Rufino Rodríguez Garza.
Caminar por el semidesierto es tropezarse con los vestigios de los antiguos pobladores del sureste de Coahuila, en los espacios abiertos del desierto del Mayrán o Viesca el primer vestigio que podemos observar a simple vista son las chimeneas o fogones donde los nativos preparaban sus alimentos, se calentaban y se alumbraban por las noches invernales. También servían para ahuyentar a las fieras o hacer señales con el humo, en sus reuniones periódicas el fuego atávico aparecía como testigo para el intercambio de productos, acordar enlaces matrimoniales, en sus fiestas o mitotes para celebrar ritos funerarios, así como también los triunfos en sus constantes luchas por aguajes, lugares de cacería o territorio.
Precursores
Antes de entrar en el tema quisiera hacer mención de los iniciadores de la arqueología del desierto. En primer lugar, quiero mencionar a un lagunero distinguido, el ya fallecido Doctor Luis Maeda Villalobos, publicó en diversos periódicos y revistas, autor de varios libros; fundador de casas de la cultura, revistas y museos entre otros.
También de San Pedro el queridísimo amigo Manuel Lerma y el grupo de entusiastas exploradores del grupo Irritila, fundadores de un museo y de un parque recreativo, así como también el proyecto de un museo ambulante montado en un autobús; a la fecha no sé en qué quedó tal proyecto, pero era en verdad interesante.
El Licenciado Federico Elizondo (+) no fue el descubridor, pero si la persona que gestionó ante las autoridades del municipio, estado y federación para el rescate de la Cueva de la Candelaria; cueva muy estudiada de los años cincuenta del pasado siglo y de la que han derivado infinidad de notas, ensayos, artículos y libros. El licenciado Elizondo en esas épocas era director de la famosa prepa Venustiano Carranza.
Gracias también a ese encuentro se constituyeron el museo de la Prepa Venustiano Carranza, el del INHA y además se fue una buena parte para el museo de la Universidad Autónoma de Durango y para el Museo Nacional de Antropología e Historia.
Otros amigos que han contribuido al conocimiento de nuestros antepasados laguneros son los hermanos Fernández, el señor Dagoberto Pro, Enrique Gómez Dena, Enrique Alfredo Garza (que ya falleció) el cual nos dio cobijo una ocasión en la Jococa, el doctor Terán Lira ha publicado textos sobre los Irritilas y también por último el Doctor Quiroz.
De Torreón el grupo de los Gigimes de Lerdo, Durango; los amigos de la revista Nomádica que han hecho hablar a las piedras con sus localizaciones y sus sabias interpretaciones.
Merece mención especial el finado Doctor J.J. Dávila y su libro Chichimécatl, sus consejos y relatos de sus incursiones en muchos sitios de Coahuila. Su colección se puede admirar en la ciudad de Monclova en el Museo del Polvorín.
Otro que a sus 95 años aún escribe y da conferencias y asiste a congresos del tema es el profesor Carlos Cárdenas Villarreal a quien le fue dedicada el aula 117 de la Benemérita Escuela Normalista de Coahuila para un museo que lleva su nombre y su colección de piezas líticas y fotos de arte rupestre de todo el estado.
De los investigadores recientes mencionaré al ingeniero Alfonso González Contreras y su libro sobre la Lítica Lagunera considerado estudio de las piezas de uso diario de los cazadores recolectores, libro que clasifica flechas, lanzas, raspadores, metates, morteros, cuentas de collar y hachas.
Otro amigo y compañero él también Ingeniero José Guadalupe Flores Ventura, con el que he registrado más de 400 sitios de arte rupestre, en su mayoría de La Laguna y el sureste del estado y no por último al amigo Ariel Colín Morales quien ha sido compañero de aventuras y a quien de vez en cuando le da por escribir sus observaciones.
Quisiera hacer una mención especial a algunos norteamericanos, como Herb Eling Jr. Y otros ya tristemente fallecidos como la señora Solveig Turpin y Breen Murray.
Por supuesto hay más que no conozco, pero desde esta tribuna les brindó un merecido reconocimiento.
Hablar de arqueología es hablar de petroglifos, pinturas de cuevas, tumbas y lítica; es hablar de la entrada del hombre a este continente y es jugar con fechas de asentamientos en estos lugares.
Recientemente he localizado para la arqueología de México, de Coahuila y del mundo los llamados geoglifos, arte móvil, estelas y minilítica, esto sería nuestro aporte a la arqueología de nuestra región.
Para conocer la vida de los cazadores recolectores el investigador echa mano de lo poco que se puede localizar, pero una flecha o una cuenta nos dan información, siempre y cuando la estudiamos en el sitio pues el entorno aporta grandes conocimientos.
El petroglifo nos da información por ejemplo de la fauna o de la flora útil para la subsistencia, el grabado da información referente a la geología pues no lo hay en buena parte del Estado pues no hay la roca apropiada. Es decir, entre más se camina hacia el norte se acaban los grabados no el arte rupestre, pero es abundante la pintura; el sur-sureste es de las zonas donde el petroglifo predomina y algo de pintura.
Para su estudio podemos lo podemos dividir en naturista y abstracto esto a su vez tienen otras subdivisiones; entre los naturistas hay los antropomorfos, los zoomorfos, fitomorfos, herramientas etcétera. En los abstractos detectamos geométricos, cómputos, líneas, círculos, espirales, etcétera.
Estos símbolos nos hablan de mensajes tanto a los dioses como a los miembros de las tribus propios y ajenos.
Hemos podido identificar figuras aparentemente abstractas como símbolos de territorialidad, el “hongo”, las líneas onduladas paralelas y el llamado “ratón miguelito” y del cual sabemos que es la representación rupestre del borrego cimarrón.
Otra figura observada en muchos sitios es la “cruz enmarcada” que según el ingeniero Ortiz Zárate tiene que ver con el planeta Venus o la estrella de la mañana o Quetzalcóatl.
Una serie de puntos que los investigadores los relacionan con conteos numéricos y movimientos astrales y estacionales. Un número multi-representado es el número 28, el cual coincide con el movimiento de la luna o la fertilidad de las mujeres.
Herramientas
En algunas localidades se aprecian grabados que representan herramientas conocidas como por ejemplo navajas enmangadas, cuchillos de mano, flechas o proyectiles, lanzas y el átlatl.
El átlatl es una herramienta utilizada para arrojar azagayas o lanzas, constaba de un gancho, contrapeso y el maneral o agarradera. Apuntamos que cayó en desuso cuando aparece el arco y la flecha, arma complicada pero muy efectiva (creada aproximadamente en el año 500 de nuestra era) así como la lanza que es una herramienta de las más antiguas.
Arte móvil
La gráfica no sólo es fija, descubrimos hace años arte móvil con tradición rupestre, se trata de pequeñas piedras generalmente de arenisca en las que los nativos mediante delicados grabados incisos nos dejaron este raro arte móvil, pues se podía transportar sin peligro de romperse. Su uso es desconocido intuimos que servía como amuleto o como ofrenda o quizá como algún juego. El Museo del Desierto tiene 15 piezas y el Coahuila y Texas 10.
Algunas de las piezas que he descubierto en mis recorridos por el desierto por varios años, ahora las conserva el Museo de Torreón pues la Arqueóloga Leticia González las ha está estudiando durante varios años, pero los norteamericanos Solveig Turpin (+) y Herb Eling Jr. han publicado tres artículos sobre nuestras piezas. (Pelillal Collection)
Algunos motivos reconocibles es el de la mariposa la cual está relacionada con la guerra y la fertilidad; 140 piezas de las que 60 muestran ese motivo.
Incisos
Al Doctor Maeda (+) y al Doctor en arqueología Luis Aveleyra Arroyo de Anda (+) le llamaron mucho la atención unos grabados localizados por Maeda en El Cadillal, municipio de Parras y escribió de su importancia pues en su opinión manifestó que “no hay otros similares en México o en el mundo”. Desconozco si tuvo la oportunidad de visitar los sitios del El Sol, El Buey, así como otros tres sitios en Ramos Arizpe que contienen el mismo estilo.
Seguiremos hablando de estos temas en la segunda parte de esta nota en la siguiente publicación de este periódico.