Reto sanitario para México: no bajar vacunación de un millón de dosis diarias, de aquí a noviembre: Frenk Mora

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  • El Dr. Julio Frenk Mora, Rector de la Universidad de Miami y ex titular de Salud en México, sugiere vacunar al 70 por ciento de la población mayor de 12 años.
  • “Sí se puede, porque la semana previa a las elecciones (6 de junio) se vacunaron 4 millones de personas”, dijo el también académico.

Pascacio Taboada Cortina.

El mensaje y sugerencia de la comunidad científica a las autoridades sanitarias, consiste en el reconocimiento de la necesidad de intensificar el esquema de vacunación masiva, y que en México ahora mismo enfrentamos una carrera contra el tiempo de aquí al próximo invierno”. Si queremos evitar un nuevo “pico” de la pandemia de Coronavirus, tenemos que acelerar el paso con la vacuna y las medidas preventivas, afirmó.

Dr. Julio Frenk Mora

“Ya se demostró que en México es posible aplicar dosis masivas de vacunas. Se tiene que mantener el ritmo de un millón de vacunas diarias antes de llegar al periodo invernal, que es cuando el virus tiene una conducta estacional de reproducción masiva y la gente pasa más tiempo en un estado de confinamiento vulnerable. “Eso aumenta el contagio”, dijo.

Tenemos una perspectiva de ahora al mes de octubre próximo o noviembre máximo, para vacunar a la mayor parte de la población mexicana. “Tenemos que llegar al 70 por ciento de la población de 12 años para arriba con vacuna”, expresó el doctor Frenk Mora.

Esta es una meta muy concreta. Estamos ahora entre el 12 y 15 por ciento de población vacunada y tenemos que acelerar el paso. Si esto se logra, se podrá evitar un pico muy alto. Hay que reconocer que significa una carrera contra el tiempo, sostuvo el científico durante una entrevista para un canal comercial de televisión.

De acuerdo con estadísticas oficiales, hacer el esfuerzo de vacunación masiva, sí se puede. “Se llegó a vacunar a un millón de personas en un día”. Así, la semana previa a las elecciones del 6 de junio pasado, acorde con información oficial, se vacunaron 4 millones de personas, en tanto que semana y media después de las elecciones, el número de vacunados fue de solamente 2 millones, una caída del 50 por ciento. Para la tercera semana después, si acaso llegamos a un millón. “Lamentablemente hay un tono político en cuanto a la vacunación”, consideró.

Recomendó fortalecer los instrumentos del sistema multilateral. Acaba de publicarse el informe de un panel independiente, que es una recomendación y propuesta de creación de un Consejo de Jefes de Estado a nivel de las Naciones Unidas, para protección contra riesgos de Salud, que abre grandes posibilidades de cooperación internacional de gobiernos y de organismos especializados.

Otra lección que es necesario tener siempre presente, añadió el Dr. Frenk, es el riesgo de contagio de diversas enfermedades que transmiten los animales a los seres humanos, entre hongos, bacterias y virus. Estudios indican que los virus tienen la capacidad de “brincar de las especies animales a los humanos”. Eso es lo que pasó desde el SARS, la H1N1, Influenza Aviar que fue un poco antes.

“Estos contagios encuentran condiciones propicias porque los humanos estamos invadiendo los hábitats de los animales. No son eventos naturales. “Las pandemias son tan antropogénicas, como el cambio climático”.

Las generamos los humanos, porque invadimos los hábitats; “hemos creado sistemas de producción alimenticia agropecuaria, con explotaciones en condiciones de hacinamiento, promiscuidad e inhumanas contra los animales; la cría de aves de corral, horribles; “por eso la Influenza Aviar, las granjas de cerdos en igualdad de condiciones inhumanas; por eso la Influenza Porcina, y los llamados “mercados húmedos”, como el de Wuhan, que viven en promiscuidad total, en condiciones no higiénicas.

Si vivimos en un Planeta Tierra, con 7 mil 500 millones de seres humanos susceptibles, donde todos estamos conectados, en tres meses tienes efectos sanitarios negativos. Ese es el riesgo permanente.

En ausencia de vacunas, hay que usar el cubrebocas; mantener la sana distancia y medidas de limpieza frecuente de cara y manos. Los países que tomaron en serio el proceso pandémico, esos ejercicios y hacer pruebas y más pruebas, muchas pruebas, como dijo el director de la OMS, es la clave. “

Si se hacen esas prácticas, más la higiene, pero fundamentalmente el uso del cubrebocas y mantener la distancia, “eso, aún sin vacunas, en países como Nueva Zelanda, Australia, Taiwán, lograron contener la pandemia”.

Sobre el tema del regreso de alumnos a las escuelas, “hay que empezar a hacerlo, pero bien”, digamos que, manteniendo la distancia, todo mundo usando cubrebocas, debemos poder regresar ventilando los salones de clase y acelerando el paso de la vacunación.

Puntualizó que “no debemos relajarnos, porque todavía no se ha vencido al virus. Lo más seguro es que este virus, en algún momento, va a dejar de ser pandémico y se va a convertir en endémico. Va a ser un virus más. Hoy pasa con la Influenza, “pero aún no estamos en ese proceso”.

“Anticipó que, cuando lleguemos a esa situación de normalidad, llegaremos a una situación endémica y vamos a llegar a la conclusión de que cada estacionalidad, cada periodo invernal, regresaremos al uso del cubrebocas. Eso es lo que hacían los países asiáticos: Japón, China, Taiwán, Corea”.

En el caso de México, hay que corregir el error de origen de omitir las pruebas a la gente sin síntomas, era un desperdicio de recursos. Es lo contrario. Lo complicado de este virus, es que se transmite por gente que no tiene síntomas o que sean leves. Se les llamó a esos casos asintomáticos.

La forma de detectarlos, es haciendo pruebas. A diferencia del principio de la pandemia, hace 15 meses, se consideraban de alto costo. “Ahora hay pruebas rápidas baratas”. Si hablamos de abrir las escuelas, hay que hacer pruebas continuamente.

Sólo se podrán mantener abiertas las escuelas en todos los niveles, todo el periodo académico, con pruebas por lo menos una vez por semana a todos los estudiantes y profesores y personal de administración.

El mecanismo es muy recomendable. Si se encuentra un caso positivo, se procede de inmediato y se rastrea a los contactos cercanos; se somete a cuarentena a ese grupo nada más. Así se protege a los demás. “Sí se puede”, apuntó el médico y académico.

“Esta vigilancia sanitaria cuesta dinero, sí. Pero cuesta más dinero no hacerlo y, sobre todo, proteger vidas, que es lo más valioso”, añadió.

Agregó que “hay evidencias de que han surgido algunas variantes del virus de referencia, pero las vacunas que se han aplicado y seguirá la vacunación masiva, protegen también contra las variantes”.

Sin embargo, el mensaje general a las comunidades, es la necesidad de aplicarse las vacunas, pero no se podrá “jugar a la ruleta rusa”, de que surja una variante que ya no sea vulnerable a la respuesta inmune que genera la vacuna; es decir, que hasta a los vacunados, les llegue de nuevo el virus, porque entonces volvemos al principio. Eso sería un desastre.

Por eso, la carrera contra el tiempo de vacunar al mayor número posible de gente; en el caso de México y de todo el Hemisferio Norte, antes de la temporada invernal. Todas las vacunas han demostrado ser eficaces y seguras, algunas más que otras y, por ahora, los estudios de mezclar las vacunas, apuntan en el sentido de que se puede aplicar de una marca y de otra.  Lo importante es que se apliquen.

Sobre las perspectivas de la pandemia, es posible que nos tardemos a nivel global, un año más para salir de la pandemia hasta que se convierta en una enfermedad endémica.

Ahora mismo tendremos que empezar el debate sobre cuál es, en el caso de México, el sistema de salud que necesitamos post-pandemia. Lo que no podemos, es regresar a lo que había antes. El sistema actual de salud, falló la prueba. No tuvimos la respuesta que debimos haber tenido.

México se ha ubicado entre los peores países por el número de muertos y el número de contagiados, y por el número de pruebas, entre los más bajos del mundo. El país ocupa el número uno en fallecimientos de personal médico. Esto es vergonzoso.

El sistema que tuvimos para atajar la pandemia, no es el que necesitábamos. Ahora que ya pasó el proceso electoral, hay una nueva configuración del Poder Legislativo, hay que lanzar un diálogo nacional que nos permita decir cuál es el sistema de salud que necesitamos.

Fue lamentable que la pandemia haya afectado a México, cuando venía la transición de crear un nuevo organismo, el INSABI (Instituto Nacional de Salud para el Bienestar), sobre la destrucción que se hizo de muchas herramientas.

Lo que se recomienda en materia de salud, es que el gobierno actual no recorte el presupuesto de salud. México es de los pocos países que, en plena pandemia, se le ocurre al gobierno recortar el presupuesto de salud en términos reales.

Hay que considerar que la política de salud, es la base de la igualdad de oportunidades. Ahora se ha politizado y partidizado, como lo vemos con el número de vacunas.

El exhorto es convocar a un diálogo que diga: En salud tenemos que trascender la política partidista y movernos hacia un espacio de política de Estado, que trascienda los periodos sexenales de gobierno y la alternancia democrática.

Si logramos hacer comprender que no se trata de enjuiciar a nadie, pero hay que reconocer que el sistema de salud previo y durante la pandemia, no estuvo a la altura de ese reto.

Tenemos que estar conscientes de que habrá otras pandemias y, desde ahora, tenemos que pensar cómo construimos un sistema de salud que esté a la altura de los retos subsecuentes. Esa es la pregunta como sociedad que conviene a todos, militantes o no militantes de partidos políticos que, por cierto, la mayoría de la gente no milita en ningún partido.

Debemos tener la seguridad de que se invierta, se amplíe la infraestructura y la imagen de la aspiración del Presidente de México, de contar con un servicio general de salud a la altura de los países escandinavos, es válida y adelante, pero sin limitantes.

Esto se podría hacer en un plazo de 10 años, no en tres que le quedan a la presente administración. Pero es necesario movernos hacia adelante, no hacia atrás.

Un ejemplo de institución de gobierno de corto plazo, es el INSABI, que resultó ser un sistema de salud de la década de 1970 del siglo pasado, hace más de 50 años. Es una restauración de un sistema cooperativista, donde teníamos derechohabientes de los sistemas de seguridad y, de hecho, también carentes de los servicios de salud, que era la gente que no tenía un empleo asalariado, concluyó el doctor Julio Frenk Mora.