas, y en los hechos la cobertura es mucho mayor. En el primer semestre de 2021 el apoyo a estos productores sumó a un millón 134 mil. Procampo antes apoyó a 632 mil productores indígenas y Proagro lo hizo con 420 mil.

Por otra parte, el programa reconoce la importancia vital de la mujer en la producción de alimentos para el autoconsumo familiar y para el abasto de mercados, y del total de sus beneficiarios, 32.8 por ciento son mujeres. Ello, aun cuando el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reporta que la posesión formal de la tierra recae sólo en 16 por ciento en ellas.

Este año, el 89.9 por ciento de los recursos fueron dispersados prácticamente en el primer trimestre del año, de manera directa, con pagos vía depósitos bancarios y giros de Telecomm. En el pasado, con los programas previos, la queja constante fue que los recursos llegaban ya que las siembras habían sido realizadas y por tanto carecían de efecto productivo. 

Cuando nació Procampo, en 1993 la promesa gubernamental fue dar apoyos por hectárea equivalentes a 100 dólares, lo cual se incumplió, pues en 1999 el apoyo fue de alrededor de 74.1 dólares, en 2018 de 83.2. PpB ha impulsado una recuperación y este 2021 el apoyo por hectárea fue de un equivalente a 95.7 dólares.

El presupuesto creciente del programa, de 14 mil 500 millones de pesos este año, rebasa lo que invierten las 32 entidades federativas este año en el campo, 12 mil 924 millones de pesos, y si se considera la suma de PpB con otros programas como Precios de Garantía y Sembrando Vida (de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Semarnat), se potencia el apoyo, lo cual contradice críticas de que el Gobierno ha abandonado al medio rural.

Abicorrea79@hotmail.com