Oliverio Ascascius.
No existen vocablos en el diccionario
que los puedan afectar;
les podemos decir hipócritas,
malnacidos,
y solo sonreirán.
Les podemos decir abyectos
cínicos, malos o perros traicioneros,
y solo les brillarán sus ojillos de cucaracha.
Los podemos detestar y maldecir
y solo se encogerán de hombros
o pondrán cara de solemnes y ofendidos,
pero no cambiaran,
nunca cambiarán:
Están hechos de lodo y de escoria,
y mientras se crean poderosos
y viéndonos desde su trono,
no cambiarán.