Fernando Fuentes García.
Algunos tal vez por indiferencia a la política, otros por ser víctimas de la desinformación, no se enteraron que nuestro lábaro patrio había sido izado al revés por nuestras tropas patriotas, en dos ocasiones en su día durante el período presidencial de Peña Nieto. Sí, nuestra Patria estaba cayendo, nuestro Estado-Nación, se había puesto a la venta durante el período neoliberal y para el año 2018 estaba listo para ser rematado y disuelto, pues para el interés privado, el Estado es un estorbo, porque atenta contra la libertad, pero contra la libertad de saquear a las naciones y sus pueblos, con el libre mercado. La colonización económica y cultural, estaba a punto de colocar los últimos clavos al féretro llamado México, bajo la complacencia de los que hoy dicen defendernos de las garras del comunismo, cuyos principios paradójicamente aplicaron desde el capital durante el período neoliberal, para saquear a la nación y concentrar hasta el pasado mayo, una riqueza de150 mil 700 millones de dólares en 14 multimillonarios de México, la mayor concentración de riqueza en América Latina (La Jornada, Dora Villanueva, 28/09/2021).
La reciente aprobación de la Miscelánea Fiscal 2022, que limita la práctica de la exención/devolución/evasión fiscal por el supuesto altruismo que dicen practicar filántropos, desató la furia de la oposición que defendió en el pleno de San Lázaro, de manera grotesca (lanzando ajos, cebollas y mentadas) a una minoría de 7 integrantes de una o dos familias que, de acuerdo con la jefa del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Raquel Buenrostro, han abusado de este esquema deduciendo entre 170 y 340 millones de pesos para sus propias fundaciones familiares. A estas cifras hay que agregar las deducciones inventadas por 732 millones de pesos. La evasión desde el sexenio de Calderón hasta al final del segundo año del presidente López Obrador, involucró alrededor de 505 mil millones de pesos en donativos que no pasaron por el SAT (La Jornada, Carlos Fernández Vega, 21/10/2021).
Lo más grave aún es que este supuesto altruismo, fondeaba con nuestros impuestos a organismos como el de “Mexicanos Contra la Corrupción”, fundado por el poderoso multimillonario y empresario, Claudio X. Gonzáles, organismo que bien sabemos trabaja en contra de México y de los mexicanos. Exaltado tal vez por esta reciente aprobación legislativa que afecta a su organismo, el magnate, líder de la agrupación política Sí por México, se atreve a amenazar a cerca del 70 por ciento de la población que apoya la cuarta transformación, incluyendo a los legisladores priistas que se atrevan a votar a favor de la reforma eléctrica, demandando a sus partidarios en su cuenta de Twitter @ClaudioXGG:Hay que tomar nota de todos aquellos que, por acción o por omisión, alentaron las acciones y hechos de la actual administración. (sic) y lastimaron a México. Que no se olvide quien (sic) se puso del lado del autoritarismo populista y destructor.
Vaya llamado franquista a crear una lista negra de quienes son patriotas demócratas y no neoliberales, de quienes realmente abogan por el interés de la nación y de la mayoría (el pueblo) y demandan la eliminación de los infinitos privilegios y concesiones leoninas que, desde el Estado cooptado, recibía la oligarquía política y económica neoliberal. Victimarios hoy disfrazados de víctimas, cuyo afán antidemocrático y apátrida es el que realmente “lastimo” a México al grado de estar a punto de “destruirlo” con el fin de repartírselo y entregarlo a los extranjeros. Oligarcas neoliberales que se aferran a la máxima vil del poderoso expuesta por el padre del capitalismo, Adam Smith: “Todo para nosotros y nada para los demás”.
Desplazados del poder político gracias al soberano “popular”, la oligarquía política y económica neoliberal, recurre como en la época de la intervención francesa, al auxilio del exterior. Por un lado, apelando a la intervención extranjera de Estados Unidos a través de la invasión militar disfrazada de lucha contra el terrorismo (Ver: https://www.jornada.com.mx/2021/09/11/opinion/016a1pol) o disfrazada de la lucha en pro de la democracia, impulsada desde organismos imperialistas como el de la Organización de Estados Americanos (OEA). Del otro, apelando a la intervención de la ultraderecha fascista de España que impulsa, lo que Fabrizio Mejía describe como: Una supuesta hispanidad católica, imperial, unificadora y habitante de una imposible “iberósfera”, es decir, de las antiguas colonias de ultramar (Ver: https://www.jornada.com.mx/2021/09/11/opinion/016a1pol).
De ahí que los senadores del Partido Acción Nacional (PAN), se atrevieran a traer “al Senado de la República” al dirigente y neoconquistador del partido español de ultraderecha Vox, Santiago Abascal, para firmar la Carta de Madrid y combatir la paradoja del comunismo de Estado, que para ellos representa la verdadera y naciente democracia. En contraste, las acciones de la oposición, sí son una verdadera amenaza fascista y ejemplo es, no solo el amago de la lista negra, también lo es el fenómeno de Frenaa fanático y golpista, la exhibición de la ya no tan secreta organización de El Yunke y la noticia de la estrategia de adoctrinamiento de cuadros del PAN por parte de Vox y otros partidos de ultraderecha europeos, lo que generó hasta posiciones encontradas en el mismo partido, tratando de negar la realidad.
Esta última acción, enaltece la doctrina imperialista estadounidense (que ya nos aplicaron) del exsecretario de estado Robert Lansing de 1924 y que en resumen dice que a los jóvenes mexicanos ambiciosos, hay que adoctrinarlos en sus universidades con los valores y el modo de vida norteamericanos; de modo que aprendan a respetar el liderazgo de Estados Unidos y que con el tiempo se infiltren en el Estado mexicano y se adueñen de la presidencia y así puedan imponer sus designios, confiando en que los mexicanos adiestrados, harán mejor y más radicalmente el trabajo que ellos dicten (Ver: https://www.memoriapoliticademexico.org/Textos/6Revolucion/1924CRL.html).
Resalto la frase: “lo harán mejor y más radicalmente”. No me extrañan las interpretaciones teatrales (caso Lilly Téllez) que, en el Pleno del Senado, han realizado supuestos representantes de los mexicanos de la dupla PRI-PAN y que dejan ver su amplio desconocimiento o cinismo puro. No faltan también los arrebatos radicales de senadores que llegan a declarar a los mexicanos, que nadie en un sexenio se ha endeudado tanto como Morena; cuando bien sabemos que los señores déficit de los tres sexenios anteriores, incrementaron la deuda pública por 514 por ciento, es decir de 2 a 10 billones 500 mil millones, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda.
Radicales son también las posturas cortesanas al capital (nacional y extranjero) de legisladores de oposición en San Lázaro, que al cuestionar al director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett, en comparecencia por la glosa del Tercer Informe de Gobierno, tratan de establecer torpemente que la CFE está en contra de la energía limpia, cuando los privados generan tan solo cerca del 13 por ciento de esa energía mientras que la empresa pública genera el 37 por ciento, porcentaje que se incrementará brutalmente con la puesta en marcha de las cerca de 60 hidroeléctricas, que ventajosamente “habían obligado a dejar de producir”, porque, aún que es descabellado, no las consideran energía limpia. Lo más dramático es la naturaleza apátrida de estos legisladores, que hacen caso omiso de las graves consecuencias de la pretendida privatización de la industria, que se constatan ya en Estado Unidos, en España y otros países europeos, con alzas en las tarifas de energía eléctrica de hasta 500 por ciento del 2018 a la fecha.
En suma, bien adoctrinada con el dogma neoliberal, ya sea desde el ámbito nacional o extranjero, la reacción opositora defiende como perro la plutocracia y no la democracia. Para ello se apoya en la oclocracia de la muchedumbre que controlan mediáticamente por la emoción (mercadotecnia) y la mentira y no en la democracia de la voluntad de la mayoría del pueblo que mandata la verdad y la razón y que ya no cae en el juego de la demagogia. De ellos se posesiona el poder económico y no el político, lo que los hace siervos del capital global (nacional y extranjero) y no defensores del interés nacional. Por ello carecen de tradición, eso que define la cultura de un pueblo, esa esencia permanente que define al colectivo humano y da lugar a la civilización. Por eso les falta civilización; por eso se aferran como infantes (caso Krauze y Calderón) del seno español. De tal manera que difícilmente serán verdaderos defensores del medio ambiente, bandera que ondean hipócritamente.
Sobre el Autor
Fernando Fuentes Garcia es un escultor autodidacta especializado en el bronce, comprometido a transmitir la aportación única y vital del arte y la escultura a la sociedad y a contribuir a un mejor México.
