El Paricutín y San Juan

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San Juan Parangaricutiro es un poblado abandonado del Estado de Michoacán, en México, casi completamente desaparecido bajo la lava del volcán Paricutín en 1943.

Muchos temblores, aparentemente inexplicables, comenzaron a suceder el febrero de 1943, en el corazón de la meseta purépecha. México era el foco de atención y Michoacán atraía a geólogos, científicos, artistas y medios de comunicación de todo el mundo. Visitaban San Juan Parangaricutiro para presenciar un milagro de la madre naturaleza, sería la oportunidad de ver, por primera vez en la historia de la humanidad, nacer a un volcán.

Nadie le creyó a un campesino que iba por ahí diciendo que había visto salir humo de la tierra, pero el 8 de febrero ocurrió uno de los temblores más fuertes, a partir de entonces temblaba todos los días. El día 20 del mismo mes, entre las 15:00 y las 16:00 horas, nació el volcán. Su actividad inaugural fueron fumarolas y explosiones de roca y otros materiales volcánicos, pero no fue sino hasta la medianoche cuando comenzaron las erupciones violentas.

Sobre el campo liso, el volcán creció siete metros en las primeras 24 horas, y en la primera semana, ya alcanzaba los 50 metros de altura, hasta llegar a los 600 que tiene actualmente.

La actividad del volcán Paricutín fue de 9 años, 11 días y 10 horas y sepultó dos poblados: Paricutín y San Juan Viejo Parangaricutiro. El primero desapareció quedando totalmente sepultado por la lava, y del segundo sólo se puede ver parte de la iglesia.

El Paricutín es uno de los 3.000 volcanes monogenéticos, aquellos que tuvieron una sola erupción y se apagaron, presentes en México.

Un estudio de la UNAM de 2016 apuntó que el Paricutín, tuvo «la eyección más larga» con «nueve años de duración».
Ubicado en el estado occidental de Michoacán, con una altura de 3.170 metros, el Paricutín hizo erupción el 20 de febrero de 1943 y su actividad terminó el 4 de marzo de 1952. La lava cubrió un área de 40 kilómetros y destruyó el pueblo de San Juan Parangaricutiro.

El volcán se encuentra en una de las dos zonas mexicanas más peligrosas: el campo Michoacán-Guanajuato (con 1.100 de estos volcanes y 400 medianos) y la sierra Chichinautzin.


Según el Instituto de Geofísica de la UNAM, en México existen 12 volcanes activos, entre los que destacan el Colima (oeste) y el Popocatépetl (centro), porque sacan fumarolas con cierta frecuencia y el primero tuvo en 2015 erupciones de lava y material piroclástico.